El tirón de la reapertura del Palau de la Música de Valencia: triplica el número de personas con abono

Nueva etapa en el Palau de la Música con una temporada que parte con 939 personas interesadas en su programación. Es la cifra de amantes de la música que se han interesado por los abonos para disfrutar de la oferta cultural del emblemático espacio que ha reabierto sus puertas tras cuatro años cerrado. El número encierra un incremento considerable con respecto al de la pasada temporada cuando las personas que estaban detrás de los abonos fueron 345, según los datos que esta mañana ha dado a conocer el director del auditorio municipal, Vicente Llimerá. La diferencia supone un aumento de 594 personas. Las entradas vendidas hasta ayer son 1.407.

La reapertura del espacio ha puesto de manifiesto un nuevo despertar en el interés de los amantes de la música que llevaban mucho tiempo esperando el momento de que la programación regresara a su espacio. Con estos nuevos datos el próximo 18 de octubre se abre un programa por el que se han interesado 103 personas abonadas más que en la temporada 2018-19, la última en la que el auditorio estuvo abierto antes de que se desprendieran los techos de sus salas.

De los 939 abonos registrados, 423 son anuales, 67 del ciclo Piano, 41 del de Voz, 66 del ciclo Et Música et Anima; y además, este año se han alcanzado de 342 del ciclo OV frente a los 217 de la temporada pasada, «un hecho que demuestra la aceptación de la programación de nuestra Orquesta y que el trabajo del maestro Alexander Liebreich ha calado y se está incrementando», ha apuntado el director del Palau, Vicente Llimerá.

La cifra de 939 abonos de la presente temporada corresponde a personas físicas, mientras que el año anterior, al desarrollarse en dos escenarios y contabilizarse por separado, el número de abonos no era el mismo que el de personas, que realmente fueron 345. En la última temporada en la que estuvo abierto el Palau, 2018-19, fueron 836 los abonos registrados. Si la mirada se extiende a un registro histórico los datos descubren que en la temporada 2014-15 los abonados ascendieron a 1.039 y que a partir de ese ejercicio de programación se inició un descenso continuado que cayó en picado hasta el mínimo de 2020-21 con 495 pases adquiridos.

Durante la presentación de los datos también se ha dado a conocer el interés del Palau de la Música por mantener actividad fuera del propio auditorio. Llimerà ha destacado el futuro escenario del Roig Arena como uno de los objetivos a alcanzar para ofrecer conciertos de «gran magnitud» en el marco de actividades dirigidas a públicos diversos con la mirada puesta en atraer nuevos aficionados al Palau de la Música, como adelantó en LAS PROVINCIAS.

Llimerá no ha descartado la inclusión en el programa de géneros musicales como el pop o el rock, si bien ha señalado que no es partidario «de que esos conciertos se celebren dentro del Palau porque cuando se ha hecho ha sido un desastre». Para estos casos ha apostado por espacios como «el jardín o la explanada» o incluso otros entre los que se podría encontrar el mencionado Roig-Arena, que si bien todavía no está terminado ya se contempla como una posibilidad.

Considerar el recinto impulsado por el empresario valenciano Juan Roig se encuentra «entre los objetivos del futuro», ha apuntado Llimerá, para después señalar que «cuando esté terminado hablaremos con sus responsables y veremos qué se puede organizar». Llimerá incluso ha señalado como ejemplo el concierto de Scorpions y la Orquesta Filarmónica de Berlín. El planteamiento del director del auditorio responde a la consideración de que «hay muchas fórmulas y propuestas para atraer y acercar la música clásica. Actuar, por ejemplo, con un grupo de primer nivel atrae a otro tipo de personas».

Otra de las líneas que se quiere seguir en esta etapa que acaba de estrenar el auditorio apunta en la dirección de las actuaciones de la Orquesta de València con agrupaciones y directores de primer nivel en la música clásica. Llimerá ha anunciado que «se trabaja ese repertorio», aunque no ha avanzado nada en tanto que estas propuestas «necesitan recursos específicos, económicos y técnicos. Cuando se sepa todo, cuando se cierre todo, se anunciará».

Lo que sí ha avanzado es la voluntad del director de la Orquesta, Alexander Liebreich, de trabajar el repertorio clásico abordado tanto desde el criterio del sonido, como desde el criterio escénico en tanto que en la actualidad «los intérpretes son versátiles». Llimerá ha dado a conocer el compromiso por mantener conciertos gratuitos como el que se ofrecerá El Día de Europa o en el transcurso de la Feria de Julio.

Ofrecer solución a la Orquesta de Valencia en la dotación de plazas para suplir las plazas vacantes, así como en la adquisición de instrumentos es otra de las acciones que ha puesto sobre la mesa. Más allá de estas intervenciones, que podrían llegar el próximo verano, ha hablado de la posibilidad de ampliar la plantilla como un «proyecto de legislatura».

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