El programa fuera de lo común y, precisamente por ello, atractivo. Sin embargo, la Orquesta de Valencia sonó desganada, como si se tratase de un concierto de mero trámite pese a los esfuerzos de Álvaro Albiach por levantar el vuelo interpretativo de la velada. Comenzó ... con la obra 'Hemeroscopium' de Antón García Abril que el compositor escribió inspirado en sus vacaciones valencianas, especialmente Jávea. Sorprendía leer en el programa de mano cómo se definía esta obra como «prácticamente» la única obra para orquesta sola cuando escribió unas cuantas más. De hecho, en su tesis sobre la obra orquestal del autor, Héctor Oliva Báez cataloga catorce para orquesta sola. A continuación el 'Concierto para clarinete de si bemol, quinteto de percusión y orquesta' de José Alamá-Gil. Se trata de una obra escrita con buen oficio aunque se nota que el autor no está habituado a componer para orquesta sinfónica. Por otra parte, es una obra llena de convencionalismos aunque no carente de gracia. Buena interpretación de Jose Antonio Fenollar que destacó por la precisión antes que por la suntuosidad tímbrica y excelente la sección de percusión de la orquesta: Benavent, Eguillor, Furió, González y Osca.
Publicidad
La segunda parte comenzó con la primera interpretación en la historia de la Orquesta de Valencia de 'Ritmos' de Turina que se saldó con una efectista versión. No mejoró el nivel en la superficial y poca matizada versión de 'Iberia' de Debussy que cerró el concierto.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.