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LAS PROVINCIAS, premio El Correo de periodismo por su cobertura de la dana

El periódico bilbaíno galardona a Irene Vallejo y concede un accésit a nuestro diario por informar «poniendo en primera fila a las víctimas» del 29-O

Jorge Alacid

Valencia

Viernes, 28 de febrero 2025, 01:12

La escritora Irene Vallejo, autora del ensayo 'El infinito en un junco', ha obtenido el premio que el periódico bilbaíno El Correo concede para distinguir los mejores ejemplos de buen periodismo. El galardón reconoce los méritos de un artículo de la autora aragonesa publicado en el diario 'El País' titulado 'El ágora de las ciudades errantes' y también premia a nuestro diario, LAS PROVINCIAS, con un accésit en honor a su cobertura sobre la dana. En ediciones anteriores, el jurado concedía dos accésit que este año se unifica en único galardón, que distingue un esfuerzo informativo basado en poner en primera fila de su atención a las auténticas protagonistas: las víctimas de la tragedia.

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El fallo del jurado recuerda el esfuerzo informativo protagonizado por esta redacción durante el 29 de octubre y días posteriores: una jornada que, como recuerda nuestro director, Jesús Trelis, amaneció sin que nada apuntase a que acabaría marcando un antes y después. El periódico ya había abierto su portada de esa mañana con la alerta roja: el aviso de inundaciones, la suspensión de clases en la Universidad y muchos colegios... Pero iban transcurriendo las horas y la situación no había llegado a descontrolarse. «Empezaron a encenderse ciertas alarmas cuando vimos lo que pasaba al norte, en Utiel», señala Trelis, «donde se produjeron las primeras inundaciones».

La frase

«En nuestra cabecera hemos metido un latiguillo: 'No os olvidaremos'. Ese es nuestro compromiso»

Jesús Trelis

Director de LAS PROVINCIAS

Su relato subraya el punto de inflexión que se registró hacia más o menos las siete y media de la tarde. «No tenemos conciencia de lo que está pasando, pero llegan los primeros avisos, llamadas de gente atrapada...», afirma. Empezaba el desastre, una pesadilla que planteaba un desafío periodístico sin precedentes. La cobertura que hizo LAS PROVINCIAS de la desdichada catástrofe de la dana ha merecido el accésit en el Premio de Periodismo de EL CORREO, por su «esfuerzo casi sobrehumano» para «abordar la catástrofe desde todos los puntos de vista, poniéndose siempre en primera fila en la defensa de las víctimas», según destaca el fallo.

Trelis rememora cómo se reorganizó la redacción para afrontar la cobertura que se avecinaba. A última hora de la tarde, arrancaba una segunda jornada laboral que no concluiría hasta la noche del día siguiente, con un directo de cuarenta horas en la web. Algunos periodistas que ya se habían marchado regresaban, ante la imposibilidad de llegar a sus casas. A medida que iban recibiendo material, se cambió la foto de portada tres o cuatro veces, pero el diario de papel ni siquiera pudo distribuirse al día siguiente: «Nos imprimen en Elda, cerca de Alicante, y el periódico no pudo entrar en Valencia de madrugada. Nos llegó a redacción quince días después y guardamos los ejemplares como un incunable», comenta. Al día siguiente, desde primera hora de la mañana ya estaba en marcha un nuevo despliegue informativo para abarcar una tragedia de dimensiones ya mayúsculas. «Teníamos que hacer la foto fija de una catástrofe abismal, en una jornada marcada por el recuento de víctimas. Informativamente, nos olvidamos de las secciones, para que la redacción en pleno se volcara. Editorialmente, marcamos una línea muy clara con nuestro editorial». Aquella pieza se titulaba 'Las Provincias con las víctimas' y empezaba con cuatro palabras importantes: «Tienen nombres y apellidos».

El 30 de octubre fue un día de dolor sin fin, que puso a prueba a los profesionales de esta casa, como reconocen las palabras del director: «Íbamos viendo las víctimas, era atroz, y seguía la incertidumbre de lo que había en los parkings. La parte emocional, personal, era muy difícil: en la propia casa teníamos gente que había perdido familiares, o que no los encontraba, o que se había quedado sin hogar, o que estaba incomunicada... Era un shock tremendo». Trelis destaca el «ejemplar» trabajo de la redacción: « Hemos hecho periodismo en carne viva, porque somos los vecinos de esa gente a la que ha pasado eso, en algunos casos somos nosotros mismos. Frente a la prensa que venía de fuera, teníamos la necesidad de dar voz al máximo de gentes». Y añade: «Por la calle la gente se abrazaba al fotógrafo o a la redactora, porque necesitaban que contasen su drama». Un contacto piel con piel que aún preside nuestra línea informativa: «Nosotros seguimos aquí. En nuestra cabecera hemos metido un latiguillo: 'No os olvidaremos'. Ese es nuestro propósito, nuestro compromiso».

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