Josu de Solaun es uno de los más importantes pianistas españoles de la actualidad y, sin duda, el valenciano con la carrera más internacional de las últimas décadas. Por eso, es de agradecer que el Palau de la Música es su temporada de reinaguración haya ... contado con él, ofreciéndole un recital en solitario dentro del abono. Ahora bien, de Solaun es también uno de los pianistas más personales del panorama pianístico actual. El recital del pasado miércoles fue un ejemplo de ello; ofreció unas versiones personales y heterodoxas. Tales características no son en sí mismo un elogio. La heterodoxia es interesante solo cuando conlleva hallazgos.
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MÚSICA. Obras de Brahms, Schumann, Chopin y Prokófiev. J. de Solaun, piano. Palau de la Música, 17 de enero de 2024
La lentitud de sus aproximaciones fue la principal característica. Comenzó el recital con una grandilocuentes baladas op. 10 de Brahms. La 'Gran sonata' op. 11 de Schumann comenzó también lenta, pero culminó con un finale donde logró convencer por la combinación entre lirismo y dramatismo. Una selección de obras de Chopin sirvieron de inicio a la segunda parte. Aquí el pianista parecía querer desfigurar la danza que se esconde tras el vals op. 34 nº2 o la mazurka op. 17 nº4. Culminó el programa con una sonata nº8 de Prokófiev, uno de los compositores de referencia del pianista. Aquí, destacó especialmente en el vivace final. En conjunto, fue un concierto denso, que no pareció del agrado de todo el mundo, pues una parte del público fue abandonando la sala antes de que finalizase.
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