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Tres personas en la entrada del Museo de Cerámica en el que anuncia en cartel el cierre de algunas salas en una imagen de archivo. DAMIÁN TORRES

La peor cara del Museo de Cerámica de Valencia

La falta de personal obliga de nuevo a cerrar salas de uno de los centros artísticos más visitados de la capital del Turia

Laura Garcés

Valencia

Martes, 2 de mayo 2023, 23:40

«Cierre de salas. Algunas salas de la exposición permanente y las exposiciones temporales podrían permanecer cerradas al público algunos días». Es la advertencia que ... ofrece la web del Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí. Y no es cosa de hoy. Así lleva meses y meses. Hace un año este museo, que cerró el pasado ejercicio con 172.750 visitas situándose en el más pisado de la ciudad, ya ofrecía la misma tarjeta de presentación. Todo apunta que va a mejorar las cifras. Entre enero y abril de este año, por las salas del Palacio del Marqués de Dos Aguas han pasado 64.391 personas, cifra que encierra un incremento de 18.553 con respecto al mismo periodo del año pasado, cuando en los cuatro primeros meses se acercaron al histórico edificio 45.838 visitantes.

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Las agónicas circunstancias que rodean las salas que gestiona el Ministerio de Cultura no alcanzan la solución definitiva. El museo no consigue la plantilla que requiere para evitar el cierre de salas de manera aleatoria y según las necesidades que surgen sobre la marcha.

Sin solución definitiva

«No se ha podido solucionar de manera definitiva el problema de la falta de personal». Lo dicen fuentes cercanas al museo cuando LAS PROVINCIAS pregunta a qué se debe la advertencia que aparece en la página digital. «Se han hecho algunos contratos, como el de portero mayor y algún vigilante de sala», pero la realidad viene a demostrar que no ha bastado. Las fuentes consultadas aseguran que pese a ello, con los puestos que se han cubierto «no tenemos garantía de que no se tenga que cerrar alguna sala por circunstancias sobrevenidas». En este escenario puede ocurrir que usted o cualquier persona que desee conocer los tesoros de las salas vea interrumpido su recorrido al llegar a un punto determinado para el que ese día los gestores del museo no han podido disponer de personal de vigilancia.

En junio del año pasado el Ministerio de Cultura anunció que «la apertura de todas las salas del Museo Nacional de Cerámica está garantizada durante el verano gracias a la contratación temporal de ocho nuevos trabajadores». Al mismo tiempo que el departamento del Gobierno realizaba este anuncio el propio museo mantenía en su espacio la advertencia de que «algunas salas de la exposición permanente (sección de cerámica) y las salas de exposiciones temporales podrían estar cerradas al público por motivos de falta de personal de vigilancia. Disculpen las molestias». La información que facilitaba entonces el departamento del Gobierno que gestiona Miquel Iceta, apuntaba como previsible que esta indicación desapareciera en breve.

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Pero ese día aún no ha llegado. No son necesarios grandes acontecimientos ni problemas de profundo calado para que las «circunstancias sobrevenidas» que lleven a tener que cerrar una sala se produzcan. Basta con que un trabajador tenga que acudir al médico para que ya un museo de titularidad estatal se vea sin el personal suficiente para atender la demanda de los visitantes. Sólo una circunstancia como esa «se convierte en un problema», puntualizan las fuentes próximas al espacio con sede en el Palacio del Marqués de Dos Aguas. Cuando se produce alguna baja por enfermedad, la situación se puede agravar.

Señalan también que no significa que ocurra siempre, «puede suceder de vez en cuando» y desde que tuvo lugar la contratación de algún trabajador más, «con menor frecuencia» que sucedía.

Cerca de superar las visitas de 2019

En mayor o menor medida, lo cierto es que el anuncio se mantiene llevando a que algún visitante se encuentre ante la imposibilidad de completar la visita que despierta -los datos lo certifican- gran atracción tanto entre los valencianos como entre turistas nacionales y extranjeros que se acercan a la ciudad del Turia. Como ha podido saber este periódico, todo apunta a que en 2023 se llegue a superar la cifra de 2019, el año previo a la pandemia. Entonces se registraron 184.379 visitas. En 2022 cuando ya las restricciones habían finalizado, se observó que se había emprendido el camino de la recuperación para situar el registro en los citados 172.750.

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Los resultados se van acercando a la cifra de referencia que en 2023 se espera superar en medio de un escenario descrito entre limitaciones de personal y con buena parte de la colección que alberga el Palacio del Marqués de Dos Aguas guardada en almacenes sin que el público valenciano y foráneo pueda disfrutar de su contemplación. No hay salas suficientes y sí suelo disponible para hacer realidad el ansiado y reivindicado proyecto de ampliación. Valencia sigue a la espera.

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