Las primeras salidas del Institut Valencià de Cultura

La Conselleria de Cultura ya ha comenzado a mover el tablero para cambiar las piezas que copan los altos cargos del Institut Valencià de Cultura (IVC). Lo anunció el director general de Cultura, Sergio Arlandis, cuando se presentó la programación del teatro Principal: iba a haber relevos en las caras que gestionan el organismo. Y así será. La maquinaria se ha puesto en marcha y, según ha confirmado LAS PROVINCIAS de fuentes de la Conselleria, ya se ha pactado con los miembros del IVC la salida de tres cargos tras una reunión mantenida este pasado lunes.

¿Qué cargos son los que se marcharán? La respuesta es clara: El director adjunto de Artes Escénicas, Roberto García; la de Música y Cultura Popular, Marga Landete; y el de Audiovisual y Cinematografía, Francesc Felipe. Pese a que los tres tienen un contrato que tiene una duración hasta 2027, los tres abandonarán sus responsabilidades y no podrán seguir llevando a cabo su proyecto para estos departamentos. La Conselleria que tutela Vicente Barrera, vicepresidente del Consell, asegura que en una reunión con miembros del IVC ya «se ha propuesto la tramitación del cese de tres cargos», en referencia a estos tres nombres.

El que, de momento se mantendrá en la dirección del IVC es Abel Guarinos, quien tutela todo el ente dependiente de Cultura y que accedió al cargo en 2016 y fue renovado cinco años después (su contrato finaliza así en 2026).

Según este departamento, el proceso que se acaba de iniciar lleva aparejada la convocatoria de un concurso público «que seguirá el curso legal» pero del que no hay plazos para hallar nuevos responsables.

La que sí está prevista es la marcha de García, Landete y Felipe. En el caso de este último, apenas lleva algo más de un año en el cargo. Accedió a la dirección adjunta de Audiovisuales y Cinematografía a principios de 2022. Su contrato es de cinco años, hasta 2027. Será rescindido. En el caso de Roberto García y Marga Landete, se les puede considerar veteranos en sus respectivas direcciones adjuntas. Accedieron a ellas en 2017. Pasados esos cinco años, existía la posibilidad de una prórroga por el mismo periodo de tiempo. Así fue, y el año pasado revalidaron su cargo. No obstante, tampoco verán finalizado su proyecto al frente de estas direcciones adjuntas.

Es más, el pasado mes de junio, tras las elecciones del 28 de mayo que supusieron el cambio político en la Generalitat, el propio García, durante la presentación de la oferta teatral del Rialto, ya lanzó un mensaje que se interpretó como una despedida, en tono derrotista y aceptando que su cargo estaba en la cuerda floja. .«Evidentemente hay un cambio de gobierno que deberá marcar su política cultural. Estará legitimado democráticamente para hacerlo y nosotros estamos a su disposición para contrastar el proyecto que llevamos años defendiendo», dijo durante el acto.

La cultura valenciana, tanto pública como privada, llevaba meses a la expectativa. La llegada de Vox a la Conselleria de Cultura de la mano de Vicente Barrera, quien también es vicepresidente segundo del Consell, suscitó, cuanto menos, recelos en los profesionales. Hasta el momento, no había habido movimientos en los altos cargos. Pero han llegado. Lo dijo el director general de Cultura Sergio Arlandis el pasado 7 de octubre, que afirmó que «esta administración se guarda el derecho democrático de poder decidir». «Es probable que haya cambios», aseveró retrasando esos cambios a 2024. «Hemos sido respetuosos con la programación, pero hay propuestas revisables y analizables. Estamos en una fase de diálogo, de reflexionar y de ver nuevos horizontes«, según el director general.

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