Algunas de las obras de la colección Lladró que pasarán al Museo de Bellas Artes de Valencia. LP

La Generalitat compra la colección Lladró

El Consell adquiere por 3,7 millones los excepcionales fondos de la familia de la firma porcelánica | El Museo de Bellas Artes recibirá 70 obras de pintores como Sorolla, Pinazo, El Greco, Ribera, Rubens, Zurbarán y Joan de Joanes

Noelia Camacho

Valencia

Domingo, 10 de julio 2022, 00:29

La Generalitat Valenciana será la dueña de la colección Lladró, uno de los conjuntos artísticos de carácter privado más importantes de España y que cuenta con 70 lienzos de nombres tan significativos como Sorolla, Pinazo, Joan de Joanes, El Greco, Ribera, Ribalta, Zurbarán ... y Vicente López, entre otros. Según ha podido saber LAS PROVINCIAS, el Consell ha estado meses negociando con representantes de la familia Lladró, la firma porcelánica más internacional, hasta que ha llegado a un acuerdo con los responsables de la colección para abonar 3,7 millones por este conjunto de joyas que suponen un recorrido pictórico desde el siglo XV al siglo XX.

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Además, cuando se haga efectiva la compra de esta colección, –cuyos responsables prevén que se realizará en los próximos meses una vez se finalicen todos los trámites administrativos para la firma del contrato– los cuadros pasarán a formar parte de los fondos del Museo de Bellas Artes de Valencia, el espacio natural para una colección de estas características. Se trata de unos fondos pictóricos que, desde el cierre del Museo Lladró en 2015, permanecen en un almacén en Madrid para garantizar su conservación y sólo lo han abandonado para exhibirse en exposiciones temporales como la que se pudo ver en Fundación Bancaja entre 2015 y 2016.

Es más, es el centro cultural valenciano el que en la actualidad exhibe la que quizás es la pieza más significativa de la colección Lladró, 'Yo soy el pan de la vida', uno de los cuadros de mayor tamaño que lleva la firma del valenciano Joaquín Sorolla. Está considerada toda una rareza en su producción artística ya que es uno de los pocos cuadros de temática religiosa que realizó a lo largo de su vida. Junto a él, también se expone en Bancaja 'Bacante y Amorcillo', de Ignacio Pinazo. El acuerdo de cesión de ambas piezas al centro cultural finaliza próximamente.

Según fuentes de la Generalitat Valenciana consultadas por este periódico, una de las principales motivaciones de la compra de la colección era permitir que el conjunto regresara a Valencia tras la clausura del museo que los Lladró tenían en Tavernes Blanques. Asimismo, esta colección posee hasta siete cuadros de Sorolla, lo que supone un impulso y llegan en el momento, según estas mismas fuentes, que se está organizando la celebración del Año Sorolla, que en 2023 rendirá tributo al centenario de la muerte del genio valenciano.

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«El conjunto llena algunos vacíos como el caso de Zurbarán, del que el museo no tenía obra», afirma el director del San Pío V, Pablo González Tornel

Desde la Generalitat, donde destacan a su vez la predisposición de la familia Lladró para que la operación de compra llegara a buen puerto, también consideran que la dotación de este conjunto completa los fondos del Museo de Bellas Artes de Valencia, «un espaldarazo», afirman, para la considerada como segunda pinacoteca de España.

Preguntado por LAS PROVINCIAS, el director del Museo de Bellas Artes, Pablo González Tornel, quien ha sido uno de los artífices de esta adquisición, señala que con la entrada de la colección Lladró en los fondos del San Pío V sirve para «reforzar los puntos fuertes del museo pero también llena algunos vacíos como es el caso de Zurbarán, del que el Bellas Artes no tenía ningún cuadro». «Además, contribuye a reafirmar la referencia internacional que supone exhibir siete obras más de Sorolla, entre ellas 'Yo soy el pan de la vida'», asevera.

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Para él, también hay que poner en valor que el conjunto de los Lladró es «historia del coleccionismo en España». «Hemos evitado que los fondos se desgajen y separen», reitera el responsable de la pinacoteca. González Tornel pone de relieve la importancia de esta colección, por la que el Consell abonará hasta 3,7 millones de euros.

La colección incluye 'Yo soy el pan de la vida', la pintura de gran tamaño de Sorolla que es un rareza por su temática religiosa

En total, son 70 pinturas y dos conjuntos escultóricos –entre ellos una jarra cincelada con dos copas de Mariano Benlliure–. Desde el pasado septiembre, representantes de la Generalitat, del Museo de Bellas Artes y de la familia Lladró han estado negociando la operación a la que sólo le faltan los trámites administrativos. Mañana lunes, la Junta de Valoración de la Generalitat se reunirá para estudiar la compra y después se pondrán en marcha todos los mecanismos burocráticos para la firma del contrato de venta.

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No ha sido esta la primera vez que la pinacoteca valenciana se ha interesado por unos fondos artísticos de enorme valor que también incluyen obras de Berruguete, Vicente Macip, Antonio Cortina, José Benlliure, Mongrell, Vila y Prades, Moya y Calvo, Segrelles, Maella, el Maestro de Artés o Joan Rexach. En 2018, tal y como adelantó este diario, el centro artístico contactó con los propietarios de los fondos para acoger y exhibir las piezas. Aquello no se materializó y la intención quedó en eso, en una idea.

Imagen de la exposición que se pudo ver en Fundación Bancaja en 2015. IRENE MARSILLA

En los últimos años, la colección Lladró ha estado guardada a la espera de ver la luz. Porque tras abandonar la Fundación Bancaja en julio de 2016, la selección de pinturas recaló después en el Museo de la Pasión de Valladolid. En ese caso, sólo se exhibieron una treintena de las obras, aunque fueron las más significativas. La muestra se inauguró en diciembre de 2016 y estuvo hasta febrero. Después viajó hasta la Fundación Caja Granada, donde aterrizó en marzo y fue prorrogada hasta julio. Desde entonces, no se han vuelto a exhibir salvo las piezas cedidas a Bancaja.

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La colección Lladró comenzó a gestarse a mediados de los años 80. Nació con la voluntad inicial de adquirir y recuperar pinturas de maestros valencianos de todas las épocas. Después, llegaron otras piezas de grandes autores nacionales e internacionales. En 2017, el fondo de inversión PHI Industrial compró la empresa, pero la familia Lladró mantuvo en su poder los fondos. Ahora, estas grandes obras pasan a formar parte del patrimonio de los valencianos.

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