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En Valencia. Jerry Lee Lewis, en el concierto de 1990. JOSÉ MARÍN

Películas de terror y un piano en Monte Picayo: así fue la estancia de Jerry Lee Lewis en Valencia

El artista llegó en un Falcon 20 privado para dar un concierto en Arena Auditorium ante más de 4.000 personas

Marina Costa

Valencia

Sábado, 29 de octubre 2022, 00:16

A las doce y media del 10 de mayo de 1990, el 'Asesino de Lousiana' pisaba Manises. Llegaba en un avión privado, un Falcon 20, con toda la parafernalia de un tótem del rock and roll. Un séquito formado por músicos y técnicos acompañaban a ... Lewis en lo que sería el primer concierto de los cinco que tenía previsto realizar el músico en España. Barcelona, Madrid, Sevilla y Tenerife, además de Valencia, eran las ciudades elegidas de una gira que partiría después a Finlandia y a otros países europeos. Y como rey de las extravagancias consumado, a Jerry Lee Lewis no le faltó ni un sólo detalle excéntrico en su veloz periplo por la ciudad del Turia.

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Ataviado con una camiseta de manga corta, vaqueros y fumando su inseparable pipa se montó en el Mercedes blanco que le esperaba para trasladarlo a Monte Picayo, donde tenía preparado un lujoso bungalow acondicionado especialmente para él. La crónica de aquella estancia, relatada con detalle por LAS PROVINCIAS, cuenta que el artista había pedido expresamente un piano para poder ensayar y hacer ejercicios de digitación y toda una extensa colección de vídeos con películas de terror. Sus managers lo custodiaron a conciencia pues no permitieron a ningún medio de comunicación acercarse al cantante. Ni entrevistas, ni declaraciones. El artista no abandonó el bungalow hasta hora y media antes del concierto.

Un bungalow perfectamente acondicionado acogió al cantante, que no concedió ninguna entrevista

La cita musical en el Arena Auditorium no defraudó a sus fieles. Pasadas las diez y media de la noche, Jerry Lee Lewis desplegó su potente energía sobre el escenario, ante más de 4.000 personas, e hizo arder Valencia con su particular bola de fuego.

El artista ofreció un segundo concierto en la ciudad, en otoño del mismo año, pero esta vez al aire libre en el Paseo de la Alameda. En esta ocasión siguieron la actuación del polifacético y controvertido cantante más de 20.000 personas.

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