Urgente Óscar Puente anuncia un AVE regional que unirá toda la Comunitat en 2027
El interior del Palau de la Música de Valencia, una institución cultural que cumplirá 35 años el próximo 25 de abril. JUANJO MONZÓ

Nada que celebrar en el 35 aniversario del Palau de la Música

El auditorio municipal, que se inauguró el 25 de abril de 1987, encara su tercer año con el edificio cerrado y la Orquesta de Valencia deambulando por diferentes espacios

Carmen Velasco

Valencia

Viernes, 7 de enero 2022, 01:20

El concierto inaugural del Palau de la Música se celebró el 25 de abril de 1987 en la sala Iturbi. La Orquesta de Valencia (OV), bajo la dirección del maestro Manuel Galduf, interpretó un programa formado en su primera mitad por la ' ... Marcha Burlesca' de Manuel Palau y el célebre 'Concierto de Aranjuez' de Joaquín Rodrigo, interpretado por el concertista Narciso Yepes. Y en la segunda parte, la ópera en versión concierto 'La vida breve' de Manuel de Falla, con un reparto vocal conformado por el Coro Nacional de España. La capital del Turia satisfizo una reivindicación musical (un sede para la OV y un escenario a la altura de las mejores orquestas internacionales) con la construcción del auditorio municipal, diseñado por el arquitecto García Paredes, en el antiguo cauce, que también fue un proyecto que mejoró Valencia. Hoy la sala Iturbi, donde hace 35 años se celebró el nacimiento del Palau, está enmudecida, en desuso y sin actividad desde junio de 2019. Así continuará un periodo largo, dado que las obras de reforma aún no han comenzado. Y hoy las orquestas internacionales no figuran en la programación del auditorio: el director del Palau, Vicent Ros, configuró la temporada 2021-2022 sin formaciones extranjeras, renunciando así a la ambición internacional en el apartado sinfónico.

Publicidad

Noticia Relacionada

El Palau de la Música cumplirá 35 años en 2022. Es una cifra redonda: supone las bodas de coral con Valencia. Sin embargo, es un aniversario en el que no hay nada que celebrar: el edificio está cerrado desde julio de 2019 y la Orquesta de Valencia deambula por distintos espacios de la ciudad. El auditorio municipal encara el tercer año empatanado.

El Palau de la Música, que preside la concejal Glòria Tello, cerró ante el mal estado del edificio, que había registrado desprendimientos de techos en las salas principales (Iturbi y Rodrigo). Se clausuró para acometer una reforma. Tres años después, el edificio aún está a la espera de la remodelación.

Se optó por una reforma integral del inmueble en lugar de acometer una rehabilitación escalonada que hubiera permitido acometer las obras por fases (primero interviniendo en la sala Iturbi y luego la Rodrigo, o al revés), una medida que habría posibilitado alternar el uso de los espacios principales. A los 20 días de decretarse el cierre indefinido del Palau, Glòria Tello y Vicent Ros anunciaron en una rueda de prensa que la reforma incluiría el cambio del sistema de climatización de las salas principales, del patio de butacas, de los paneles acústicos y de las plataformas elevadoras del escenario. «Vamos a tener un Palau nuevo», dijo Ros. Y adaptado al «siglo XXI», añadió Tello, cuya dimisión han pedido PP y Ciudadanos. Nada de eso se ha materializado de momento.

Publicidad

El Ayuntamiento priorizó el edificio a costa de sacrificar la programación (trasladándola a diversos escenarios, como Les Arts, la Rambleta, el Almudín y el teatro Principal, entre otros), como consecuencia se ha registrado una fuga de abonados sin precedentes (un 60% de fieles ha causado baja). El alcance de la errática gestión de la institución municipal no sólo se computa con la pérdida de público. Trasciende más allá: genera malestar en la OV.

El Palau de la Música ha pasado de ser referente musical a un auditorio que roza la irrelevancia en la escena cultural. La última etapa del coliseo está muy alejada del prestigio de décadas anteriores. En los 34 años de vida, el Palau ha tenido cuatro épocas muy marcadas. La primera corresponde al arranque de un ambicioso proyecto por convertirse en referente cultural de la ciudad moderna (hasta finales de los 90); en la segunda, que concluye en 2005, el auditorio se sitúa en el circuito internacional porque los presupuestos generosos permiten la visita de formaciones internacionales, intérpretes y maestros de prestigio y una promoción de la Orquesta de Valencia, que sale de gira y potencia su discografía. La tercera arranca con el nacimiento de Les Arts, se rompe la hegemonía artística del auditorio municipal. Es entonces cuando el Palau se ve obligado a reposicionarse en la ciudad, replantearse su programación y reinventarse una identidad ante un coliseo vecino con «la mejor orquesta de Europa». La cuarta empezó a escribirse bajo el mandato de Joan Ribó como alcalde de Valencia y el resultado salta a la vista.

Publicidad

El cierre indefinido, además de desdibujar al auditorio dentro de la oferta cultural, tiene un coste. En 2019 el Palau de la Música dejó de ingresar 1,9 millones en concepto de ventas de entradas, alquiler de espacios, prestaciones de servicios, etcétera. El freno a los ingresos continuó en 2020, un año, además, marcado por la pandemia como 2021. El ocaso del Palau de la Música pasa factura cultural a la ciudad y económica a los ciudadanos, sin que nadie del gobierno de Ribó asuma responsabilidades políticas.

El centro valenciano nunca ha estado tanto tiempo cerrado (la ampliación del edificio capitaneada por el arquitecto Eduardo de Miguel obligó al cierre de junio a noviembre de 2002) y, además, ostenta el título de ser el auditorio español con el cierre por reforma más largo. Dos ejemplos: el auditorio Manuel de Falla de Granada, diseñado por García Paredes, acometió un reforma similar a la del Palau en dos años y el Gran Liceu se reconstruyó tras el incendio en cuatro años.

Publicidad

La concejal de Servicios Centrales, Luisa Notario, es la responsable del proceso administrativo de las obras. El lento proceso burocrático de la reforma, que tiene un coste de 13 millones de euros, es el argumento del equipo de Ribó con el que se justifica que los trabajos no hayan comenzado dos años después del cierre indefinido. A la falta de agilidad de la administración local se han sumado los recursos que, obviamente, ha demorado los plazos. No hay fecha concreta de reapertura del auditorio que aguarda unos trabajos que, cuando empiecen, se alargarán mínimo 18 meses. La última previsión oficial sitúa el inicio de las obras en el segundo semestre de 2022. Son tres, de momento, las temporadas del Palau afectadas por el cierre: 2019-2020, 2020-2021 y 2021-2022. ¿Consecuencia? Se ha erosionado a la principal institución cultural municipal.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad