González Pons: «Nos hemos puesto una norma: no enfadarnos»

Al eurodiputado Esteban González Pons la cuarentena le ha sorprendido en plena transición de político a novelista. Publicó su novela 'Ellas' (Espasa) sólo tres semanas antes del encierro. «Tres años escribiendo y el virus me ha dejado sin promoción, sin San Jordi y sin la Feria del Libro de Valencia», lamenta. «Cuando esto pase los que amamos la cultura deberíamos comprometernos a comprar a cada librero un libro por cada semana que han tenido que cerrar», añade.

González Pons no pierde el tiempo. El encierro le sirve para continuar creando historias. «Ya llevo cien páginas y va a ser de miedo», adelanta. El político valenciano está al frente del grupo de 180 diputados del Partido Popular Europeo así que pasa el confinamiento en Bruselas, en el apartamento que allí tiene alquilado. «Estoy con mi mujer, Piluca, con mi hija pequeña, también Piluca, y con dos hijos de mi mujer, Jorge de 22, que estaba de Erasmus en Lyon y lo rescatamos, y Paula de 18, que está estudiando aquí».

«Vivimos bastante apretados, pero de buen humor», explica. Su receta para una buena convivencia: «Nos hemos impuesto una norma: prohibido enfadarse, y la cumplimos». Y todo esto sin dejar de trabajar. «Es gracioso vernos compartir en horario laboral la mesa del salón con nuestros ordenadores pegados; mi mujer diseñando para su empresa, yo de videoconferencia con Ursula von der Layen y la niña pequeña en clase de matemáticas», explica.

Su ventana da a una típica calle del barrio universitario de Bruselas. «En España no se sabe, pero el resto de Europa también sale cada tarde a aplaudir a los sanitarios». No duda cuando se le pregunta acerca de qué será lo primero que haga al salir del confinamiento: «Correr a darle un beso a mis padres y a mis hijos mayores». Y, sin más, se despide: «Por favor, quédense en casa y, si pueden, lean».