Medio año sin mejorar la seguridad en la Biblioteca Valenciana

Fue la propia conselleria, en este caso la secretaria autonómica, Paula Añó, y el director general, Sergio Arlandis, los que fueron claros al apuntar a la falta de medios en materia de seguridad del enclave. Hacía pocos meses que estos gestores ocupaban sus cargos en este departamento y se apresuraron a anunciar una partida económica para paliar estas necesidades. Por ello, desde Cultura se señaló que la previsión era que este marzo, el proceso para hallar empresa estaría resuelto.

Nada más lejos de la realidad. Medio año después, las cosas siguen igual en San Miguel de los Reyes. Ni rastro de las mejoras en prevención de incendios, seguridad, más cámaras de vigilancia y, en definitiva, más medios técnicos para la Biblioteca Valenciana.

Los actuales responsables de la Vicepresidencia primera del Consell y Conselleria de Cultura y Deporte se encontró casi con estupefacción que había desaparecido un manuscrito del genial escritor Vicente Blasco Ibáñez que había sido depositado en el año 2001. La denuncia llegó por parte del catedrático Miguel Herráez en octubre de 2023. Él, que había ejercido de mediador en la cesión realizada por Consuelo Sempere a principios de los 200 junto a más de 300 documentos del literato valenciano, sabía de la existencia de la obra en los fondos de la entidad. Por ello, sugirió al periodista e investigador Carlos Aimeur, que estaba realizando una tesis sobre Blasco, que lo consultar. La sorpresa fue mayúscula al comprobar que el manuscrito no estaba por ninguna parte.

Los responsables de la Conselleria se encontraron con lo sucedido. Bien es cierto que apenas llevaban unos meses en la gestión de este departamento. Se apresuraron a decir que, más allá de la investigación policial –que situó el extravío de 'Flor de mayo' entre el periodo comprendido entre 2001-2008 pero sin aportar más información– a confirmar que se iba a investigar lo sucedido. Para ello, la idea era digitalizar los fondos de la Biblioteca Valenciana y, además, se pretendía buscar archivo por archivo para intentar hallar el guion escrito por Blasco Ibáñez. Es más, enseguida se habló de reforzar la seguridad y vigilancia en el Monasterio de San Miguel de los Reyes, sede de la Biblioteca Valenciana. «Se va a incrementar la partida porque no hay ni plan de incendios ni un plan de seguridad para mantener y preservar el patrimonio que tenemos allí que es ingente. Podríamos haber tenido una tragedia. Hay una o dos cámaras de seguridad», dijo en aquel momento la secretaria autonómica de Cultura y Deporte, Paula Añó. No fue la única que apuntó a esta falta de medios en el enclave. El director general de este mismo departamento, Sergio Arlandis, también apuntó a los «años y años sin invertir en la seguridad» de San Miguel de los Reyes. De ahí que se especulara con que en marzo, al menos se hubiera hallado la empresa que se encargara de dotar de más medios a la institución. Pasado este tiempo, no hay noticias de esas mejoras ni de cuándo llegarán las ansiadas medidas de seguridad en San Miguel de los Reyes.

Lo que sí se ha hecho, según se recoge en la Plataforma de Contratación del Estado, es sacar a licitación la digitalización, indexación y tratamiento documental de fondos de la Biblioteca Valenciana. Se ha hecho mediante un proceso (con un presupuesto de 200.000 euros) en el que no sólo entra esta entidad, sino también el Archivo del Reino de Calencia, el Archivo Histórico de la Comunitat Valenciana, el Archivo Histórico Provincial de Alicante, el Archivo Histórico Provincia de Castellón y el Archivo Histórico de Orihuela para su posterior integración en la Biblioteca Valenciana digital (un sistema que se llama Bivaldi) y en el Sistema Archivístico Valenciano (Savex).

La desaparición del manuscrito de 'Flor de mayo' puso de relieve la falta de medios de vigilancia y seguridad en la Biblioteca Valenciana. No era algo nuevo, sino una problemática que se arrastraba desde hace muchos años. Según Paula Añó, el espacio carecía de plan de incendios y contaba con dos cámaras de vigilancia.

Se va a cumplir ya medio año de que se conociera el extraño suceso. Aunque los responsables de la donación, los descendientes de Consuelo Sempere Azzati siguen barajando si retiran toda la colección que se donó en 2001, lo cierto es que el extravío de este documento ejemplificó una negligencia que, pese a conocerse en octubre de 2023, el propio Herráez había notado mucho antes.

Hace más de un año que el catedrático de la UCH busca incesantemente el paradero de este «manuscrito de entre quince veinte páginas, con la letra del propio Blasco Ibáñez, en color azulado y papel holandés». Para rastrearlo, hay que retrotraerse al año 2001. Herráez fue el intermediario entre la familia de Francisco Sempere i Masià (editor del propio Blasco Ibáñez) y la Biblioteca Valenciana, dirigida en aquel entonces por José Luis Villacañas, para el depósito en la institución de un legado muy significativo que pertenecía a Consuelo Sempere Azzati, nieta de Francisco Sempere i Masià y a su vez sobrina del conocido periodista Félix Azzati. La descendiente quería salvaguardar un conjunto de cartas, telegramas, fotografías y documentos que tenía en su poder relacionados con Vicente Blasco Ibáñez, entre ellos las misivas del escritor a Sempere i Masià. ¿Qué recogía el acuerdo? «El depósito de cartas manuscritas de Blasco, telegramas, fotografías y '1 manuscrito original de 'Flor de Mayo', novela cinematográfica de D. Vicente Blasco Ibáñez». Hasta ahí, todo indicaba que la cesión estaba hecha. Pero no se encuentra una obra cuyo paradero puso de relieve la ausencia de medios en una entidad tan relevante como la Biblioteca Valenciana.