Yo quiero ser el nuevo Nino Bravo

Entre todas las Noelias que nacieron después de 1972, año en el que el valenciano Nino Bravo cantó por primera el popular tema que hizo que muchas niñas adoptaran ese nombre, quizás quien firma este reportaje era la persona indicada para preguntarse quién, 50 años después de la trágica muerte del cantante, sigue poniendo voz a ya himnos de la historia musical como 'Te quiero, te quiero', 'América' y, por supuesto, 'Noelia'. En este 2023, en el que se conmemora el Año Nino Bravo, una efeméride que pone en valor la figura del artista nacido en Aielo de Malferit, el rastro del intérprete sigue vivo. Se ha organizado en Valencia un concurso, con un premio dotado de 500 euros, que el próximo jueves 29 de junio, encontrará al mejor artista que reinterpreta al cantante fallecido en 1973. Casi medio centenar de personas y agrupaciones musicales se presentaron al certamen, del que sólo una docena han pasado a la final. Entre ellos hay jóvenes que apenas han cumplido la treintena, coros, jubilados, aficionados a la música que vieron truncadas sus anhelos de triunfar como sí lo hizo el cantante que nació bajo el nombre de Luis Manuel Ferri... En definitiva, decenas de personas que mantienen viva la memoria de Nino Bravo. Además, algunos de ellos tienen historias que les conectan aún más con el artista convertido ya en un mito que ha traspasado frontera. ¿Quién canta hoy por Nino Bravo?

Luis Pinazo tiene 70 años. Es un empresario jubilado que el pasado lunes se coló entre la docena de finalistas del concurso que promueve El Corte Inglés de la Avenida de Francia. Lo hizo con una reinterpretación con toques salseros y de 'cha cha cha' del tema 'Vete', de Nino Bravo y compuesto con Juan Carlos Calderón. «Esta versión, cuyos arreglos he hecho yo, está hecha desde el máximo respeto», confiesa a este diario. Ha sido, quizás, de los más originales, que ha optado por una letra no tan conocida del artista de Aielo de Malferit. Para él, no ha sido difícil porque es músico, forma parte de un grupo en la actualidad, Fuego, y en los años 60-70 estuvo en el conjunto Modificación, una banda valenciana a la que, dice, «Nino Bravo nos iba a producir un disco». «Tuvimos algunos problemas con la discográfica en la que estábamos y, después de producir el álbum del dúo Humo, con los que iba en el coche cuando sufrió el trágico accidente, teníamos previsto que hiciera lo mismo con nosotros. No pudo ser», cuenta Pinazo, quien relata cómo actuaron juntos en la Plaza de Toros de Valencia, en el Teatro Principal... «Formábamos parte de su corte de artistas, de su empresa Brani», dice. Así que su reinterpretación de 'Vete' es una especie de homenaje al mito, 50 años después de su muerte. «La música es mi veneno, una adicción. Por esta razón me he presentado», asegura antes de afirmar que la vigencia del cantante tiene una única razón: «Nino Bravo sólo hay uno, como sólo hay un Frank Sinatra...». ¿Por qué se ha presentado al concurso? «Supe del certamen dos o tres días de que se cerrara el plazo y pensé que podía participar para probar. Además, yo mismo he hecho los arreglos», señala.

Se da la circunstancia que Jessika Ortiz, de 30 años y nacida en Colombia, trabaja como seguridad en el centro comercial en el que se ha celebrado el Concurso de Versiones de canciones de Nino Bravo. Ella es joven, mujer y seguidora del cantante y un día antes de que se cerrara el plazo para apuntarse al certamen, decidió probar suerte. Ha llegado a la final con una personal interpretación de 'Un beso y una flor'. «Vi la publicidad del concurso y dudé, porque justo el día de la primera fase me tocaba trabajar. Pero me tocaba precisamente en este Corte Inglés, así que mis jefes me dieron permiso para poder cantar», narra a este diario. En la conversación sobre los motivos que le han llevado a reinterpretar un tema tan conocido como ese, asegura que ella es música de formación. Trompetista, concretamente. Aunque, en busca de la estabilidad, dejó la música aparcada para encontrar un trabajo más fijo. «Me apunté para disfrutar. En mi casa, mi padre me ponía siempre a Nino Bravo. Yo creo que en Latinoamérica se escucha mucho más a Nino Bravo que en España», defiende. Habla de la «profundidad de las letras» del artista, lo que ha hecho que ella, pese a su juventud, sea seguidora de Nino Bravo. No ha sido fácil adaptar el tema a «la voz de una mujer». Ella se ha encargado de arreglar el tono porque «las canciones son para una voz masculina». Aún así, y aunque ha sido un sueño llegar a la final, confiesa que para esa última ronda busca sorprender al jurado: «Cantaré un popurri de tres canciones», dice.

«Treinta años después, vuelvo a cantar por Nino Bravo». Lo dice un emocionado Roberto Garañena, quien interpretó en la primera fase una de las canciones más conocidas del cantante: 'Cartas amarillas'. La música estado siempre en la vida de Roberto, que tiene 53 años y quien, con 14, escuchó por primera vez 'Libre'. Ya nunca nada fue igual. Apenas en la veintena, comenzó su andanza en la música con unos primeros ensayos con una orquesta. Sólo nueve meses, pensando en su familia -ya tenía dos hijos- y en lo azarosa que es la vida de cantante, abandonó su sueño y se dedicó a buscar un trabajo más estable. Pero nunca, confiesa, ha dejado la música de lado. Incluso, junto a dos de sus hijos, se presentó a las primeras pruebas de las primeras ediciones de 'Operación Triunfo', donde, además, se enfrentó al jurado con 'América, América', también otro de los éxitos del valenciano. «Solo canté dos frases y me cortaron. No pasé», cuenta. Sin embargo, ahora, este concurso, le ha dado de nuevo la oportunidad de cantar un tema entero de Nino Bravo. «Es un artista que siempre será eterno», afirma. Dice que enfrentarse de nuevo al público le hizo estar «muy nervioso». Aún así, dice que esto ha sido «un milagro» y se lanza a la final con todas las ganas.

Ferran Rey vio un día antes de se que acabara el plazo que existía un concurso de versiones de las canciones de la leyenda de la música valenciana. Y se apuntó. «Siempre he ido un poco a contracorriente y me gustaba la música que no era la que se llevaba. De joven, inicié una carrera musical que me llevó a cantar por el Hotel Astoria, en la sala Canal, el Reina Victoria... Incluso hice un 'casting' para el musical de 'Jekyll and Hyde y me ofrecieron trabajar en Madrid, pero renuncié a ellos por situaciones de la vida. Pero siempre he cantado», asegura Rey, quien apostó por 'Un beso y una flor' para encandilar a los jueces. «Le quise dar un toque 'gospel'. Me animé mientras estaba cantándola. Me salió así. Creo que es lo que le gustó al jurado. En la final, empezaré desde el principio dándole ese toque», narra a este diario. Afirma que su vida se divide en tres pasiones: la música, las paellas y la impresión en tres dimensiones. Sin embargo, la oportunidad de poner voz y alma a uno de sus artistas favoritos no la podía dejar pasar. «Para mí, cantar, es mi forma de transmitir», dice. No se esperaba pasar a la final. «Acudí a la primera fase despeinado y con camiseta. Allí vi a muchos trajeados. Pero así soy yo», asevera entre risas. En su caso, y aunque reconoce que él no ha recibido formación musical, defiende la vigencia de Nino Bravo cinco décadas después de su muerte porque era un intérprete «que emocionaba». «Es una leyenda», dice este maestro arrocero que también canta.

Seis componentes de la veintena que forman la Agrupación Coral de Benicalap se subieron al escenario para deleitar al jurado con una versión a capella del conocido 'Libre' de Nino Bravo. Y conquistaron un puesto en la final. Lo cuentan el director de la formación, Daniel Escriche, y una de sus miembros Maite Ricós, cuando desvelan por qué eligieron este tema tan popular del cantante de Aielo de Malferit. Fue el titular del coro quien hizo los arreglos necesarios para que 'Libre' sonara ante los asistentes. 'A pelo', sin base musical, adaptado a las particularidades de esta formación, sedujeron por su originalidad y se ganaron un puesto en la última fase. El tema ya forma parte del repertorio de este grupo, que lo hará sonar en los conciertos que le quedan de este fin de curso. «Sí habíamos cantado algunas canciones de Nino Bravo, pero esta, no. Y hemos hecho honor a su título, es una versión libre», relatan ambos a este diario. «Nuestra idea no era ganar, pero vamos a disfrutar», dicen los miembros de un coro que, y eso quieren destacarlo, está formado por gente 'amateur', sin apenas formación musical pero con un entusiasmo capaz de llevarles a pelear por el galardón del certamen.

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