![El arquitecto Javier Goerlich. sus edificios en Valencia](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202202/04/media/cortadas/G1-RYbhqu7wqzlZKiZalJbzzcJ-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
![El arquitecto Javier Goerlich. sus edificios en Valencia](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202202/04/media/cortadas/G1-RYbhqu7wqzlZKiZalJbzzcJ-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Los edificios Barrachina y Balanzá, la sede del que fuera Banco de Valencia, una finca racionalista en la calle Xàtiva, casas modernistas en Grabador Esteve, Císcar o la Gran Vía Marqués del Turia, varias construcciones en la Avenida del Oeste, el Colegio Mayor Luis Vives, ... la hoy Biblioteca Joan Reglà, el mausoleo de Mariano Benlliure, el Mercado de Abastos, aquella plaza del Ayuntamiento conocida como 'la tortada' –desaparecida–, viviendas obreras en la zona de las naves de Macosa, casas de veraneo, el cine Metropol, el desaparecido 'Nostre Teatre'... Son sólo algunos ejemplos de una lista inmunerable de construcciones firmadas por el arquitecto valenciano Javier Goerlich.
Hablar de aquel diseñador de edificios es lo mismo que hacerlo del perfil urbanístico de la Valencia moderna, de la ciudad que se construyó en las primeras décadas del siglo XX o de rótulos de calles y comercios que dejaron huella en la historia de la capital del Turia. Y pronunciar hoy el nombre de Valencia es decir Capital Mundial del Diseño 2022, la iniciativa que ha dejado fuera de su programa de actividades a Javier Goerlich, de cuyo fallecimiento el próximo 22 de marzo se cumplirán cincuenta años.
Por más tiempo que haya pasado, lo cierto es que el que fuera arquitecto municipal de la ciudad vive entre los valencianos, pero eso sí, sin que institución pública alguna o la ya mencionada Capitalidad Mundial del Diseño reivindique su legado.
Noticia Relacionada
Fue el artífice de la despedida de un enclave medieval, de las calles y las casas que estrenaron en un pueblo grande una urbe que dejaba atrás un crecimiento a lo ancho para emprenderlo en las alturas. Son conclusiones extraídas de la valoración del presidente de la Fundación Goerlich, Andrés Goerlich. «Hizo la Valencia moderna», apunta, además de destacar que «fue poliédrico. Mostró la vertiente del profesional privado y la del arquitecto mayor municipal».
En el ámbito privado levantó personalísimos edificios que hoy todavía se contemplan ya sea bajo los cánones del racionalismo o del modernismo. Otros, como recuerda Andrés Goerlich, no corrieron la misma suerte. La piqueta acabó con ellos. Echar la vista atrás y leer la historia descubre que no sólo desapareció aquella plaza del Ayuntamiento, emplazamiento que aún en la actualidad busca un perfil definitivo, también lo hizo el club náutico.
La dimensión del arquitecto no sólo se aprecia con los ojos puestos en edificios conocidos, «los primeros rascacielos» que diseñaron el perfil urbano a orillas del Turia. Para comprender su obra hay que dirigir la mirada al diseño del urbanismo naciente en los inicios del pasado siglo. Ahí surge la figura del arquitecto municipal que imprimió personalidad a la ciudad en el momento que «se planteaba abrir las ciudades, ventilarlas», como signo de avance, aportó su significativo grano de arena en un proceso de modernización que pasaba necesariamente por «la higienización».
Recuerda el presidente de la fundación que de su periodo como arquitecto municipal se pueden destacar muchas acciones, pero se detiene en la remodelación del barrio de pescadores y la «apertura de la Avenida del Oeste», acción ésta que supuso «abrir a los valencianos la despensa de la ciudad, en tanto que suponía llegar al Mercado Central». Son muestras de la vertiente «social» de la arquitectura que practicó Javier Goerlich dando muestras de ese concepto de diseño que predica la importancia del mismo en el día a día.
No hay duda de que la aportación fue grandísima. Pero, no es la cita de 2022 con el diseño el único acontecimiento que da fe del olvido del hombre que dibujó la Valencia moderna. Han sido necesarias sonadas reivindicaciones en la línea de salvar del olvido obras emblemáticas.
El ejemplo más claro lo ofrece el antiguo Cine Metropol, en la calle Hernán Cortés. En su día el Ayuntamiento no protegió la construcción en el planeamiento del Ensanche, lo que ofreció vía libre a la demolición. La situación dio pie a la movilización bajo el mensaje Salvem el Metropol, iniciativa que en diciembre de 2021 se encontró con que el Ayuntamiento había ofrecido a la empresa propietaria, interesada en convertir el inmueble en un hotel, la eliminación del aparcamiento subterráneo y así salvar la fachada 'Art Decó' que muestra, además, un rótulo con el inconfundible estilo del arquitecto. Pero aquello todavía no era definitivo.
El presidente de la fundación resume el hacer del arquitecto cuando señala que dejó «el continente» y ahora «tenemos que ser ambiciosos para llenarlo con el contenido del siglo XXI». Valencia es desde el pasado uno de enero la Capital Mundial del Diseño, evento en el que Andrés Goerlich descubre un escenario de oportunidad para «trazar un plan director, contando con los magníficos diseñadores que tenemos, para dar a la ciudad una personalidad que permita identificarla».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.