La actriz valenciana Pilu Fontán es una de las cinco componentes de 'Adiós, dueño mío', la obra dirigida por Magüi Mira que la semana pasada ... regresó a las tablas del teatro Talía de Valencia. La intérprete forma parte de un elenco de actrices que se deja la piel en el escenario. El montaje, que volvió a la cartelera el pasado miércoles, es sólo una prueba de la versatilidad de Fontán. Actriz, productora y cómica, la valenciana defiende que, pese a la inestabilidad de la profesión actoral, la clave está en formarse y trabajar.
–Para los que no la vieron la anterior vez, ¿qué cuenta 'Adiós, dueño mío', que regresa el 18 de enero al Talía?
–Esta es una obra que mezcla verso, baile, música... Habla de la amistad, del amor, de la libertad sexual. La llevamos entre cinco actrices, algunas doblan papeles, y pasamos por muchas fases. El espectador se va a divertir mucho. Es sorprendente porque es dinámica y muy visual. Todos, el público y nosotras, disfrutamos mucho.
–Estarán casi un mes. Vuelven de nuevo a la oferta teatral de la ciudad. ¿Esto no es muy habitual en la cartelera, donde los espectáculos no suelen hacer temporada o estar mucho más allá de unos días?
–Es muy interesante poder hacer temporada, sobre todo por el boca a boca. Y en este espectáculo, que es para todos los públicos, es mejor aún. Hay pocas oportunidades de disfrutar de teatro clásico como este. Es muy atractivo ver a cinco mujeres hablando en verso.
«La incertidumbre forma parte de nuestra profesión. Es el riesgo que asumimos»
–Repasando su trayectoria, Pilu Fontán está muy curtida en muchos formatos, más allá del teatro. ¿Es obligatorio para un actor o necesario para vivir de esta profesión?
–Un artista tiene que diversificarse. La interpretación es algo muy bonito, pero también muy concreto. En mi caso yo busco conocer las artes escénicas desde todos los lugares. Tengo una productora, Contrahecho, soy gestora cultura, he escrito textos, un monólogo cómico... Hay que trabajar a diario. Porque esto me pasa ahora pero no sé qué me puede venir en noviembre.
–¿De qué forma se convive con esa incertidumbre?
–Se puede combatir con trabajo, con poner tus esfuerzos en seguir trabajando día a día. Una vez estrenas un proyecto, tienes que poner tu mente en el siguiente. Siempre digo que la clave para un artista es disfrutar del presente pero con un ojo en el futuro. Pero esa incertidumbre forma parte de nuestra profesión, es el riesgo que asumimos. Ojalá tuviéramos mayor estabilidad. Aún así, siempre hay que darlo todo.
–¿Cómo radiografía la escena teatral y cultural de Valencia?
–Cada uno tiene su perspectiva pero yo noto que hay una falta de trabajo para poder desarrollarte como artista. Hay mayor necesidad de cultura y de apoyo para que duren los proyectos. Además, el sector audiovisual es muy pequeño. Soy una persona que trabaja mucho, estoy activa, ahora estoy en cartel con 'Adiós, dueño mío', pero no me verás en À Punt. La cartelera está llena de grandes actores y actrices que no llegan a las pantallas. Se necesitan más sinergias entre el audiovisual y el teatro. Siempre digo que en los patios de butacas deberían estar los directores de cásting.
–¿Qué proyectos tiene este año?
–Me hace muy feliz poder girar con esta obra después del Talía. También con las obras de Contrahecho. Es más, este jueves estoy con 'Vesània' en el Principal. A la gente le sorprende la capacidad de memorización de los actores y cómo podemos cambiar de un personaje a otro. También continúo con mi monólogo.