![Enrique García Asensio: «El público me recuerda más que los agentes»](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202208/27/media/cortadas/foto%20principal-RDy4hxPc9YzbJse6dqOBRaJ-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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Acaba de cumplir 85 años este 22 de agosto y lo ha hecho con las botas puestas. Pese a que dice que es un jubilado, siempre está disponible para dirigir. No en vano, el maestro Enrique García Asensio (Valencia, 1937) es uno de los ... directores más significativos de la escena musical española. Con una carrera tan atípica como internacional, recordado por regalar batutas a los más pequeños en el programa de Televisión Española 'El mundo de la música' allá por finales de los 70 y principios de los 80, fue discípulo del maestro rumano Sergiu Celibidache y logró alzarse, a los 29 años con el prestigioso concurso de dirección orquestal Dimitri Mitropoulos, lo que le puso al frente de la Orquesta Filarmónica de Nueva York. Miembro del Consell Valencià de Cultura (CVC) desde su creación hasta hace apenas unos años, en esta entrevista repasa su extraordinaria trayectoria y defiende que sí se siente profeta en su tierra. No obstante, lamenta que, pese a su extensa carrera, no ha recibido el Premio Nacional de Música.
-Acaba de cumplir 85 años. ¿Ha hecho balance de una vida dedicada íntegramente a la música?
-Soy una persona que siempre hace balance. Y más cuando se cumplen unas cantidades... (ríe). Ha habido luces y sombras, alegrías y tristezas. Pero estoy agradecido a la vida por haberme dado tanta salud. El próximo día 16 de septiembre dirigiré un concierto en el teatro Principal de Valencia donde celebraré mis 85 años. Y llego en perfectas condiciones.
-Entonces no sé si puedo preguntarle si piensa en la jubilación.
-Yo estoy jubilado. Cuando me llaman para dirigir un concierto, me doy de alta, pago mis impuestos, y me voy a trabajar. Pero hago pocos conciertos, si me dedicara sólo a ello no podría vivir. Siempre digo que la gente tiene la memoria muy flaca. El público me recuerda mucho más que los agentes. Aunque he de decir que en Valencia no me olvidan nunca. Me han organizado este concierto, en el que sonará música española y también una obra de Armando Blanquer que él me dedicó a mí.
-Se puede decir que sí se siente profeta en su tierra.
-Siempre lo digo, de mi tierra no tengo queja. Donde más homenajes me han hecho ha sido en Valencia. Y siempre lo digo también: Soy más valenciano incluso que el Micalet.
-Además de ese concierto del día 16 de septiembre, ¿le veremos dirigir por Valencia?
-Yo nunca paro y siempre estoy con la batuta lista para actuar donde me llaman. Tengo algunas cosas apalabradas, pero hoy en día, el problema, es que no se me tiene fe. Piensan que soy muy viejo y que no puedo ni ponerme los pantalones. No es así. No estoy para nada falto de facultades. En el próximo concierto voy a dar el cien por cien.
-Desde bien joven comenzó su ascensión internacional, ha trabajado en los teatros más importantes del mundo, con los artistas más reconocidos. ¿Cómo describiría su carrera?
-Todo el mundo sabe en Valencia que yo soy el cuarto Enrique de mi familia que se dedica a la música. Estaba predestinado y desde que nací supe que tenía que ser músico. Mi abuelo fue profesor municipal de solfeo, de piano y violín. Era abogado, pero no ejerció. Nací en la Gran Vía Germanías y desde muy joven me fui a estudiar a y formarme en el extranjero. Pero he sido muy afortunado. En mi tierra siempre me han dado las mejores consideraciones.
-Fue el discípulo del maestro rumano Sergiu Celibidache, uno de los grandes directores de orquesta. ¿Qué recuerda del maestro?
-Todo lo que enseño o he enseñado en mi vida se lo debo a él. Yo tuve el honor de que, gracias a mí, viniera a Valencia y dirigiera la que por entonces era la Orquesta Municipal de Valencia. Fue gracias a la Sociedad Filarmónica de Valencia, que patrocinó el concierto. Vino con su mujer y se hospedaron en el Hotel Reina Victoria. Después los llevé a Llíria a conocer las dos bandas, la Unión y la Primitiva. Porque aunque yo sea director honorario de la Unión, quise que las conociera a las dos. Todo se lo debo a él. Lo conocí en 1957. Me lo presentó mi padre cuando dirigió la Orquesta Nacional de Madrid. Asistí a todos los ensayos que tuvieron lugar en ese momento. Puedo decir que Celibidache se convirtió en mi segundo padre.
García Asensio mantiene una estrecha relación con la Orquesta de Valencia y el Palau de la Música. Por eso, no se esconde y muestra su malestar con la situación que atraviesa el auditorio, cerrado desde 2019 y a la espera de que se finalice la reforma del espacio.
-Usted que ha dirigido a la Orquesta de Valencia. ¿Cómo ve la situación por la que atraviesa el Palau de la Música, clausurado desde 2019?
-Estoy avergonzado de lo que pasa en el Palau. No hay derecho y no tengo palabras. Que suceda eso en una ciudad como Valencia, en la Comunitat Valenciana, la región con más músicos por kilómetro cuadrado de toda Europa. Quien haya dejado que esto pase no tiene perdón.
-¿Siente que la cultura está maltratada en la Comunitat?
-Es que no tenemos ni idea de lo importante que es la cultura. Mi maestro Celibidache se murió luchando por la cultura y sin conseguir que se apreciara. Yo me moriré luchando también y tampoco lo conseguiré. Mire, no me han dado el Premio Nacional de Música. Es el único dolor que tengo. Con Valencia no tengo ninguna pena, pero con España...
-¿Falta apoyo político a la cultura?
-Es que ha habido unas épocas mejores. Cuando hay problemas económicos y ahora la pandemia, los músicos salen muy perjudicados. Ahora no se pueden hacer muchas cosas, no hay dinero. No soy optimista. Habrá que esperar.
-Siempre ha creído que la música era pedagogía, que debía transmitirse al público, haciéndola lo más accesible posible. ¿Es por eso que se dejó embarcar en el programa de Televisión Española 'El mundo de la música', desde 1976 a 1980?
-La idea de ese programa se me ocurrió porque yo vi que Leonard Bernstein lo hacía. En ese caso era para jóvenes, para personas más adultas. Pero creí que debía hacerse para los niños. Ahí nació el programa y lo de regalar batutas. Yo quería que los niños aprendieran jugando. Ese era mi objetivo. En ese momento, la batuta se convirtió en el juguete más deseado por todos los niños.
-¿Le siguen recordando por el programa?
-Me recuerdan los que ahora son padres, los que eran niños en aquel momento. Se acuerdan del programa, sobre todo de lo de la batuta. Después, ya con Fernando Argenta, también participé en varios programas de 'El Conciertazo'. Estuve 21 años como director de la Orquesta de Radiotelevisión Española y otros 16 en la Banda Sinfónica Municipal de Madrid, por eso siempre estuve ligado a la Radiotelevisión Española.
-¿Es de esos directores que siempre están aprendiendo?
-Es que si un día no lo hago, me acuesto fastidiado. Cada concierto es una enseñanza. Yo intento aprender cada día algo nuevo aunque dirija obras y composiciones que ya he dirigido en otras ocasiones. Siempre digo que la música es un fenómeno irrepetible y se desarrolla en el tiempo. Y el tiempo no puede repetirse.
-¿Qué enseñanzas ha querido ofrecer siempre a sus alumnos? En su vida nunca ha parado de enseñar.
-Fui el primer catedrático de la asignatura de dirección de orquesta en un conservatorio. Era 1970 y hasta esas fecha no se podía estudiar la carrera de dirección en España oficialmente. Para ello, tenías que marcharte al extranjero. Después, ya fueron saliendo cátedras. Y eso que en Valencia estaban personalidades como Manuel Galduf, pero yo fui el primer catedrático. Siempre he pensado que he tenido buenas condiciones de pedagogo y es lo que intenté transmitirle a mis alumnos. También aprendí mucho haciendo televisión.
-¿Qué personalidad, cantante o director de orquesta del mundo de la música le ha impactado más? Ha trabajado con todos los número uno de la escena artística.
-He conocido a muchas personalidades y cuando son tan famosas internacionalmente es difícil quedarse con una sola. Recuerdo al pianista chileno Claudio Arrau, por ejemplo. Pero he trabajado con tantísimos solistas y maestros. Todos han sido muy grandes y los recordaré toda la vida. Me acuerdo mucho también de José Iturbi, era un hombre estupendo, muy amable. Era un hombre al que se le debían muchas alabanzas, un gran pianista y una gran persona.
-Hace unas pocas semanas falleció el profesor Santiago Grisolía, presidente del Consell Valencià de Cultura, un ente del que ha formado parte durante muchos años. Imagino que sintió mucho su pérdida.
-Lo he sentido mucho. Desde el inicio del Consell de Cultura, donde yo he estado hasta 2018, hemos estado juntos y hemos trabajado mucho por la cultura valenciana.
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