![Bono cultural joven |¿En qué gastan los jóvenes el bono cultural?](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202302/17/media/cortadas/Imagen%201461790304-RewofSE2Q6tyrGx0poQRINO-1968x1216@Las%20Provincias.jpg)
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Tienen 18 años y 400 euros para gastar en libros, entradas a conciertos, representaciones teatrales, juegos o prensa digital en lo que dura al año 2023. Son los beneficiarios del Bono Cultural Joven, una iniciativa impulsada por el Ministerio de Cultura, no exenta de polémicas y problemas a la hora de tramitarse, que ya ha permitido a los primeros chavales que cumplieron la mayoría de edad en 2022 pagar con esta subvención algún que otro producto cultural. Es más, el departamento que dirige Miquel Iceta ha hecho público esta semana que 30.939 jóvenes de la Comunitat Valenciana se han beneficiado de la medida, un 58,4 por ciento de los posibles optantes a este cheque que, no obstante, tiene sus particularidades. Porque esos casi 31.000 chavales deben saber que los 400 euros se tienen que gastar por bloques. Así, 200 euros deben destinarse a artes en vivo, patrimonio cultural y artes audiovisuales; 100 euros son para productos culturales en soporte físico como libros, revistas, prensa, videojuegos, partituras o discos; y otros 100 euros para consumo digital o en línea.
Con estos condicionantes y sabiendo que, según el Ministerio, la medida le ha costado a las arcas públicas más de 15 millones de euros, cabe preguntarse ¿en qué se han gastado los jóvenes valencianos el Bono Cultural? Videojuegos, libros –sobre todo para la universidad u otros estudios–, cine en familia y entradas VIP para festivales de veranos, son las opciones mayoritarias de los jóvenes, que desvelan a LAS PROVINCIAS cómo han invertido esta especie de cheque que, como si de una tarjeta de crédito se tratara, se lleva incluso en el móvil y permite su uso en los datáfonos de los comercios.
30.939valencianos se han beneficiado del Bono Cultural Joven
Daniela Romero, de 18 años y estudiante universitaria de Administración y Dirección de Empresas (ADE), no ha agotado los 400 euros a los que tiene derecho. Le quedan algo menos de 200 euros por consumir. En concreto, compró un libro para su hermano (no recuerda el título), un videojuego también para él – «aunque jugamos los dos», confiesa–, concretamente el 'Fifa'23', y la entrada VIP para el Festival Big Sound que se celebra este verano en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. No ha tenido problemas en gastar ese dinero, aunque sí fue una de las tantísimas jóvenes a las que les costó sacarse el bono cultural, aunque en su caso fue su madre la que le tramitó el proceso. «No tengo ni idea de en que me voy a gastar el resto, tengo que pensarlo. En el caso del festival, hablé con amigos y ellos hicieron lo mismo, se compraron la entrada con el bono. Así que yo también lo hice», asegura Daniela.
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Aroa Badillo, también estudiante de ADE y con 18 años, ha invertido el dinero a comprar libros. «Sólo he gastado unos 100 euros, los destinados en el apartado de libros», asevera. En concreto, se hizo con un volumen de Legislación Básica de Derecho Mercantil, un texto que va, indudablemente, para sus estudios universitarios. También adquirió la novela 'Todo arde', del escritor Juan Gómez-Jurado y 'Los vencejos', del autor Fernando Aramburu. «Es verdad que el bono está muy limitado. Hay un apartado que es para discos y cd's y, ahora como está todo digitalizado, pues veo difícil gastarlo en eso. También en plataformas de música o de películas y series. Es raro que ya no estés suscrito a una de ellas. Por ejemplo, yo tengo la cuenta de Netflix compartida. Y además, el bono sólo te deja suscribirte durante cuatro meses. También veo difícil gastarte esa cantidad», afirma sobre el apartado de productos digitales. Piensa que podría utilizarlo también para adquirir alguna entrada para uno de los festivales de verano. Aunque, en su caso, la previsión que tiene es la de trabajar durante las vacaciones, por lo que no quiere adquirir nada a lo que luego no pueda asistir. Es común entre los jóvenes que no hayan agotado los 400 euros. Es más, al tener esos condicionantes, muchos coinciden en que no serán capaces de gastar toda la subvención.
A Iris Rodríguez, estudiante universitaria, fue su tía la que le ayudó a tramitar el Bono Cultural Joven. Tras varios intentos –«la página no nos dejaba y si no es por ella no me lo saco», señala– consiguió ser una de los casi 31.000 chavales valencianos que fueron beneficiarios de la medida. Con ella, ha comprado varios libros. Para ella adquirió 'Mis ganas ganan', de Elena de Huelva. Aunque también compró 'La chica de nieve', de Javier Castillo para su madre y 'Contando atardeceres' de La Vecina Rubia. «También fui al cine. Aproveché que acudí con mi familia para comprar las entradas de todos. Ya que tengo el bono...», dice mientras relata que una de los veces que acudió con sus más allegados a una sala de cine lo hizo para ver 'Avatar'. Iris cuenta su periplo para poder adquirir, con la tarjeta, una suscripción a las diversas opciones digitales para escuchar música o ver series y películas. «Hay muchas plataformas a las que me habría suscrito pero no me deja ponerlas, sólo Netflix. Lo intenté con Disney+, con Atresplayer... Y nada. Sólo Netflix. Y también Spotify. Lo conseguí pero al terminar la prueba gratuita, ya no me dejó», narra extrañada. Recuerda que también compró un libro de derecho mercantil para la universidad –estudia ADE– por lo que en el apartado dedicado a estos productos, apenas le quedan unos 14 euros para gastar. Dice, además, que si lo llega a saber se espera para poder hacer con la entrada para el festival Zevra (del 21 al 24 de julio en la localidad de Cullera), pero lo hizo antes para no quedarse sin ella. «Tienes presión para gastarte el bono en este año pero no sabes en lo que lo vas a hacer porque como te limita... Además, tienes que subir el ticket de lo que te has comprado a la aplicación. Porque si no lo haces, según me han dicho, te pueden incluso bloquear el bono», añade.
En su caso, tampoco sabe muy bien en que seguir invirtiendo el resto del dinero. No obstante, y después de que el Tribunal Supremo haya fallado a favor de incluir los toros en el Bono Cultural Joven, después de que hubieran quedado excluidos, confiesa que intentará abonar las entradas de la Feria de Fallas mediante este cheque. «Ya he mirado en la web y he preguntado pero aún no saben cómo», asevera.
Una de las medidas estrella del Ministerio de Cultura, el Bono Cultural Joven, ha tenido una azarosa vida. El departamento de Miquel Iceta tuvo que ampliar varias veces el plazo de solicitud de la ayuda ante los numerosos fallos informáticos que sufrió el procedimiento para solicitarlo. De esta forma, se fue retrasando y no fue hasta finales del año pasado cuando comenzó su verdadera aplicación. Pero además, la polémica también ha surgido alrededor de una iniciativa que ha acabado siendo objeto de la picaresca por parte de los beneficiarios. Es más, muchos de ellos han revendido algunos de los productos adquiridos con el bono a través de páginas de segunda mano o aplicaciones como Wallapop. Echando un vistazo en este tipo de plataformas se puede observar como ni siquiera hay pudor en confesar que libros o videojuegos se han comprado gracias a esta ayuda. De esta forma, y revendiendo los objetos que, o ya se han usado o se adquirieron para gastar la subvención, se obtiene dinero en efectivo que puede destinarse a otras actividades.
Compañero de Daniela, Aroa e Iris es también Eduardo González. Ha gastado, hasta la fecha, unos 150 euros del Bono Cultural Joven. ¿En qué? «En la entrada VIP para el festival Zevra, más una entrada general, el libro 'Así es la puta vida', del 'youtuber' Jordi Wild y otro libro de Derecho Mercantil», cuenta a este diario. Intentó hacerse con un mando para la consola pero no pudo pagarlo con la tarjeta –el bono sí permite adquirir videojuegos–. Eduardo, que aseguro que tuvo que ir varias veces a tramitar este cheque e, incluso, tuvo que llevar el libro de familia, tampoco sabe a qué va a destinar el resto de dinero. «Seguramente en otro libro para leer o para la universidad, en ir al cine... Pero yo veo que esta medida es populista, como se acercan las elecciones...», argumenta.
Alberto Peñarrubia, estudiante de un grado superior de mecánica, sólo ha adquirido un videojuego con el Bono Cultural Joven. «El 'Fórmula 1 de 2023'», cuenta. Baraja comprar alguna entrada de cine o hacerse con algún libro aunque aún no sabe a qué destinará los más de 300 euros que aún le quedan. «De momento tenía pensado también comprar la entrada para el festival Medusa. Pero aún no lo tengo claro...», asevera.
Estudiante de Electromecánica, Luis Ruiz, también de 18 años, ha invertido ya unos 70 euros del Bono Cultural Joven. Aunque a diferencia de los otros chicos, en su caso ha sido para visitar el Oceanogràfic (incluido un simulador que hay en el enclave) y el Hemisfèric. «Si no hubiera tenido el bono, no hubiera conocido el sitio. Con el dinero, vi la oportunidad para que mi novia y yo fuéramos», asegura. En sus previsiones, también está la de destinar el bono a «algún festival como el Medusa o el Zevra».
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