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«Zorra». El ya bautizado como el nuevo himno feminista de Nebulossa se ha alzado con el triunfo de esta tercera edición del Benidorm Fest y representará a España en el 68º Festival de Eurovisión que se celebrará el próximo mes de mayo en Malmö. Una canción que ha dado y dará muchísimo de qué hablar por su tono feminista reivindicativo.
Detrás de Nebulossa, se encuentran Mery Bas, la voz del grupo y Mark Dasousa, el productor y sintetizadores. Un grupo valenciano que ha pasado de tener mil oyentes mensuales en las plataformas de música a conseguir que en cuestión de horas su tema se hiciese viral y cuente ya con más de tres millones de reproducciones en Spotify.
Un fenómeno que ninguno de los dos se esperaba después de que María presentase a «escondidas» de Mark - su marido y padre de sus dos hijos- la canción a la preselección del Benidorm Fest. «Yo le dije que tenía que firmar unos papeles y luego le dije que era para presentarnos al Benidorm Fest», explicaba la cantante durante una entrevista.
Un triunfo que tiene todavía más mérito al saber que ha sido una de las propuestas de menor presupuesto -ya que no contaban con una discográfica detrás-, por lo que han tenido que medir al detalle cada una de las estrategias que han les han llevado a hacerse con el micrófono de bronce - el trofeo del Benidorm Fest- y ahora hacia el de cristal en la final de Eurovisión que se celebrará durante los días 6 y 11 de mayo en Malmö, Suecia.
Por eso, para grabar el videoclip tuvieron que elegir un lugar cercano a Ondara,- municipio en el que residen- y se decantaron por uno de los locales de moda de la noche valenciana, en el popular barrio de Ruzafa. Se trata del karaoke «Noche de ronda», muy cerca del mercado. Este establecimiento se ha convertido en el punto de encuentro de gente de todas las edades desde hace varios años.
El local abrió sus puertas en los años 80 y en sus paredes descansan fotografías de Rocío Jurado y Luis Miguel, el artista que da nombre al establecimiento con una de sus canciones. También tiene un gran protagonismo un retrato de Nino Bravo que regaló su viuda a los dueños originales. En aquellos tiempos, se dejaron ver por el local El Titi, Chiquetete o Juan Bau.
En los años 2000, el karaoke cambió de manos y perdió su fulgor, hasta que en plena pandemia, Paqui y Jose, clientes habituales, apostaron por el local y decidieron invertir y darle una nueva vida. Hoy presumen de lleno total todos los fines de semana.
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