Dacosta convierte el Mandarin Oriental Ritz de Madrid en un hotel gastronómico

Quique Dacosta ha desembarcado en Madrid. No lo ha hecho con lo puesto, sino que se ha plantado en la capital con toda la artillería a su disposición para convertir el Mandarin Oriental Ritz, que ayer abrió sus puertas tras una titánica remodelación, en un hotel gastronómico. Cerrado desde hace un tiempo, esta joya arquitectónica con más de un siglo de antigüedad lo es aún más tras el asombroso trabajo de orfebrería que ha realizado el estrellado cocinero: cinco espacios distintos pero unidos por sinergias donde la excelencia y el producto tendrán un altar propio.

Dacosta es muy cuidadoso con todo aquello que lleva su firma, por eso lleva años diseñando hasta el más mínimo detalle de cuanto va a rodear a estos cinco restaurantes. En el primero de ellos, Deessa, parte del alma mediterránea que siempre le ha caracterizado pero con una clara apuesta por la despensa madrileña. Con Ricard Tobella como jefe de cocina, ofrecerán dos menús, uno con los platos históricos de Dénia y otro con recetas creadas para el nuevo espacio. Se trata de una propuesta con la que pretende aspirar a lo más alto dentro de la guía Michelin.

Si en este restaurante llevará la innovación y la creatividad al máximo nivel, con Palm Court aterrizará en la idiosincrasia del Ritz y mantendrá vivos los sabores clásicos. Eso sí, las recetas pasarán por el prisma del cocinero extremeño y de Juan Antonio Media para aligerarlas con técnicas modernas.

Con la barra de Pictura, Dacosta se adentra en lo que él denomina la cocina líquida. De la mano de Jesús Abiá, a la clásica propuesta de coctelería le han introducido un concepto rompedor con cócteles creados con técnicas culinarias y con unos ingredientes que tendrán un vínculo estrecho con los bocados diseñados expresamente para cada uno de ellos.

Champagne Bar será la oferta más exclusiva en la que los clientes podrán acompañar todo tipo de platos con grandes referencias de champagnes y cavas. Para el Jardín del Ritz, Dacosta ha diseñado platos que llevarán al comensal a un viaje por todo el mundo. Pese a la exclusividad del hotel, el cocinero extremeño también ha contemplado que haya tickets para todos los bolsillos.