Morirse de sed en los festivales de música

Y es que, morirse de sed en los festivales valencianos, sin querer sacar la billetera para pagar, nada más y nada menos que tres o más euros por una pequeña botella de agua, es bastante probable. Un ejemplo se dio hace unos días en el Zevra Festival celebrado en Cullera, donde muchos usuarios mostraron su malestar ante este hecho. Pero no es el único. De ahí que las asociaciones de consumidores hayan denunciado en más de una ocasión que es inadmisible la prohibición de entrar con comida y bebida en los festivales de música.

Desde Facua-Consumidores en Acción de la Comunitat Valenciana, lo tienen claro: «No se puede negar el acceso en todo aquel espectáculo cuyo negocio principal, y ese es el de estas citas musicales, no es la hostelería. Resulta abusivo no poder acceder con alimentos del exterior y sólo podría prohibirse si, por motivos de seguridad, puede afectar al desarrollo del concierto. Pero si dentro del propio festival se comercializa con comida y bebida, no se puede alegar que no entres con ello desde el exterior». Las palabras pertenecen a Miguel Ángel Serrano, presidente de la entidad, una institución que hace relativamente poco ya denunció al Pirata Beach Festival de Gandia por este hecho. Lo hizo junto con otros festivales estatales como O Son do Camiño de Santiago de Compostela, que terminó rectificando; el Interestelar de Sevilla; el Icónica Fest, también de la capital hispalense o el Boombastic, celebrado ya en Rivas-Vaciamadrid y en Gran Canaria. También, el año pasado señaló al Low de Benidorm por este hecho.

«Este panorama es más flagrante si cabe con las altas temperaturas. Los usuarios no tienen acceso a agua potable, una situación que se agrava, además, en aquellas personas con algún tipo de necesidad o condicionante que requiere de ello», argumentan desde Facua.

Todo ocurre, en plena temporada alta de festivales. Así, en las próximas citas que llegan, como es el caso del Low Festival de Benidorm, que abre sus puertas este jueves en la localidad alicantina, la página web del evento señala que «en el interior del recinto, disponemos de gran variedad de comidas de todo tipo y también de cerveza apta para celíacos. Encontrarás una amplia variedad de oferta de restauración que incluye estas variedades, incluyendo gran variedad de oferta gastronómica». En ningún momento se publicita que se pueda acceder con alimentos o bebidas. No obstante, preguntados por este diario, desde la organización señalan que «se puede entrar con botellas de agua de máximo 500 ml». «También habrá tres puntos diferentes con diversas fuentes de agua en el recinto. Además, animamos a los asistentes a que venga con gorra para el calor y con protección solar», dicen desde una cita que el año pasado congregó, por ejemplo, en la primera de sus jornadas unas 24.000 personas, sumando más de 70.000 durante el festival.

Otro de los certámenes que prohíben el acceso al recinto de con comida y bebida es el Arenal Sound. La multitudinaria cita de Burriana, que se celebra del 1 al 6 de agosto, argumenta en su web que «en el recinto de conciertos del festival no se puede introducir ni comida ni bebida. En diferentes espacios del recinto encontrarás puestos de comida y barras en los que podrás adquirir comida y bebida. Disponemos de cerveza sin gluten y sin alcohol». Y añaden: «En caso de algún tipo de intolerancia alimenticia, estará permitido el acceso con comida. Para ello, será necesario mostrar el informe médico acreditativo». LAS PROVINCIAS se ha puesto en contacto con la organización, correspondiente a la empresa The Music Republic, preguntando por la instalación de fuentes o la posibilidad de acceder con bebidas y alimentos, pero no ha obtenido respuesta más allá de lo que aporta la web.

Otra próxima cita, como es el Medusa Sunbeach de Cullera, que tras la tragedia del año pasado en la que falleció un joven después de la caída de una estructura de uno de los escenarios, asegura en su web que «no se puede meter ningún tipo de comida o bebida en el recinto». Quien sí informa de que «encontrarás fuentes de agua potable gratuita tanto en el camping como en la zona de eventos» es el Rototom, que se celebra en Benicàssim del 16 al 22 de agosto.

Pero las asociaciones de consumidores denuncian también que las fuentes no son la solución. «Sobre todo cuando hablamos de festivales que duran varios días y los precios no están ajustados a lo que marca el mercado, son mucho más elevados», defienden antes de afirmar "que no sólo de agua viven los asistentes".

Desde Facua señalan que son las comunidades autónomas, que en su defecto no tengan una normativa específica que justifique la prohibición de entrada de comida y bebida, las que deben sancionar este tipo de comportamientos. En la Comunitat es así y no existe normativa que pueda prohibirlo. No obstante, alegan, la Administración pública suelen «mirar para otro lado y ser muy laxa a la hora de que se cumpla la legalidad». Es más, ponen de relieve que «no hay una voluntad política» para evitar estas conductas abusivas.

Por ello, desde la entidad piden a los consumidores que, cuando se vean afectados por este hecho, pidan la hoja de reclamaciones a la organización en el momento que deseen acceder. Es más, indican que, después, lo pongan en conocimiento de las asociaciones de consumidores.