Esther Ferrer, en el Centro del Carmen de Valencia. ROSA GARCÍA

Esther Ferrer: «Intento entender todo lo que vivo, pero en realidad no comprendo prácticamente nada»

El Centro del Carmen acoge la primera exposición en Valencia de la artista española, galardonada con el Premio Velázquez y el Nacional de Artes Plásticas

Carmen Velasco

Valencia

Miércoles, 15 de mayo 2024, 19:39

Esther Ferrer tiene la misma edad que Jane Fonda. La actriz desfiló por la alfombra roja en la inauguración del Festival de Cannes el pasado martes mientras la artista española, Premio Velázquez, inaugura este miércoles su primera exposición en Valencia y en la Comunitat. A ... los 86 años hay vida, hay arte, hay humor, hay reflexión. Ferrer no esquiva preguntas, no recurre a lugares comunes. Ferrer no responde a clichés ni se plega al mercado. Huye de la solemnidad intelectual y del narcisimos de los artistas. En el arte, «no hay que tener miedo», afirma en el Centro del Carmen.

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El tiempo le ha dado la razón a los planteamientos de Ferrer. Ella, desde siempre, ha empleado su propio cuerpo como herramienta para cuestionar el ideal femenino de belleza impuesto por la sociedad y reflexiona sobre el paso de los años, el espacio y el género. Sus posicionamiento crítico y reflexivo ha sido revalidado. Cuando nadie hacía performances, ella despuntó.

«Durante siglos de arte pintores y escultores nos han desnudado y han reflejado todas sus miserias y rebajado el cuerpo de la mujer de una manera horrible. Cuando las mujeres empezaron a hacer 'performance' y enseñar su cuerpo, en el momento en que no nos desnudaban y nos desnudábamos, éramos unas narcisistas», sentencia durante la presentación de la muestra 'Esther Ferrer: el cuerpo atravesado por el género, el espacio y el tiempo'.

El tiempo también ha respaldado el formato artístico de la creadora vasca, que también cuenta con el Nacional de Artes Plásticas: «Cuando empecé la gente no tenía ni zorra idea de qué eran las performances», comenta. «Las reacciones eran de todos los órdenes, incluso violentas aquí en Valencia. La gente nos tiraba tubos y otras se aburrían. Yo pienso que el aburrimiento puede ser muy creativo. Hoy todo el mundo sabe lo que es la 'performance'. Para bien o para mal, porque saber todo es muy aburrido», asegura.

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Respecto a si el arte performático ha sucumbido a lo comercial, Esther Ferrer lo tiene claro: «es imposible» que resista porque «el capital lo recupera todo y rápidamente». Ahora, admite, esta disciplina ha evolucionado: «Todo se transforma, pero no me preocupa». El arte es ahora más tecnológico, pero ella: «No tiene tiempo para la tecnología. Me gustaría, pero tengo muchas cosas que hacer», mantiene.

No vive aislada. Es una artista pegada a la calle. «Intento entender todo lo que vivo pero en realidad no entiendo nada», afirma la Premio Velázquez. «Yo puedo vivir perfectamente sin hacer exposiciones», sentencia a sus 86 años. No es lo mismo exponer que crear. Ella concibe el arte como la herramienta para conocer y aprender. «No sé hacer casi nada», bromea.

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En la exposición del Centro del Carmen, que estará en cartel hasta el 29 de septiembre, Ferrer lanzar preguntas para que el propio público las responda y las comparta en las paredes de la Sala Carlos Pérez. Estas son algunas de las cuestiones: «¿Puede alguien definirme qué es el arte feminista?»; «¿Hay una diferencia entre la visión femenina del arte y la masculina?»; «¿piensa ud. que la lucha feminista, en general y de las artistas en particular, ha llevado al arte a territorios desconocidos, introduciendo en su práctica otros temas, valores y esquemas de pensamiento?».

La artista cree que «la percepción del tiempo es totalmente personal». «Si yo trabajo con el tiempo es porque cuando era niña mis padres iban mucho al teatro y cuando venían decían que parecía que había durado dos horas y en realidad había sido más corto o más largo. Y a mí esto me dejaba pensado. ¿Cómo puede ser? ¿Una hora y media es una hora y media para todo el mundo? Esto ya ocurría sin tecnología ni inteligencia artificial. La percepción del tiempo ahora resulta que no existe», reflexiona.

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La comisaria de la exposición considera a Esther Ferrer una artista enmarcada en el «conceptualismo caliente», aunque la autora ha indicado que ella no se defina nunca a sí misma porque no tiene necesidad. «Siempre te definen los otros» y «todas las interpretaciones son válidas, esa también».

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