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Viene del casino, de jugar al 'xamelo'. Vive en la casa de Sedaví donde se crió, pero el gallinero de antes mutó a habitaciones. Desprende ... un cariño infinito por su familia. Cita a su hijo fotógrafo, a su sobrino periodista, y, por supuesto, a su hermana, que fue a la que le confesó la noticia. Ella, enferma de Alzheimer, guardó el secreto y nadie supo antes de tiempo que era el Premi de les Lletres Valencianes 2024. Casualidades del calendario, la entrevista con Ferran Torrent (Sedaví, 1951), que ha novelado la corrupción valenciana vinculada al PP como nadie, se realiza la tarde del mismo día en el que se hizo pública la sentencia condenatoria de Eduardo Zaplana. «Tuve un encuentro con él cuando era presidente de la Generalitat. Me dijo: 'No te he leído'. Y lo contesté: 'Estamos igual, porque yo no te he votado'», recuerda con humor el autor de 'Societat limitada', 'Espècies protegides' y 'Judici final'. Tampoco le consta si Carlos Mazón, quien le entregó el galardón el 8 de octubre en Alicante, figura entre su ejército de lectores.
-¿Cuál es la resaca del Premi de les Lletres Valecianes?
-Es muchísima, porque yo soy un obseso de la tranquilidad y desde que se hizo el anuncio apenas he podido avanzar en la próxima novela, 'El jo que no mor', que publicaré el 29 de enero de 2025. Necesito tener el horizonte despejado para trabajar y el galardón me ha generado compromisos. Miquel Nadal, director general de Cultura, me llamó un domingo para comunicarme la noticia. Yo creo que se lo estaba pensando desde el viernes porque no es normal que te llame a las 12 horas de un domingo. Pensé que contactaba conmigo para quedar a comer, pero no, me anunció el premio.
-¿Se le pasó por la cabeza rechazarlo?
-No, porque lo he aceptado como un premio estrictamente literario. Sé que se están haciendo valoraciones políticas, pero me lo propone Miquel Nadal, que es un afrancesado y una persona de cultura. Llevo 40 años trabajando y creo que me lo merezco. Soy amigo personal de Ximo Puig, he comido con él alrededor de 15 o 20 veces mientras era presidente de la Generalitat. Yo nunca le pedí nada. Y además me parece normal que no me lo diera.
-¿Le parece normal que la Generalitat, en manos del Botánico, no se lo conceda y en manos del PP, sí?
-Quiero decir que el Botánico no tenía la obligación. Recibo el premio por mi trabajo.
-Los últimos galardonados con el Premi de les Lletres Valencianes durante los años del Botánico fueron Juan José Millás, Marc Granell, Vicente Muñoz Puellas y Joan Francesc Mira...
-Muy merecidos.
-Todos de la misma cuerda, ¿no?
-Sí, pero supongo que un comité elige a los premiados, no lo sé.
-No hubiera extrañado su nombre en el listado del Botánico...
-No, yo no hubiera cantado en esa lista. Soy consciente que resulto extraño que un gobierno del PP me lo conceda, pero entra dentro de la normalidad democrática. Puig distinguió a la Sociedad Civil Catalana, que es muy de derechas. Los políticos van buscando siempre un poco los equilibrios, que es la única forma de quedar mal con todos.
-¿Usted se siente utilizado?
-No, en absoluto. Yo nunca he negado la la unidad de la lengua, porque sería una aberración, pero a mí no me encontrarás ninguna declaración dels Països Catalans. Nunca, nunca lo he hecho, pero sí de la unidad de la lengua.
-Javier Marías rechazó el Nacional de Narrativa en 2012...
-A ver, hubiera tenido más problemas si en vez de ser Miquel Nadal me lo hubiera propuesto otra persona.
-¿El exconseller de Cultura, Vicente Barrera?
-Es un pregunta trampa porque es una hipótesis imposible. Vox nunca se lo plantearía y ahí sí veo una línea roja. Tengo amigos en la derecha, en el centro, en la izquierda, nacionalistas y no nacionalistas porque en los pueblos todos hablamos con todos. Así se sucede en el casino de mi pueblo, donde voy después de comer en casa.
-¿Le hace más feliz la partida de dominó que la escritura?
-(Reflexiona) Esscribir es horroroso cuando has de pensar en toda la historia. Nunca me ha pasado empezar y no terminar una novela. Nunca he dejado un libro inconcluso, pero sí tengo una novela de humor, que escribí en 1988 o 1989, que no publiqué, me apareció en casa durante la pandemia y no verá la luz. Tengo algunas novelas horrorosas.
-¿Cómo cuáles?
-El tránsito de 'Un negro con un saxo' a 'Gràcies per la propina', hay dos novelas que he pedido a la editorial que no las reedite. La verdad es que corregiría y retocaría todos mis libross. Cuando los releo, pienso: son una fotografía de cuando tenía 20 años. Yo he aprendido escribiendo, porque esto no es un oficio, es mi pasión y mi vocación porque, aunque no me ganara la vida con esto, lo haría igualmente.
-Es novelista aunque no es una profesión reconocida. En su discurso animó a la sociedad a valorar a sus autores. ¿Cómo se hace?
-Es difícil, porque la lectura no es precisamente lo que más valora la ciudadanía pero la cultura sí da prestigio a la sociedad. Lo conceden los escritores, los arquitectos, los artistas... La cultura es el alma de un país y ya nos conocen por la paella, la pólvora, la fiesta y estaría bien que lo hicieran por los autores y las autoras.
-Balzac dijo que la novela es la vida privada de las naciones. ¿No sé si este ha sido su propósito?
-No, no he pensado nunca en eso, pero me parece muy buena frase. La primera premisa que tengo como novelista es no aburrir, para mí es importante el argumento. Las novelas íntimas están bien, pero yo no sería capaz de hacerlas.
-¿Existe la sociedad civil?
-Aquí en Valencia, no existe o yo, al menos, no soy consciente. Con una sociedad civil fuerte los políticos no tendrían manga ancha para hacer lo que les dé la gana. A veces pienso que a los políticos les interesan los idiotas y una sociedad que no esté organizada porque así es más fácil de manipular. Me viene ahora Pedro Sánchez convocando elecciones a final de julio a 45 grados. Me cabreó tanto, porque habla de un 'gobierno para las personas' y pones unas elecciones en un día de verano absoluto. Eso no es pensar en la sociedad.
-Hablando de políticos, cosechó el éxito con sus novelas sobre la corrupción valenciana. ¿Qué parte del éxito le debe a Eduardo Zaplana?
-Cuando me dieron el Premio Nacional de la Crítica por 'Sociedad Limitada' dije que estaba muy agradecido a Zaplana y compañía porque me habían dado mucha, mucha materia. Cuando salieron los casos de corrupción la gente todavía dio mayoría absoluta al partido que había protagonizado la corrupción. La ciudadanía le dio la espalda cuando empezó a pasarlo mal. A mi me gustaría que los políticos pensarán a medio y largo plazo pero van al día. En la política actual hay mucho guerracivilista y mucha violencia verbal.
-¿Tiene lectores de derechas?
-Sí. La ideología del autor no tiene que marcar la ideología del lector. Para mí Vargas Llosa es un novelista de izquierdas y un columnista de derechas. Él es un intelectual, pero no todos los novelistas lo somos. Yo no lo soy, no soy un analista de la literatura, yo quiero entretener y no insultar la inteligencia de la persona. Aspiro a que me lea todo el mundo. Mi forma de hacer novelas es muy intuitiva. Un día estaba en el salón de casa y salió Julio Insa, que parecía un predicador, por la televisión y entonces me vino la idea que luego se transformó en novela.
-'Un dinar un dia qualsevol' arranca en Mestalla. ¿Cómo ve ahora el club de Peter Lim?
-Yo soy del Levante, pero es el Valencia el que me ofrece material literario. Conocía los entresijos del club por mi amistad con Paco Roig. Ahora los valencianistas creen que tienen un club cuando es una empresa con un empresario que tiene que ganar dinero. No hay nadie o ningún grupo en la sociedad valenciana dispuesto a comprárselo a Peter Lim, lógicamente, no quieren perder dinero. A nivel deportivo, no hace falta que explique más porque está fatal y sólo espero que el año que viene no haya un derbi autonómico en segunda. Peter Lim no es un villano, es un empresario.
-Otro nombre propio. ¿José Luis Ábalos da como personaje literario?
-Yo no lo conozco personalmente, pero siempre me pareció un hombre de Estado e incluso quise conocerlo porque a mí me fascinan estos personajes al estilo Richelieu. Siempre me dio la sensación, cuando lo veía en televisión, de que era el perfecto hombre de Estado pero cometió el error de rodearse de gente que podía hundirlo. Ábalos siempre me ha parecido una persona inteligente pero muchos políticos se creen tan poderosos que piensan que nos les va a pasar nada, les ha sucedido a muchos. No quiero juzgar a la gente con superioridad moral. Yo no soy corrupto porque no he tenido la tentación de serlo.
-¿Y Pujol es personaje literario?
-Yo no lo veo, es demasiado cristiano. Yo me entrevisté con él porque me llamó a finales de los 80, tenía una lucidez brutal. ¿Sabe quién también es un personaje literario? Juan Cotino.
-Antes ha comentado que retocaría todos los libros, ¿escribiría de nuevo 'Caminarás entre elefantes' sobre Mónica Oltra?
-Eso fue un perfil que me pidió una facción del Bloc. Yo no conocía entonces a Mónica Oltra y estuve hablando con ella para recabar material. Me encontré con una mujer muy intuitiva y emocional.
-¿Cómo definiría el desenlace de Mónica Oltra?
-Injusto. Nadie tiene que pagar por algo que ha hecho otra persona.
-¿Aceptaría ahora el encargo de escribir sobre Mónica Oltra?
-No, pero de ella ni de nadie. Me interesa escribir novela, es lo que me apasiona.
-Eligió escribir en valenciano por motivos políticos. Si comenzara ahora tu carrera literaria, ¿la haría también en valenciano?
-Sí. Entonces lo decidí por motivos políticos, ahora porque literariamente pienso mejor en valenciano. Antes lo hice por un afán valencianista y ahora es mi expresión natural.
-¿No cree que al valenciano haya que despojarle de carga política?
-En ese sentido, en mis novelas no encontrará ni un gramo de ideología. Le pongo el ejemplo de Canadá, ¿por qué los que hablan francés tienen más carga política que los que lo hacen en inglés? Porque ven su idioma en peligro, por la cercanía de Estados Unidos. Es como una autodefensa, yo no cargo al valenciano de ideología pero entiendo a quien lo hace.
-¿Quién ha hecho más por el valenciano: el grupo Zoo o la Acadèmia Valenciana de la Llengua?
-Se enfadarán conmigo, pero Zoo. Vamos a ver, cuantitativamente quién escucha la Acadèmia y quién escucha a quién. Zoo ha llenado plazas de toros y el WiZink de Madrid, incluso ha actuado en Japón. Estoy seguro que ha habido gente que ha ido a verlos (a Zoo) por curiosidad y sin hablar valenciano e igual ha pensado: 'Voy a hablarlo yo también'. Yo conozco a gente de mi generación que empezó a hablar valenciano porque le gustaba Lluis Llach. No fue mi caso porque era la lengua de mi casa.
-¿Cómo ve el presente y futuro de la AVL?
-Esa pregunta con el Botánico no habría tenido ningún sentido. La AVL está en el Estatuto de Autonomía, ¿no? No creo que vaya a tener un mal futuro.
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