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MAR GUADALAJARA
Sábado, 4 de junio 2022, 02:08
Lo de Benicàssim fue por casualidad pero lo de su éxito ya es otra cosa. Perdió mucho dinero, batió récords y el mito cruzó fronteras. Las mejores bandas tocaron en sus escenarios y los rockeros felicitaban a la organización por las fiestas en el backstage, ... casi más conocidas al principio que el festival. Hubo cancelaciones y años complicados. Pero los mitómanos todavía recuerdan algunas actuaciones que pasaron a la historia. Se consagró como el festival de los festivales en España y llega a su 26 edición que se celebra del 14 al 17 de julio. Joan Vich Montaner, uno de los codirectores del festival, en su libro 'Aquí vivía yo' hace «una crónica emocional» de todos esos años y que puede descubrir el FIB en 25 interioridades.
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En la Sala Maravillas 1994. Que se celebrara en Benicàssim se eligió por casualidad. Lo único que tenían claro cuando decidieron montar el festival es que tenía que ser en un lugar de costa. Alguien tenía el contacto del ayuntamiento y se decidió así, por pura casualidad.
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La primera ubicación durante tres años consecutivos fue en el Velódromo, para muchos fueron los años más especiales. Estaba pegado casas familiares y esa ubicación en una zona residencial tuvo que cambiarse.
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Era uno de los grandes atractivos del festival que estaba en el backstage. Se hizo tan popular en los primeros años, que cuando se cambió de lugar se diseñó a pocos metros del escenario principal una piscina de obra.
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Tocaron el tercer año del festival como punta de lanza y tuvieron tanto éxito que repitieron hasta convertirse en habituales. La propia organización les reconoció su fidelidad con una placa.
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En Benicàssim hay incluso una estatua dedicada a una festivalera. El camping del FIB siempre ha tenido una imagen decadente, también la playa.
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La banda tenía la norma de no actuar en festivales. Después de oír «sólo cosas buenas», según enviaron en un fax a la organización, sobre todo lo que rodeaba al festival accedieron a actuar en el 2001. Ha sido uno de los clásicos del festival.
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Durante una presentación en el lujoso hotel Palasiet, el entonces alcalde de Benicàssim, Francesc Colomer, y el propietario del festival, Vince Power, esperaban a Carlos Fabra, presidente de la Diputación de Castellón, para la presentación pero al llegar Fabra se sentó en las sillas del público.
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Se celebró el 2004 y tanto el público como la crítica esperaba un gran cartel. Ese año marcó un precedente: Lou Reed, Brian Wilson, Kraftwerk, y los Pet Shop Boys. También Arthur Lee que se subió al escenario borracho.
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Ese mismo año estaba Morrisey, que suspendió el concierto a última hora. Pero gracias a ello el público, se fue a otro escenario y descubrió a la banda Season Sisters que se hizo muy popular.
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El equipo del artista insistió en que nada de cámaras. Pero uno de los responsables del FIB convenció a su manager de que si no les gustaba no lo usarían. Les gustó tanto que la quisieron comercializar con el título 'Spanish fly -Live in Spain'. El festival pidió a cambio una mención que se quedó en los créditos.
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Fue al FIB en 1999 a presentar una versión de su disco 'Acme'. Tenía que ofrecer una rueda de prensa y casi montó un concierto con los periodistas como público.
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El presidente viajó en el Falcon a Castellón y programó una reunión con Ximo Puig para después acudir al concierto de The Killers con su esposa.
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Pagaron los cachés más caros, como el de Depeche Mode. La banda Babyshambles lo pedía en efectivo.
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Para muchos fue el cocnierto más legendario de la historia del FIB. La versión de So Broken fue una de las más aclamadas.
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El festival se consagró internacionalmente pero sobre todo para el público británico. Durante muchos años el FIB se centró en agradar con sus artistas a los fieles llegados de Gran Bretaña.
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En 2017, con los Red Hot Chili Peppers como cabezas de cartel el festial vendió el mayor número de abonos.
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Fueron otro de los grupos que se convirtieron en un clásico en los carteles del FIB. Una vez, su agente se metió en una pelea y acabó en el calabozo.
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El encuentro entre los artistas se produjo nada más y nada menors que en backstage en 2008, a la vista de cámaras y fotógrafos , por ello fue uno de los que llenó la prensa en los días siguientes y pasó a la historia del FIB.
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Las rachas de viento pusieron en peligro la primera actuación de The Killers en el FIB en 2009.En 2018 volvieron y el manager volvió a las amenazas por un asunto en el contrato que también se pudo solventar.
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En 2012 se programó en el FIB a Bob Dylan, que era algo inédito pero que encajaba con la línea del festival, lo que sorprendió a muchos fue ver a Dylan en el mismo cartel que David Guetta.
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Oasis actuó en Benicàssim en varias ocasiones pero en 2008 un espontáneo subió al escenario y golpeó a Noel Gallagher.
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Los artistas hicieron actuaciones memorables que están inmortalizadas y enmarcadas en la oficina de Madrid del festival.
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La artista hizo una de las actuaciones que entra en el el ranking de las mejores del FIB.
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La nueva organización del festival se centró en recuperar al público español y para ello optó por apostar por Los Planetas.
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En 2019 el presupuesto de contratación se redujo en un millón de euros con respecto a ediciones anteriores.
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