La exdirectora devolvía el importe de las dietas no consumidas en billetes de 500 euros

Consuelo Císcar dirigió durante diez años el IVAM. Una década en la que mantuvo un férreo control sobre la institución. Un funcionario de administración del museo manifestó recientemente a la Policía que Císcar ha sido la única gerente que prácticamente ha devuelto todos los anticipos de caja para sus viajes. En principio, podría ser un síntoma del escaso gasto en los desplazamientos de la responsable. Pero el trabajador aporta un dato desconcertante: «Lo devolvía en billetes de 500 euros». Evidentemente, los anticipos se entregan en billetes de menor cuantía. De ahí lo sorprendente de esta actuación. La sospecha tras la declaración de este testigo es que se utilizara la devolución de las dietas como una forma de deshacerse de estos billetes, siempre difíciles de 'colar' en transacciones diarias.

El funcionario trasladó esta operativa a sus superiores del museo. Lo hizo cuando le devolvieron por primera vez 3.000 euros en seis billetes de 500 euros. No obtuvo respuesta por parte de sus jefes. Esta mecánica se repitió entre los años 2006 y 2009.

La declaración de ayer de Mundina, que no despejó las dudas que pesan sobre su actuación, consistió en defenderse con el hecho de que seguía órdenes de su superiora. En la misma línea que trazó la exjefa del departamento de Desarrollo María Ángeles Valiente que afirmó recientemente que «obedecía» en «todo» a Consuelo Císcar y hacía de «puente transmisor» para promocionar la carrera del hijo de esta, Rafael Blasco, conocido como Rablaci. La Policía sostiene que la directora montó un entramado para impulsar la carrera de su hijo. Para ello se aprovechó de los funcionarios de la institución cultural, pero también de los recursos económicos de entidades públicas, siempre según los agentes.