Huracán Romántica: «Antes la gente oía música y prestaba atención, hoy es la banda sonora para hacer otra cosa»

–¿Con la gira van a transmitir algo nuevo al público?

–El primer disco salió en marzo de 2019. Llegó la pandemia y nos paralizo mucho. En ese tiempo generamos colaboraciones con otras bandas, ya que estábamos todos parados. Después empezamos a preparar material para lo que estamos haciendo ahora con los singles. La idea es que con estos nuevos trabajos rehagamos el show de directo, con canciones nuevas. En Huracán todos venimos de otras bandas con su propia trayectoria. Cada músico aporta unas cosas. No nos pilla sin experiencia, pero en realidad no sabes qué es el proyecto nuevo. Ahora cuando ya lo tenemos claro es cuando nos ponemos a trabajar. Reencontrarte a ti mismo con una propuesta nueva es difícil. Por fin parece que sabemos quiénes somos y vamos a reafirmarnos.

–¿Y quiénes son?

–Somos una banda que hace rock y que intenta tener un directo divertido que te haga bailar y sonreír con unas letras que te lleven a pensar y a reflexionar. Esa es nuestra idea, además de no tener prejuicios a la hora de plantear necesito que esto sea así porque es comercial. Queremos gustar a la gente, pero queremos también hacer música que nos guste a nosotros.

–Hablan de letras para reflexionar, ¿esa actitud es esa una actitud infrecuente?

–No es infrecuente. Hay muchas propuestas artísticas con letras de calidad, que llevan reflexiones detrás que son interesantes o al menos que miran a la vida desde distintos prismas.

–¿Huracán Romántica entiende la música como un compromiso?

–Absolutamente.

–¿Cuál es el de la banda?

–No dejar de hacer aquello que te identifica. Si lo que te identifica es una mezcla de estilos no lo comprometas porque vas a intentar someterte a un mercado que no tiene porque aceptarte. Ya es difícil conseguirlo haciendo lo que te gusta como para que encima hagas otra cosa, no la acepten y te vayas casa frustrado. Lo peor que te puede pasar es hacer una música que no te guste y que funcione. Al final el compromiso es con uno mismo, uno hace lo que es. Intentar ser otro no te puede traer nada bueno.

–¿Cómo está el mercado en la Comunitat?

–Está fatal en todas partes. Es un desastre. La promesa era que internet iba a democratizar la información y vemos que sigue sin ser democrática. Los grupos que la gestionan siguen siendo grupos de interés. Además, hay tanto, tantísimo contenido que no hay manera. Lo difícil del mercado sería hacer un poco de hueco en medio de tantas propuestas no solo musicales, sino también de entretenimiento. Antes la gente oía música y le prestaba atención. Hoy es la banda sonora mientras hace otra cosa.

–¿En el territorio valenciano hay suficientes locales para tocar o sólo encuentran lugar las grandes estrellas?

–Sí, hay. Pero lo que ocurre es que hubo un momento en el que los locales necesitaban bandas. Ahora hay tantos grupos que los locales tienen que filtrar y apuestan por los que les van a facilitar más entrada. Y lo cierto es que después de la pandemia se ha notado que hay mucha programación y la gente está yendo a los conciertos. Pero volvemos a lo mismo, como hay tanta oferta, entrar y que te hagan un poco de caso es difícil.

–¿En el panorama valenciano hay oportunidades?

–Hay algo muy interesante –un éxito muy grande–, que es que grupos como Zoo, cantando en valenciano, hayan llenado estadios en Madrid. Además, hay un revulsivo alrededor de esas bandas que también está funcionando. Siempre han existido músicos con propuestas novedosas en Valencia. Y a la cultura valenciana le ha hecho mucho bien el movimiento de las bandas de música de los pueblos porque generan interés en los niños, que luego acaban tocando la trompeta en algún grupo. Son un caldo de cultivo del que surgen proyectos. Además, Valencia tiene un mérito añadido: aún no existiendo una industria musical, que está en Madrid y algo en Barcelona, proliferan proyectos y sale gente como La Habitación Roja.

–¿Habría que impulsar a que la industria se implique con las bandas valencianas, hay necesidad de ello?

–Falta que los promotores se involucren con esas bandas. El Vetusta Morla del mañana lo tienes que empezar a crear hoy. Se le tiene que dar apoyo y oportunidades en los festivales y la programación. No se puede tirar siempre de los que venden entradas. Pero el liberalismo no dice eso.