La tienda de discos Oldies encuentra comprador: larga vida al vinilo en Valencia

«Para nosotros ha sido un alivio que haya relevo. La tienda va muy bien pero nosotros estamos ya mayores para mantener el ritmo que requiere Oldies. Pero vamos a estar a disposición de los nuevos responsables, vamos a ayudarles en todo», cuenta a LAS PROVINCIAS Carmen Arnal, quien junto a Pepe Salvador y Vicente Fabuel han regentado el espacio desde sus orígenes hace más de cuatro décadas. «La tienda más veterana de España de venta de discos», según la calificó el propio Fabuel cuando se conoció que traspasaban el negocio, pasará a manos de «cuatro jóvenes treintañeros», contó Arnal. No se les puede poner nombre. Es más, quieren mantenerse en el anonimato hasta que se presenten de forma oficial a pocas semanas de que tomen las riendas de Oldies.

«Tienen mucha ilusión. Se la vimos cuando vinieron. Estamos felices de que la tienda vaya a seguir abierta», relató ayer una de sus responsables.

De momento, asegura Arnal, los actuales dueños aguantarán hasta final de año y pondrán toda su sabiduría musical al servicio de los nuevos responsables de Oldies. «Les vamos a dar toda la información referente al negocio, a los pedidos, a los proveedores... Vamos a ayudarles», afirma. Tanto que, defiende, van a compartir trabajo las últimas semanas del año para que el traspaso –de poderes y vinilos– se realice de la mejor forma posible.

El cambio de dueños no obedece, como insisten, en que la tienda no funcione. Al contrario. Sólo hace falta darse una vuelta por Oldies para ver, como en el caso de la mañana de ayer, a varios curiosos mirando discos o pidiéndole a Carmen Arnal que haga sonar uno de ellos en el tocadiscos. Mientras, Carmen, cobra a dos clientes, una chica joven y un hombre maduro al que, además, le regala un disco para que lo escuche.

«Hay que cuidar a los clientes», se le oye decir. Sabe lo que es, junto a sus socios, mantener con vida un oasis cultural de esas características. Es más, reitera, no les han faltado clientes tampoco desde que se conociera que traspasaban la tienda. «Viene mucha gente joven, entra, compra, mira, y vuelven a venir», asevera Arnal mientras busca otro disco que un cliente le demanda.

«Esto es como un hijo. Nos sentimos orgullosos de lo que hemos conseguido pero mantener un negocio así requiere de mucha energía y nosotros ya nos hemos hecho mayores. Pero nos ilusiona saber que hay relevo», asegura. Será casi como una fiesta porque en esa transición se van a celebrar distintas actividades para «agradecer a nuestros clientes y presentárselos a los nuevos dueños». «También será nuestra despedida», cuenta sobre los planes que tienen para antes de que finalice este año.

Sin embargo, este cambio de gerencia, que evita la desaparición de un establecimiento mítico, en la ciudad, no va a ser como quitar un disco para que suene otro. Los actuales propietarios ya muestran su total disponibilidad para poner toda su sabiduría al servicio de esos jóvenes que en 2022 capitanearán algo más que una simple tienda. Porque en Oldies, como han destacado sus dueños en numerosas ocasiones, no sólo se venden vinilos –una moda que en los últimos tiempos ha resurgido– sino que se han forjado amistades y hay historias que van más allá de la relación entre el cliente y el vendedor.

Ahora, hay esperanza para un negocio que ha superado los 43 años de vida. Y sigue con fuerza. Un paseo por sus instalaciones permite encontrar a un variopinto grupo de personas que siguen apostando por llevarse a casa un disco, un vinilo e, incluso, un libro. Hay de todo en Oldies, que rezuma música en cada una de sus paredes. Larga vida a una tienda en la que, además, ya no luce el cartel de 'Se traspasa' que había en la puerta.