Un paso más en la privatización de cinco centros culturales de Valencia

En el caso de otra de las empresas, Cercavila Coop, una cooperativa valenciana que se dedica al sector cultural, presentó oferta por la Alquería d'Albors y la Nau Ribes. En la primera ha recibido 36 puntos mientras que en la segunda se sitúa a la cabeza como mejor valorada gracias a los 42 puntos que ha obtenido.

En este sentido, otra de los optantes, en este caso la empresa Pro XXI, gestora en la actualidad del festival Sagunt a Escena, sólo mostró interés por el espacio de La Reina. A su proyecto, los responsables de la valoración le han otorgado 47 puntos.

Por su parte, la valenciana Rebombori Cultural SL, que tutela el Rebombori Espai de Contes en el barrio de Patraix, pugnó por tres lotes: La Reina, Alquería d'Albors y la Nau Ribes. En los tres, su proyecto ha sumado 26 puntos en cada uno.

La murciana Salzillo Servicios Integrales SLU fue la única que optó a los cinco centros culturales. Su proyecto para L'Escorxador ha recibido 39 puntos; el de La Reina, 36; el de la Alquería d'Albors, 39; el del chalet de Abben Al-Abbar, otros 39; y el de la Nau Ribes, 37.

Asimismo, la valenciana Yapadú Producciones, quien está detrás del Festival de Teatro Clásico de Peñíscola presentó ofreta por la gestión del chalet de Abben-Al Abbar y la Nau Ribes. Del primer proceso ha sido excluido al obtener solo dos puntos, cuando el umbral mínimo exigido para seguir en el procedimiento es recibir al menos 24,5 puntos. En el segundo caso, ha obtenido 40 puntos.

Finalmente, hay una firma, en este caso la de Héctor Císcar Alcántara, que ha sido excluida del proceso (había optado a la getión de L'Escorxador, La Reina y el espacio de Abben Al-Abbar), al que aún le queda parte objetiva, es decir, la valoración de los criterios cuantificables.

La licitación de la gestión de los centros culturales que el Ayuntamiento de Valencia ha externalizado debería haberse resuelto hace meses y estos espacios deberían tener ya responsables que los gestionaran. Sin embargo, el Ayuntamiento tuvo que paralizar el proceso el pasado mes de enero. La razón: El Consistorio no había tenido en cuenta la actualización del nuevo convenio colectivo sectorial cuando activó el proceso el 2 de enero, algo que le obligó a suspender la licitación a los diez días de anunciarla en la Plataforma de Contratación Pública. El alcalde de Valencia, Joan Ribó, asumió la congelación de la privatización de estos cinco espacios y habló de «pequeño problema», en declaraciones del 19 de enero de 2023 tras visitar las obras de reforma del Palau de la Música.

A finales de marzo, el procedimiento, que nació con 1,9 millones de presupuesto, volvió a la vía administrativa casi tres meses después con esa modificación incluida, es decir, se vio obligado a aumentar en más de 500.000 euros el importe inicial de la licitación, por lo que «el valor estimado del contrato asciende a 2.419.541,02 euros», según el expediente.