Dónde clavas tu pupila cuando miras a El Bosco

La pieza, de la que han ofrecido variadas interpretaciones, como que es El carro de heno o la Mesa de los pecados capitales, es todo un despliegue de personajes. Según la pinacoteca madrileña, «en el tríptico cerrado el Bosco reprodujo en grisalla el tercer día de la Creación del mundo, cuando se separaron las aguas de la tierra y se creó el Paraíso terrenal».

«Arriba, a la izquierda, aparece Dios Padre como Creador, según indican dos inscripciones en latín, una en cada tabla: 'Él mismo lo dijo y todo fue hecho; Él mismo lo ordenó y todo fue creado' (Salmos 33, 9 y 148, 5). En el tríptico abierto, de brillantes colores que contrastan con la grisalla, el pintor incluyó tres escenas que tienen como único denominador común el pecado, que se inicia en el Paraíso del panel izquierdo, con Adán y Eva, y recibe su castigo en el Infierno del panel derecho. El panel central muestra un Paraíso engañoso a los sentidos, un falso Paraíso entregado al pecado de la lujuria», describen.

Todo un despliegue para la vista que, sin embargo, desde el centro quieren averiguar qué es lo primero en lo que fijan la mirada los visitantes al Prado que se detienen a contemplar la monumental obra. Para ello, el museo ha buscado aliados y se han hermanado con un conjunto de investigadores de la Comunitat. Concretamente, con el grupo de Neuroingeniería Biomédica de la Universidad Miguel Hernández de Elche. Dirigido por el catedrático de Biología Celular Eduardo Fernández Jover, este proyecto nace con la idea de analizar los datos recabados en más de 50 personas durante la contemplación de 'El jardín de las delicias', del Bosco.

«Cada participante ha usado unas gafas conectadas a un ordenador que hacen un seguimiento ocular para registrar la dirección de su mirada, el tamaño de sus pupilas y las zonas dónde se fija en cada momento», señalan los expertos de cómo se ha hecho el estudio, que permitirá conocer «qué partes de esta emblemática obra resultan más atractivas para el visitante y de qué manera su edad, sexo o procedencia pueden condicionar su mirada».

'¿Dónde miramos cuando miramos El Bosco?' es el nombre de esta iniciativa. Los resultados preliminares del estudio se conocerán en, aproximadamente, dos meses y ayudarán a comprender mejor los procesos de atención visual y a profundizar en el conocimiento de la percepción visual de las imágenes en la observación de las obras de arte en entornos museísticos reales, argumentan desde la Universidad Miguel Hernández de Elche, desde dónde explican con detalle que más de medio centenar de individuos se han sometido a esta especie de experimento en el que fueron fueron invitados a llevar unas gafas «conectadas a un ordenador que seguían y registraban la dirección de cada uno de los ojos, los movimientos sacádicos, el tamaño de las pupilas y dónde se fijaban los visitantes durante la contemplación de la obra».