

Secciones
Servicios
Destacamos
Día importante en el futuro de la investigación del caso IVAM. La exdirectora Consuelo Císcar se sentará ante la jueza y el resto de acusaciones para aclarar su participación en las irregularidades que se investigan en la institución cultural. Será la primera vez que lo haga desde que se inició la causa hace ya más de cuatro años. De hecho, en la primera de las piezas judiciales, la que pretende dilucidar la compra de obras falsas de Gerardo Rueda con fondos públicos del IVAM, optó por no declarar. Deberá de hacerlo, si quiere, en el juicio que la Audiencia de Valencia celebrará en unos meses.
Diferente ha sido la postura en la otra parte de las pesquisas. En estas se analizan el amaño de determinados contratos en el museo valenciano y la promoción del hijo de Císcar y del exconseller Rafael Blasco, Rablaci, para promocionar su carrera artística. El joven, con apenas 20 años de edad en el momento de los hechos, había expuesto por medio mundo. Casualmente sus muestras siempre coincidían con actos oficiales del IVAM. Las sospechas es que parte de la infraestructura del hijo de Císcar corría por cuenta de los proveedores oficiales de la institución cultural.
Lo habitual cuando un investigado solicita declarar es para colaborar con la Justicia. Pero, en el caso de la exdirectora, todo resulta una incógnita en este procedimiento judicial. Fuentes de su entorno negaron que esté preparando una confesión a cambio de una posible rebaja de la pena y apuntaron que se trata de aclarar algunas cuestiones de la investigación judicial.
La situación de la exdirectora resulta ciertamente complicada. Al margen de esta causa, todavía con final incierto, se enfrenta a elevadas penas de prisión por la compra de las obras póstumas de Rueda pagadas como si fueran auténticas. La Fiscalía Anticorrupción y la Generalitat le reclaman siete años de prisión. La acusación popular, que ejerce la organización Acción Cívica, lo eleva a 12 años.
La petición de Císcar de comparecer voluntariamente, tal y como avanzó LAS PROVINCIAS, se produjo en la misma semana que Raquel Gutiérrez, una subordinada suya, jefa de exposiciones del IVAM y hoy todavía personal de la casa, presentó un escrito en el juzgado en el que solicita el archivo de la investigación y culpa a Consuelo Císcar de todas las irregularidades.
La investigada entregó unas notas manuscritas por la propia Císcar, que calificaba las órdenes como «deberes», para evidenciar el control absoluto que la directora llevaba sobre todos los aspectos del museo. Además, añadió que sólo ahora, una vez conoce todo el caso en profundidad, se ha podido dar cuenta de cómo se utilizaba el museo para promocionar a Rablaci. Insiste en que no sólo ella recibía órdenes sino que, además, eran otros compañeros lo que también hacían este tipo de trabajos para el descendiente de la directora. Sólo ahora, analizado todo en conjunto, ha comprobado la existencia de ese plan ideado para favorecerle.
Unos de los asuntos principales en cualquier caso de corrupción es la recuperación del dinero supuestamente malversado. En la investigación de las compras de obras falsas esta cuestión está ya resuelta en el caso de una hipotética condena. La jueza ha embargado cantidades suficientes para cubrir toda la responsabilidad civil en el supuesto de una sentencia condenatoria. Sólo de Consuelo Císcar se han bloqueado bienes por valor de 1,7 millones de euros, entre los que se incluyen dos pisos en Artes Gráficas, una de las residencias de la familia. Del hijo adoptivo de Rueda, la instructora ha embargado más de 4 millones.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.