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ALBA MARTÍNEZ
VALENCIA.
Sábado, 22 de septiembre 2018, 00:30
Tras el éxito de su trilogía almohade, el escritor Sebastián Roa, valenciano de adopción, regresa al mundo de las letras con una nueva novela histórica 'Enemigos de Esparta' (Ediciones B). Una historia de amor, guerra y traición donde el autor desgrana una lucha por recuperar la democracia en Grecia, arrebatada por los espartanos.
-Es una época que me gusta mucho. La historia de Grecia siempre me ha gustado más que la Edad Media. Pero cuando empecé a escribir, me adentré en una trilogía medieval. He estado 10 años publicando sobre el medievo pero tenía ganas de hacer algo de la antigüedad clásica. Ahora he encontrado la oportunidad y lo he hecho de esta forma.
-Lo primero es que no es sobre Esparta, que está muy idealizada. Trata sobre un momento en el que Esparta es una potencia militarista opresora. Esto es real y ocurrió así, tenía a mucha gente esclavizada y muchas cuidadas sometidas. Hubo un momento en que la gente se cansó y se reveló. En esta novela los espartanos son los malos, no los héroes que salvan a la civilización occidental. Se trata de salvar a la civilización occidental de Esparta.
-Claro, esa era la idea. Fue en plena crisis, con el auge de los nacionalismos, cuando escribí la novela. Entonces pude apreciar los errores que tiene la democracia. A pesar de que sea el mejor sistema al que podemos acceder, tiene fallos que ya existían en el pasado. En una época de crisis, como la que se refleja en la novela, es muy fácil que surjan los populismos, los nacionalismos, que se aproveche la propia democracia para destruirla desde dentro. Eso no es nuevo, lleva mucho tiempo ocurriendo. Ya en aquella época trataban de solventar esos problemas y todavía no se ha conseguido. Me parece que vamos a tener que acostumbrarnos a vivir con estos brotes tiránicos.
-Se necesita viajar hasta mediados del siglo XIX, que es cuando surge el nacionalismo catalán. Esta corriente intenta buscar un cimiento histórico en el pasado. El catalán puede buscar su base en la Edad Media, en el principado de Cataluña o en la guerra de sucesión, pero en realidad eso es tergiversar la historia y lo puede hacer cualquiera. El nacionalismo catalán tiene unas causas económicas muy claras. Es un anhelo de la burguesía catalana que ha arrastrado a la clase obrera y éstos no lo saben ver. La izquierda se ha dejado 'comer el tarro' y, en lugar de sustentar el principio de libertad, está apoyando un nacionalismo, que es todo lo contrario.
-No creo que en cuestión de un siglo vayamos a olvidarnos. Lo que dijeron, sobre todo Platón o Aristóteles, han servido de sustento para la historia de la filosofía. Hay quienes dicen que la filosofía entera no es más que apuntes al margen de la filosofía de Platón. Todas las corrientes del pensamiento son evoluciones de lo que pensaba Platón.
-Muy bueno, no sólo en España sino en todo el mundo. Es un género que lleva bastante tiempo en lo más alto y está claro que no es una moda. Autores como Robert Graves o Umberto Eco han llevado la novela histórica a lo más alto. Es el género que más se vende aunque tiene momentos de caída cuando surgen modas, como por ejemplo la novela erótica que se está vendiendo ahora mucho. La novela histórica aguanta porque siempre va a haber quién se interese por el pasado.
-Materia prima hay de sobra. El problema es que los grandes grupos editoriales están en Barcelona y en Madrid. En el caso de Cataluña, la novela histórica ha ganado peso. En Valencia hace falta explotar más nuestra historia y salir de Jaume I.
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