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Los grandes festivales de música en la Comunitat están en muy pocas manos. Sánchez, Piqueras, Crecente o Piñero son apellidos que se reparten en una maraña de empresas con importantes beneficios y cuantiosas subvenciones públicas en forma de patrocinios –incluso ayudas Covid–. Detrás de la ... música hay un negocio millonario y ahora proliferan los festivales y los macroconciertos como gallinas de los huevos de oro. Y ojo, que pueden morir de éxito.
En el mundo de los festivales todo el mundo ha oído hablar de los hermanos Sánchez, Antonio (Toño) y David, que desde el Arenal Sound crearon un imperio con nombres tan relevantes como el FIB y el Viña Rock –los compraron– y otros como el Festival de Les Arts, Madrid Salvaje, Granada Sound, Bahía y el Interstelar Sevilla, entre otros. Tan bien les ha ido, que vendieron su empresa por más de 100 millones de euros al grupo de inversión estadounidense Providence Equity Partners, que vio en los festivales una gran oportunidad de negocio.
Para ello, en junio de 2022 se creó en Valencia la empresa Superstruct Holding TMR, que se dedica a la organización de estos eventos. Providence tiene el 57,50% de las acciones a través de Superstruct Holding S. a. r. l. con sede en Luxemburgo, mientras que David Sánchez ejerce de presidente y consejero delegado con su empresa Atenea 10 (17,20%) y su hermano Antonio también es consejero delegado mediante ASS & Music Capital (14,91%). A pesar de haber vendido The Music Republic, los hermanos Sánchez –nacidos en Torrent– siguen como las caras visibles del proyecto de Providence en España.
En su día se habló, antes de la compra por parte del fondo americano, que Live Nation –la firma que lleva la gira de Karol G– quería comprar la red de empresas –todas domiciliadas en la calle Justicia, 4 de Valencia– de los Sánchez, pero la oferta no llegaba a los 100 millones.
Superstruct, según los datos de las cuentas de 2022, tuvo un volumen de ventas consolidadas de más de 31 millones de euros con un resultado positivo de 3,9 millones de euros. El grupo tiene un activo que supera los 123 millones.
De la maraña de mercantiles, la marca más reconocible es The Music Republic, que ha recibido ayudas de distintas administraciones de la Comunitat Valenciana como Turisme o la Diputación de Castellón con aportaciones que pueden llegar a los 120.000 euros por festival. El Ayuntamiento de Valencia y distintas áreas de la Generalitat y del Estado también han destinado dinero a patrocinios, de la misma manera que los 450.000 euros de la Junta de Andalucía, donde el grupo celebra varios eventos. En 2022, con unas ventas de 5,4 millones cerraron el ejercicio con más de 1,2 millones de beneficios. El Arenal Sound, la primera pieza en el camino para Antonio y David Sánchez, también ha recibido importantes ayudas. El festival comenzará en Burriana esta semana con Aitana como cabeza de cartel.
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El Patronato Provincial de Turismo de Castellón acaba de adjudicar una subvención de 265.000 euros al Arenal y 235.000 euros al FIB, dos festivales de la red de Superstruct. La adjudicación se produjo en junio. En años anteriores, el Arenal recibió 136.000 euros por edición.
Los hermanos Sánchez compraron en 2019 el FIB al británico Melvin Been, que en 2014 se lo adquirió a Vince Power. Las últimas cuentas depositadas, las de 2022, arrojan un resultado positivo del evento de Benicàssim de casi un millón de euros.
El otro gran festival de los empresarios valencianos es el Festival de Les Arts, que en los últimos años ha recibido importantes subvenciones por valor de casi 300.000 euros y que cerró 2022 con 1,1 millón de beneficios.
La edición de este año coincidió con el cierre de las Europeas, y por la Ciudad de Les Arts se dejaron caer socialistas y populares de primer fila. Los festivales atraen a los políticos, bien por las visitas fugaces del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al FIB en 2018 con el Falcon o por las apariciones del jefe del Consell, Carlos Mazón, a pie de escenario en sus redes sociales.
Los hermanos Sánchez dominan también una amplia red de empresas, como The Music Republic Conciertos o Luce Conciertos, que están al margen de Superstruct. La mayor aportación a estas empresas viene de la contratación para conciertos ajenos a festivales. La firma Orange Music, de la que es administrador el creador del Viña Rock, Juan Carlos Barbero, forma parte del conglomerado de los hermanos Sánchez, de la misma manera que también es socio el periodista Carlos Herrera. El nombre de su empresa también se vio involucrado en el caso de un concurso de un escenario fijo en La Marina y que acabó con el gerente del espacio, Vicent Lloréns, investigado, aunque al final se archivó.
Nuevo negocio
El próximo negocio de estos hermanos es el Roig Arena, donde han creado a través de Arena Alive y junto a Licampa, la sociedad promotora del pabellón, una mercantil llamada Valencia 5 Estrellas, que gestionará la actividad de conciertos en el recinto del Valencia Basket.
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Héctor Esteban
Otro de los grandes grupos en la gestión de festivales es Piquente SL con sede en la avenida de Favara de Cullera. Los empresarios que están detrás son Andreu Piqueras y Javier Crecente, los artífices del Zevra, que se acaba de celebrar, y que en unos días pondrán en marcha el Medusa, que trata de recomponerse dos años después del luctuoso accidente que le costó la vida a un joven tras volar parte del escenario. Piqueras, uno de los dos socios, fue concejal del PP de Fiestas en el Ayuntamiento de la localidad y dimitió después de ser imputado tras autorizar el lanzamiento de un castillo de fuegos artificiales en fiestas y prenderse la montaña.
Piqueras y su socio, a través de Especta Business, también tienen organizado un importante entramado de empresas con las que consiguen importantes subvenciones públicas, con la mercantil Alaia Business como la más importante con ayudas que superan los 235.000 euros. La aportación de la Diputación de Valencia, de más de 77.000 euros, se lleva a cabo con esta empresa. La firma cerró con 2,3 millones de euros en positivo en 2022. Desde Turisme, también han llegado importantes ayudas de 100.000 euros para firmas como Adculture y Crazyevents.
La última gran marca es Baltimore Producciones, que domina los festivales en la provincia de Alicante y en Murcia con el empresario José Piñero como referente. Este fin de semana se desarrolla el Low Festival en Benidorm, un proyecto en el que participa Baltimore, Valiente Producciones, Nexus Asesores y Cárnicas Ibagar (Biofres). El Low ha recibido en los últimos años ayudas tanto del Patronato de Turismo de la Diputación de Alicante como de Turisme, además de otro tipo de subvenciones del Estado de distintas áreas para hacer frente al Covid. De la misma manera, Baltimore, que también organiza el Spring Festival de Alicante, ha ingresado más de 258.000 euros. Parte de esas ayudas llegan desde Murcia, donde Piñero organiza el festival Warm Up.
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