Expositor en el que se pueden ver varios documentos del archivo. DAmiÁN TORRES

Un Año Benlliure sin pena ni gloria

Una muestra «humilde» cierra unos actos de los que se ha desentendido el Consell I El Palacio de Cervelló acoge una exposición con fotografías y documentos que retratan la relación del artista con las calles de la ciudad del Turia

Laura Garcés

Valencia

Jueves, 10 de noviembre 2022, 01:27

Sin pena ni gloria. Es el resumen del Año Benlliure, una convocatoria que en enero lanzó el Consell para conmemorar el 75 aniversario de la muerte del escultor Mariano Benlliure a la que, cuando sólo cuarenta días separan el calendario del final de 2022, la Generalitat no ha ofrecido un programa de actividades para señalar la conmemoración que convocó llegando a concederle nombre propio.

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La Generalitat ha brillado por su ausencia en el esperado paisaje de acontecimientos. El Ayuntamiento de la ciudad sí que ha saltado a la palestra, si bien con poca brillantez o escasa ambición, e incluso tarde. La concejalía de Recursos Culturales, que dirige Glòria Tello, esperó hasta finales de octubre para abrir la primera exposición dedicada al artista bajo el título ‘Mariano Benlliure. Arte por descubrir’. El nombre de la muestra parecía encerrar una confesión de culpa en su significado, si bien dijo Tello de la misma que esa es la exposición «grande».

La otra propuesta expositiva llegó ayer. El Palacio de Cervelló abrió sus puertas a la muestra ‘Mariano Benlliure en el Archivo Municipal de València’, propuesta «humilde», según la propia concejal, con la que se cierran las actividades previstas para los 12 meses dedicados al escultor. La exposición –comisariada por Lucrecia Enseñat Benlliure, bisnieta del artista y directora de la fundación que vela por la memoria del escultor, y Javier García, director de la Casa Museo Benlliure– ofrece imágenes de la obras que se pueden contemplar en la calle, con lo que se quiere destacar la vinculación con el espacio público.

Además, pone ante el visitante documentos que atestiguan la relación de Mariano Benlliure con el Ayuntamiento. Tanto Lucrecia Enseñat como Javier García asistieron a la presentación en el palacio de Cervelló.

La concejal se esforzó en vincular la apertura de la exposición en esta fecha en tanto que fue el 9 de noviembre de 1947 cuando falleció el escultor. Su empeño en la defensa de que haya sido a final de 2022 cuando se han puesto en marcha las iniciativas la llevó a recurrir a actuaciones vinculadas a la obra del artista ejecutadas en años anteriores. Recordó Tello la restauración de la escultura de José de Ribera que luce en la plaza del Poeta Llorente o la actuación en la tumba del escultor. Incluso atrajo para el Año Benlliure la instalación en el Cementerio General del sarcófago que Benlliure realizó para los restos de Blasco Ibáñez. Llama la atención que la concejal recurriera a esta pieza que se trasladó en abril de 2021 como fruto de una intervención que llevaba años retrasada. Además, ayer, tanto la concejal como el alcalde,joan Ribó, realizaron una ofrenda floral ante la tumba del escultor.

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La actividad municipal no ha sido ambiciosa en contraste con Madrid, que ha capitaneado las celebraciones, pero ha tratado de salvar los muebles. La Generalitat ni siquiera eso. La propia Tello confirmó que no ha habido ofrecimientos del Consell de actividades que llenaran de contenido una iniciativa propia ante la que sólo ha mostrado indiferencia.

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