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Ela Vin, cantautora valenciana que presenta su disco este sábado 29. LP

El mapa emocional de Ela Vin

Esther Vinuesa presenta en directo su primer largo, «Tlazohcamati», en el Centro Excursionista de Valencia el sábado 29 de febrero

AMALIA YUSTA

Miércoles, 26 de febrero 2020, 09:57

Ela Vin es ese alter ego sobre el que la multiinstrumentalista, compositora e intérprete Esther Vinuesa exorciza e invoca recuerdos y vivencias muy emocionales. «Solitoria» (2016) y «Danzantes» (2018) fueron los dos primeros EPs con los que conocimos su personal propuesta, y con «Tlazohcamati» nos invita a un viaje por varios de sus escenarios más íntimos: de México a Cádiz pasando por París o Lisboa. Un primer largo en el que ha compartido sesiones con otro de los referentes musicales en la ciudad de Valencia, Txema Mendizabal. 10 cortes a modo de decálogo transparente en los que va cobrando forma (y emoción) cada una de las historias que firma Ela Vin. El sábado 29 de febrero estará presentando este trabajo en directo junto a Mendizabal (pedal steel), Álex Casal (bajo), Carlos Solera (batería) y Gilberto Aubán (teclado).

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En ese viaje, sin duda, está presente México desde su propio título. ««Tlazohcamati» es una palabra de origen náhualt, la lengua indígena de México. Alude al reconocerse en el amor del otro y agradecerlo. Una palabra que llega a mí tras una experiencia vital en aquel país y me pareció un título muy significativo y con una gran carga emocional». De esta forma Ela Vin modeló todas y cada una de las fuentes de inspiración de este disco, primando esa vivencia y esa emoción conjugadas en primera persona del singular.

Un trabajo para el que cuenta con Chema Fuertes y Caio Bellveser, todo de una forma un tanto casual. «Yo estaba en Medellín y recibí un mensaje en el que me proponían abrir el concierto de Alondra Bentley en Valencia. Corrí a contárselo a mi amigo Txema Mendizabal y me contestó que él estaba en ese momento grabando con Chema y Caio, los músicos de Alondra». Ela Vin quedó encantada con el trabajo que este tándem estaba realizando con Mendizabal, y su amigo le aconsejó que ellos serían la clave para su nuevo disco.

Como si de señales se tratara… Alondra, Txema Mendizabal,… todas las sensaciones parecía que iban encaminadas a que Ela Vin trabajara con estos músicos. «La experiencia de entrar en el estudio con Fuertes y Bellveser fue fabulosa. Hubo muchísima compenetración y creo que llegamos a un entendimiento musical que ni yo misma podía imaginar. Grabamos en poco tiempo, en verano, pero en días de estudio fueron unos 10 días. Fue canela».

LP

«Tlazohcamati» debería entenderse como un viaje físico pero también como un trayecto muy emocional. Los mismos viajes que realiza la propia Ela Vin. Lugares físicos a los que alude «Sancti Petri» o lugares evocados como «Valtari», ese guiño al trabajo de los islandeses Sigur Rós. «Valtari» tiene una conexión concreta con un momento de mi vida en México en el que escuchaba mucho el proyecto de Jónsi y los suyos. Me pareció bonito jugar con la simbología de ese momento en mi vida. Me apropié un poquito de la magia de Sigur Rós».

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Un trabajo que compone en castellano pero en el que incluye el primer tema interpretado en valenciano, «Abans de tu»; una decisión orgánica que tiene que ver más con la musicalidad del idioma. «Buscaba un poco la melodía del francés, del portugués, y el castellano no funcionaba bien. Así que el valenciano encajó perfectamente en la melodía, en la rueda de acordes. En esta ocasión las palabras me eligieron».

Temas muy cinematográficos en cuanto a estructura y que surgen de un proceso compositivo muy concreto. Para Ela Vin todo comienza con un desgarro emocional, con una experiencia que tenga el poso suficiente como para ahondar en ella. «Cuando eso se genera empiezo a jugar con los instrumentos con los que compongo. Se generan unos acordes, luego una melodía… y al final de todo, siempre al final, la letra. Es el proceso que siempre utilizo para componer».

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Vídeo.

En su mochila vital Ela Vin trabaja con niños con necesidades especiales y eso también le ha marcado a la hora de entenderse como música. «Soy profesora de música en un centro de educación especial y los alumnos me han aportado mucho más de lo que yo pueda aportarles a ellos. De hecho, yo empecé a tocar la guitarra porque cuando comencé a trabajar en el colegio, no había un aula de música. Necesitaba un instrumento que pudiera transportar fácilmente de una clase a otra, no el acordeón, no el teclado… A nivel práctico, una guitarra era mejor. Así que empiezo a tocar la guitarra por ellos». La impronta de la música en ella pero también en sus alumnos. «Tengo un caso de un niño que detestaba la música, y cada vez que entraba en clase era un drama, y fue introducir la guitarra y cambiar abismalmente… ¡con lo mal que la tocaba al principio!». Una experiencia que la nutre día a día.

Un trabajo muy personal que debe llegar al público, aunque en ocasiones es algo complicado que surja esa atracción. «A mí me gustaría que el público se quedara con la delicadeza con la que este trabajo está tratado. Desde «Danzantes» a «San Ángel» con el pedal steel de Txema. Yo creo que es un disco que gana con la escucha. Al final me estoy desnudando y mostrando mi propia vida». Aunque Ela cuente con músicos a su lado tanto para la grabación del disco como para llevarlo a escena, se trata de un proyecto pequeño en el que se desviste. ¿Está la gente preparada para conectar con esa desnudez emocional?

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De los músicos locales que sigue o que la han sorprendido destaca a Julio Bustamante. «Lo descubrí en directo hace un año y me enamoró». De Txema Mendizabal solo puede

mostrar admiración «porque tiene una sensibilidad brutal»; y destaca también a Star Trip (aunque no sea el tipo de música que suele escuchar) y a Gem, «una chica que me gusta mucho y con la que tuve ocasión de compartir escenario».

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