Urgente La juez de la dana imputa a la exconsellera Pradas y al secretario autonómico Argüeso

Las primeras tardes paseando por mi barrio me llamó la atención un penetrante olor a condumios muy especiados, que perfumaban el entorno con una potencia ... exagerada. Por el aire viajaban el comino, su amigo el jengibre y su hermano el cardamomo, junto al cilantro y demás familia. Era una singular manera de darme la bienvenida desde los bloques donde, en efecto, observé que reside una notable legión de devotos de Shiva y otras deidades hindúes, que pasean vestidos según la indumentaria propia de su país en elevado número. Casi siempre, hombres. Yo imaginaba a sus esposas cocinando en el hogar esos sabrosos guisos que aromatizaban las vidas de sus vecinos hasta que un día pasé ante una factoría instalada frente a sus viviendas, apropiadamente llamada Ceylan, y supe al fin de dónde procedía tal olorcillo. Vivir bajo sus efluvios equivale a llevar de ángel de la guarda a un pollo a la masala.

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Una mañana de fiesta, ocurrió el milagro. De la intimidad de sus casas aparecieron ellas, con unos vestidos espectaculares, multicolores. El paisaje impresionaba. De repente, el barrio parecía Bollywood de Quart. O Vara Delhi. Pronto desaparecieron. Ahora las veo con cuentagotas, porque me temo que ese es el sitio que les reserva la clase de cultura que viajó con ellas desde Bombay a Valencia: quedarse en casa vigilando el fuerte. Sus parejas, por el contrario, se prodigan más aunque desde el cierre del solar donde se entretenían con esa especie de béisbol de la Commonwealth que llaman críquet se hace más raro tropezar con ellos. Nos consuela que el perfume de sus recetarios, gentileza de la factoría que convierte cada día el barrio en Calcuta, todavía nos acompaña pero Vara vuelve a ser algo más de Quart, menos Delhi. Como testigo de sus proezas deportivas, queda un manojo de pelotas destripadas, desalojadas de la parcela que servía para sus juegos. Y un ataque de nostalgia: echo de menos sus carreras y sus risas. Aunque siempre nos quedará el olor a curry.

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