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Sin medias tintas: el Círculo de Bellas Artes de Valencia es pasado. La institución nacida en 1894 es historia de la capital del Turia y un capítulo de la cultura propia, pero es pasado. No hay futuro para el Círculo. Desde hace más de una década es un moribundo, sin apenas músculo artístico y sin influencia social. La asistencia de la administración pública tampoco ha servido para revivir a un enfermo que agravó su voladura cuando hipotecó su presente por la compra de una sede señorial. La adquisición del palacio que perteneció a José Ruiz de Lihory, barón de Alcahalí y autor del 'Diccionario Bibliográfico de Artistas Valencianos' (1897), fue la herida mortal a una institución que se desdibujó de Valencia en la segunda mitad del siglo XX.
La muerte del Círculo de Bellas Artes revela, además, un fracaso cultural como sociedad. Ni la entidad de carácter privado ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos ni se ha salvado, de momento, la colección artística. Un centenar de piezas de los fondos está en subasta judicial después de que el Círculo entrara en concurso de acreedores. Hasta el 31 de diciembre, un estudio para 'La vuelta de la pesca', de Sorolla; 'Paisaje granadino' (1915), de Muñoz Degrain; 'Paisaje de Finestrat', de Genaro Lahuerta y obras de Pinazo, entre otras piezas, se ofrecen al mejor postor.
En el listado de la puja oficial no está toda la colección del Círculo. Como ha publicado LAS PROVINCIAS, han desaparecido 90 obras de los fondos que se inventariaron en 2007. Nadie sabe dónde están 'Jardin', de José Benlliure; 'Retrato de Constantí Llombart', de Pinazo; o 'Pati de Can Falç' de Rusiñol, entre otras piezas. No permanecen custodiadas en el almacén municipal en el que se guardan las 103 piezas objeto de la subasta judicial. Del patrimonio artístico extraviado «no hay ni rastro de recibos, documentación de venta o devolución a las artistas», apuntó recientemente Andrés Manglano, abogado que ha tutelado el procedimiento concursal del Círculo, a este periódico.
La desaparición de los fondos, que ya está siendo investigada por Unidad de Patrimonio de la Policía Autonómica, y la subasta de la colección artística evidencian el ocaso del Círculo, que comenzó cuando la entidad perdió la conexión con sociedad valenciana, la relevancia cultural y la influencia académica que abrazó en un pasado lejano, la primera mitad del siglo XX, con miembros ilustres como Sorolla, Pinazo, Agrasot, Renau y Segrelles.
El Círculo se diluyó en la segunda mitad del siglo XX y, quizá, podría haber sobrevivido como institución artística menor si no hubiera caído en la tentación de adquirir una gran sede en los albores del siglo XXI. Eran los años de la especulación urbanística y de la tendencia a creerse ricos; algunas instituciones se dejaron llevar. En este contexto, el Círculo, que dejó el alquiler de los bajos en la plaza Mariano Benlliure, solicitó una hipoteca a Bancaja para adquirir un edificio noble. Firmó un convenio de colaboración con la Generalitat Valenciana para financiar la rehabilitación y la equipación de la inmueble de la calle Cadirers. Con este objeto se le concedió inicialmente una subvención de 751.265,13 euros, pero el convenio fue modificado posteriormente, en abril de 2003 y en febrero de 2006 a fin de incrementar la aportación de la Generalitat para financiar las obras, con lo que la subvención quedó finalmente establecida en 1.580.000 euros.
1844. 3 de febrero. Se funda el Círculo de Bellas Artes de Valencia. El primer presidente fue Luis Doménech con, Joaquín Agrasot como primer vicepresidente. La fiesta de inauguración se celebró el 18 de marzo con una exposición en la calle Cabillers.
1894. 7 de julio. Nace la revista del Círculo, 'Las Bellas Artes' con ilustraciones de Muñoz Degrain.
Década de los 1900. El Círculo se trasladó a la calle de la Paz.
1909 Sorolla planeó el proyecto Palacio de Bellas Artes de Valencia para convertir a la capital en un mercado artístico de importancia mundial. No se llevó a cabo
1912 Sorolla crea el grupo Juventud Artística
1915 Tributo a Agrasot, promotor del Círculo.
1918 Se crea la estatua a Pinazo, situada en la calle Colón.
1922 Manifestación de Arte Valenciano en Madrid.
1928 Primera Manifestación de Arte Joven donde concurrieron artistas como Genrao Lahuerta, Vicente Beltrán y Enrique Cuñat
1930 Nace 'Nostra Novela', revista semanal en la que participan Renau, Antonio Fillol y Maximiliano Thous.
1931 Se celebra la muestra 'Vanguardias de los años 30', Renau funda 'la Unión de escritores y artistas proletarios' y surge, dos años después, Accio d'Art en la sede del Círculo.
1936 Muchos artistas se agregan a la Alianza de Intelecturales para la Defensa de la Cultura y colaboran en las Juntas de Conservación y Protección del Patrimonio Artístico.
Tras la guerra civil. Cambio de sede a la plaza de Mariano Benlliure, 8, al bajo donde estuvo instalado el romántico café Lyon d'Or
Década de los 50. Las figuras relevantes de la generación de 1870 estaban fuera de Valencia o en parte habian peridd el empuje inicial. Sin ellas, el Círculo perdió su punto fuerte y el protagonismo e influencia en el panorama cultural valenciano.
Década de los 60. Exposición homenaje a Ramon Stolz Viciano, Fernando Álvarez Sotomayor y Genaro Lahuerta.
Década de los 70. Se publican volúmenes relaciones con el urbanismo antiguo y la historia del patrimonio mueble e inmueble de Valencia.
Década de los 80. El Círculo acogió una antológica de Ricardo Boix.
1994 Centenario del Círculo. Entrega su medalla de oro a miembros destacados de las artes valencianas: Juan Gil Albert, Joaquin Rodrigo, Antonio Ferrandis, Berlanga y Michavila.
2003 Traslado al palacio gótico de la calle Cadirers, 5, que perteneció al barón de Alcahalí. Se contrae un préstamo con Bankia de 1,5 millones.
2008 Lanza su primer SOS por la deuda, que llegó a ascender a dos millones de euros.
2012 Se pone a la venta el edificio de la calle Cadirers.
2016. Julio Se vende la sede del palacete.
2017. Abril Estrena sede en la calle Maldonado.
2019. Enero Cultura reclama una ayuda vinculada a la rehabilitación del palacio.
2019. Mayo El Círculo se disuelve. La colección se guarda en un almacén municipal.
2020. Octubre La colección sale a subasta.
2020. Octubre La policia investiga la desaparición de 90 piezas.
En 2003 el peso cultural del Círculo era residual en Valencia y su influencia artística menor. A esta situación se sumó la dificultad financiera para afrontar la operación del palacio en el casco histórico. O sea: el Círculo dio con la cuadratura para su desaparición. La hipoteca del edificio estranguló la vida de la entidad, donde se suceden presidentes, se solicita ayuda a las instituciones públicas y se hace un llamamiento a la sociedad civil para salvar el Círculo. Nada surte efecto. Se realizan subastas con piezas cedidas por artistas para sanear las cuentas y se plantea una fusión con el Ateneo Mercantil, que no prosperó. La institución de 1894 hace aguas.
Se logra vender el edificio señorial, se salda la hipoteca y se alquila una sede modesta en la calle Maldonado. El Círculo sorteó obstáculos pero se volvió a desangrar cuando la Generalitat le reclama la ayuda concedida por el palacio de la calle Cadirers. Al desprenderse del edificio que había sido rehabilitado con fondos públicos incumplió el convenio con la Administración, según fuentes de la Generalitat, y por este motivo en enero de 2019 Cultura solicitó el reintegro de la subvención. La deuda que acumula con la Generalitat por el incumplimiento del acuerdo plurianual, contando los intereses, asciende a 1,8 millones de euros.
El Círculo entra en concurso de acreedores y ofrece la colección como dación en pago, una operación que rechaza Hacienda porque los fondos no cubren la deuda. ¿De qué colección dispone el Círculo? De una muy mermada. De los fondos han desaparecido, además de creaciones de Pinazo, Rusiñol y Benlliure, un retrato masculino de Bartolomé Mongrell, un desnudo de Manuel Benedito, una 'Maternidad' de Manuel Boix y la escultura 'Después del baño', de José Esteve Edo. Tampoco se encuentran en la relación de obras con las que el juzgado de lo Mercantil número 4 de Valencia pretende recaudar el dinero necesario para pagar a los acreedores del Círculo de Bellas Artes piezas de Rafael Fernández Martínez, Hipólito Amores, Valentín Urios, Rafael Aracil, Manuel Barberá Torres o Salvador Guaita, entre otros.
En el camino hacia el final de la institución centenaria, ninguna junta directiva asume su responsabilidad en la gestión errática del Círculo. Dicho de otra forma, los responsables no hacen autocrítica al menos públicamente sobre la administración económica y artística. De la compra del palacio, el expresidente Álex Alemany defendió que se realizó porque «la coyuntura económica en el momento era buena y el Círculo tenía dinero», dijo el expresidente Alex Alemany en una entrevista reciente con LAS PROVINCIAS. Del extravío de las 90 piezas, ninguno de los últimos presidentes (Alfonso de la Ossa, José Antonio Sienra y Gerardo Stübing) sabe nada. Se desvinculan de la pérdida patrimonial.
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Julio Arrieta, Gonzalo de las Heras (gráficos) e Isabel Toledo (gráficos)
Jon Garay e Isabel Toledo
Daniel de Lucas y Josemi Benítez (Gráficos)
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