El cómico valenciano monologuista

Óscar Tramoyeres: «El futuro de la risa es que el ser humano sea capaz de reírse de la inteligencia artificial»

El cómico valenciano se sube a las tablas del Olympia en septiembre con 'Valencia Comedy', espectáculo que reúne a un grupo de monologuistas especializados en diversos estilos

Laura Garcés

Valencia

Lunes, 12 de agosto 2024, 01:13

Desde el escenario y desde la tele su misión es arrancar la carcajada del público. Y bien que lo consigue. El monologuista valenciano, de Rafelbunyol, Óscar Tramoyeres presentará a partir del 20 de septiembre en el Olympia 'Valencia Comedy', un espectáculo con un grupo de ... cómicos. Habla con LAS PROVINCIAS de esa obra y también de la necesidad de locales que acojan a artistas que hacen reír en solitario.

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–¿Qué presenta en septiembre, junto a otros monologuistas en el Teatro Olympia con 'Valencia Comedy'?

–Con 'Valencia Comedy', como cada uno somos de un palo, hacemos un espectáculo de monólogos en que cada monologuista abordamos un tema distinto. Es una especie de 'El club de la comedia'.

–¿Qué ha pasado con el monólogo para que desde hace años haya tenido un éxito arrollador?

–Creo que es la facilidad que encierra, tanto para realizar la actuación como para recibirla. Al final sólo es una persona que te cuenta cosas que nos pasan a todos, pero de las que no se ha dado cuenta. Entonces se crea ese filin que lleva a exclamar: ¡ay! a mí también me ha pasado. Creo que responde a lo fácil que es montarlo porque al final se trata de tener un escenario por pequeño que sea donde se sube una persona graciosa y cuenta sus cosas. En Valencia todo esto vivió un momento de boom enorme hace entre diez y veinte años porque había 'pafetos' aparentemente pequeños donde podían sentarse entre setenta y ochenta personas. Se podía hacer café teatro, que es más fácil que por ejemplo llevar una obra de teatro.

–¿Hacer humor hablando solo es difícil?

–Es un arma de doble filo. El aplauso es todo para ti, pero el trastazo también. Todo depende de ti, y de lo que sepas leer en los espectadores que tienes delante. Todos los públicos no son iguales. Todos llevamos una base preparada, pero hay cómicos que no saben salir de ahí y a veces cuando algo no les sale bien tienen problemas. Yo intento ser camaleónico y acoplarme al público. Si son mayores intentas salirte del guion aprovechando lo que pasa alrededor o estirando los temas que han ido mejor. Y si son jóvenes aprovechas temas que a ellos aprecian y viven más.

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–¿Tan gracioso es lo que pasa alrededor, lo cotidiano, para haber conseguido que narrarlo de viva voz se haya convertido en un arte?

–Claro, claro. ¿Tú no te has reído de algún amigo que cuenta una anécdota que ya la sabes porque la ha contado cuarenta veces y tú también estabas, y te ríes porque también te ha pasado? Por ejemplo, cuando planteas el monólogo de la compra en el supermercado, estás hablando de algo que los que están en el público también hacen. Hablo de las madres, de ser padre y del embarazo de mi mujer, de manera que todos los que han pasado por ahí se identifican y se ríen más. Si hablo del IPC de Polonia, bueno, puede ser gracioso, pero no le ha pasado a nadie.

–¿Los jóvenes que quieren dedicarse a ser monologuistas lo tienen difícil para abrirse camino? 

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–Lo tienen más difícil que lo tuvimos nosotros porque ya no hay tantos sitios para actuar como había antes. Además, la gente está más educada, sabe muy bien lo que quiere y lo que no. Hay menos oportunidades, pero no es más difícil si lo haces bien y te esfuerzas.

–¿Cree que debería haber más locales donde poder actuar?

–Sí, sí. Desde después de la pandemia todo se ha quedado un poco flojo porque la gente tiene miedo. Tras esa situación hemos empezado a salir como locos ya no es necesario hacer tantas cosas para atraer al público.

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–¿Qué temas o figuras de la vida, son los que más risas arrancan?

–A mí lo que mejor me funciona es el tema de las madres o meterme conmigo mismo cuando hago monólogo de estar gordo o de la dieta. Pero el de las madres, sobre todo de las de antes, o del padre funciona muy bien. Todo el tema familiar –hijos, padres, tu mujer o tu abuela–, funciona muy bien y el humor que sea directo y simple, que el público no tenga que pensar. Está bien que metas humor inteligente, pero no todo el rato.

–¿Se reiría de la Inteligencia Artificial?

–Claro, si me río de mi mismo ¿no voy a reírme de la IA con la falta que hace? Hay mucha gente que le falta inteligencia, menos mal que han creado la artificial. Cada vez hay más cómicos que sacan cosas a partir de lo que les pasa con la IA. El futuro de la risa es que el ser humano sea capaz de reírse de la IA.

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–¿De qué no se reiría nunca?

–Jamás me burlaría de alguien que no pudiera defenderse y no hablaría de manera despectiva de una mujer, un niño o cualquier persona. De manera hiriente no lo haría.

–¿Qué le hace llorar?

–La vida diaria, ver el telediario. Contemplar la política, ver que no está bien y que no se puede hacer nada, por eso no hablo de ella.

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–¿Sus monólogos son como su diario?

–Sí, hablo de lo que me pasa diariamente. A veces estoy discutiendo en casa y pienso esto es bueno, lo tengo que contar porque le pasa a todo el mundo. Son vivencias.

–¿Tik-Tok es una competencia para los monologuistas?

–Es una herramienta. Todas las redes, como cada una llega a un público distinto permiten publicitarte. Lo tienes que plantear como muestra de lo que puedes hacer.

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