Hemingway, Ava Gardner, Marlene Dietricht, Abbe Lane y Renau, los otros artistas del Museo Taurino de Valencia

Orson Welles, Marlene Ditricht, Ernest Hemingway, Ava Gardner, Abbe Lane y su mentor Xavier Cugat, Lola Flores, Concha Piquer, Josep Renau, Amparo Rivelles, Antonio Ferrandis, Urtain, el maestro Penella, el ministro japonés Yakichino Suma… Nombres míticos de los distintos ámbitos de la creatividad que han quedado inscritos en la historia del arte y también en la de Valencia. Todos ellos se dejaron ver en ese escaparate social que siempre han sido las plazas de toros, y en particular la de la ciudad del Turia.

El emblemático escenario del arte del toreo al que estos nombres y muchos más que a lo largo del tiempo han pasado por su tendido han hecho del coso de la calle Xàtiva un escenario de arte que ha ido más allá del propio arte del toreo.

Lo prueba el Museo Taurino que ahora se prepara para someterse a un proyecto de ampliación. Las fotografías que recoge la colección del espacio expositivo reflejan el atractivo que han ejercido las corridas valencianas entre el universo de la creatividad.

Para este espacio, la Diputación de Valencia ha previsto un proyecto que, como adelantó LAS PROVINCIAS, acercará las salas a las formas del siglo XXI. La sala del pasaje Doctor Serra fue una de las primeras estancias de estas características que abrió sus puertas con una colección taurina «completa e interesante». Sin embargo, tal como señala el crítico taurino de LAS PROVINCIAS, José Luis Benlloch, con el tiempo «ha ido a menos a diferencia de lo que ha sucedido en ciudades como Sevilla y Madrid», donde a pesar de haber iniciado la aventura museística más tarde, «han avanzado mucho más». Además, como ha podido confirmar este periódico, los fondos del museo pueden resultar de mayor valor taurino que los de otras plazas. Las mismas fuentes apuntan que dejan los fondos expuestos incluso podrían ser más, puesto que muchos objetos y bienes museísticos se encuentran almacenados.

Y entre los fondos a la vista del público, la colección fotográfica -que también se puede consultar a través de la página en internet- que deja claro el magnetismo de la plaza para los rostros conocidos en las épocas en las que los toros eran espectáculo clave en la vida social.

Un especialista como es José Luis Benlloch certifica el magnetismo que desde siempre ha ejercido el céntrico enclave de la ciudad. Benlloch apunta que la presencia de rostros conocidos en tiempos en los que una tarde de toros era uno de los espectáculos más deseados en Valencia se daba sobre todo «durante la Feria de Julio».

Eran años en los que los festejos del verano, «con gran número de corridas», aportaban a los tendidos muchos rostros conocidos que impactaban en el público en un tiempo todavía lejano de las redes sociales, de las revistas y de los programas televisivos.

Así, Valencia forma parte de la historia de todos ellos al mismo tiempo que sus nombres se han pegado al relato de la ciudad.

Recuerda Benlloch que en los tiempos de máximo éxito de la Feria de Julio, esa era la cita preferida para los rostros conocidos, aunque también se acercaban en Fallas. «Los artistas que actuaban por la noche, se reservaban la tarde para ir a los toros».

La conversación con Benlloch deja claro que esta faceta de la vida de la capital se conserva en la memoria colectiva de sus habitantes. Y hay un espacio, el Museo Taurino, que la guarda para que perdure.

La colección del museo, que en 2029 cumplirá cien años, además acoge utillaje, piezas de la vistosa vestimenta taurina, documentos relacionados con la actividad de la plaza, así como una amplia colección de carteles y trabajos de diseño gráfico que ayudan a conocer la historia de la tauromaquia. Ahora parece que la atención se ha dirigido a esta institución a juzgar por el anuncio de un proyecto que de momento no tiene fecha. Mientras el museo recibe visitantes que habitualmente también pueden conocer la capilla y los toriles de la plaza de toros de la que también se puede pisar el ruedo.

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