![Varios fans en el concierto de Coldplay celebrado en Barcelona.](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/06/02/codplay-concierto-barcelona-k9tD-U2004648191764dD-758x531@Las%20Provincias.jpg)
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A.P. / EP
Miércoles, 7 de junio 2023, 00:57
Mucha gente tiene un cantante o un grupo de música que le encantaría ver en directo, pero no puede permitirselo. El precio de las entradas para los conciertos (especialmente los de los grandes artistas) es una de los asuntos sobre los que más se quejan los fans de la música. Por ejemplo, para el concierto de Coldplay que se celebró en Montjuic el pasado 28 de mayo, las entradas en pie de pista costaban 95 euros. Y es que hay diferentes motivos por los que el precio de las entradas puede ser más elevado. Algunos de ellos son inflación, la existencia de distintos tipos de entradas, los precios dinámicos o la demanda.
Según diferentes fuentes relacionadas con el mundo de la música en directo, en este momento se han juntado diferentes factores por los que las entradas son tan caras. Iñigo Argomaniz, CEO y fundador de Get In, asegura que hay una «oferta grandísima con precios muy altos» tanto en conciertos como en festivales.
El presidente de la Asociación de Promotores Musicales (APM), Albert Salmerón, señala así al aumento de los costes de producción de los conciertos como factor para un encarecimiento de las entradas, pero asevera que no ve unos precios «excesivos o muy altos en general».
«Hay miles y miles de conciertos en nuestro país y la mayoría de ellos mantienen unos precios ajustados y democráticos», defiende, al tiempo que garantiza que desde las promotoras «se intenta que los precios sean lo más asequibles posibles en función de la rentabilidad del espectáculo». Así, rechaza la polémica porque los precios un poco más elevados se dan solo en los conciertos de «grandes estrellas con una fuerte demanda»: «Es lo que ocurre ya con eventos muy especiales, no solo de música, sino de deportes y aquellos que suponen grandes producciones».
Respecto a los distintos tipos de entrada, diferenciadas por zona y cercanía al escenario, que también hacen que unas entradas sean más caras que otras, Salmerón asevera que se trata de una «demanda por parte del público para tener unos servicios específicos».
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Las entradas con precios dinámicos son aquellas que varían el precio por una decisión de «promotores y artistas» para «ajustar la demanda» en eventos que tendrán una muy elevada, ahonda la directora general de Ticketmaster, Ana Valdovinos. «Son los eventos que más ruido hacen, pero en un año suele haber entre siete y ocho», subraya sobre la situación de España, para incidir en que se seleccionan algunas entradas que «suelen ser las mejores o las que ya tienen un precio mayor (por la zona) y sobre ellas se pone el precio dinámico» de manera que «se evita que esas entradas puedan ir a un mercado secundario con precios mucho más altos».
Este tipo de entradas son cada vez más frecuentes ya que según Valdovinos suponen «entre un 5 y un 7% del aforo», pero están reguladas por personas expertas en el sector para que no superen un máximo. España es un mercado bastante limitado para esto y los precios son contenidos«, defiende, para añadir que en Ticketmaster »durante todo el proceso de compra hay una transparencia total«.
Precisamente, esta tiquetera es una de las principales señaladas por el público en las quejas por precios elevados. En este sentido, Valdovinos insiste en que como empresa de 'ticketing' «nunca fija» el precio de una entrada, lo hacen el promotor y artista del evento y la empresa solo recauda los gastos de gestión o distribución por el servicio de venta.
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También explica que los gastos de gestión «se reparten con el promotor y en ocasiones con el recinto», y suponen un porcentaje fijo de la entrada. Por ello, ante denuncias de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) por el cobro de estos gastos por ser el comprador el que realiza la compra por Internet, defiende que estos gastos están «justificados» porque cubren a una organización «con mucha gente y que invierte muchísimo en tecnología» para garantizar compras seguras.
«Son muchos millones de euros los que invertimos para luchar contra los 'bots', que son los sistemas que atacan las webs precisamente para hacerse con un montón de entradas. Y los gastos de gestión son la única recaudación que obtienen las empresas para poner en marcha toda esta tecnología», sentencia.
En relación con las polémicas que han rodeado a Ticketmaster en Estados Unidos por el escándalo que provocó la salida a la venta de las entradas de la gira de Taylor Swift, lo que le ha llevado a ser centro de una investigación federal junto a Live Nation --ambas firmas están fusionadas desde 2018--, o donde Robert Smith, de The Cure, ha tildado de «estafa» los precios dinámicos que se pusieron en su propio concierto, Valdovinos puntualiza que el mercado americano y el español «son totalmente distintos».
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