Cuenta el fotógrafo valenciano Raúl Belinchón que la primera semana que estuvo en la cárcel de Picassent, la más poblada de España y la ... segunda de Europa con mayor número de reclusos, no pudo sacar la cámara. Buscaba retratar la vida en una prisión y hallar los pequeños oasis de libertad que pueden darse en un centro penitenciario. Quería huir de prejuicios, «los que nos muestran las películas sobre cárceles», asegura, y hallar las historias personales, los testimonios, las vidas. Por ello, quizás, en las fotografías resultantes de ese trabajo que le llevó cerca de tres años, no hallamos más que miradas y luz y no conocemos los antecedentes penales ni los delitos de los que se han dejado retratar por el artista.
Publicidad
Ese proyecto, que le dio acceso a la cárcel de Picassent, toma forma en la muestra 'Algo parecido a la libertad', que abre este viernes sus puertas en el Centro del Carmen de Valencia. Belinchón, ha contado este viernes durante la presentación, entabló relación con personas presas a quienes retrató y pidió, por ejemplo, que le escribieran el momento más feliz de su infancia. Es el caso de la historia de Beatriz, de 49 años, quien rememora un instante durísimo de cuando era niña: «El recuerdo más bonito de mi infancia fue cuando mi padre me rescató de las garras de un depredador sexual, mi tío». Otro testimonio, el de Ramón, un recluso que a sus 27 años viaja hasta sus nueve años de edad para recordar «la primera vez que empuñé un arma de fuego para cometer un atraco, con fuga de la Guardia Civil incluida».
Noticia relacionada
El valenciano también capturó espacios vacíos de la prisión y objetos requisados en los cacheos. Así, se puede observar la imagen de un teléfono móvil escondido en un rollo de papel higiénico o un punzón muy rudimentario hecho con un mechero. «El mundo penitenciario merece que el arte, como herramienta subversiva, altere ideas preconcebidas para mostrar una visión mucho más humana y, por lo tanto, más íntima. Creo que esta muestra tiene la capacidad de generar preguntas», sostiene el autor de las instantáneas.
Pero Belinchón quería, precisamente, retratar también esos pequeños espacios de libertad que se viven en el centro penitenciario. Rompe prejuicios, aquí no hay oscuridad y sí la alegría de una boda dentro de la cárcel o la experiencia de aprender a poner unos rulos en un taller de peluquería. También, como el trabajo en las cocinas de la prisión o aprender a leer y escribir son momentos en los que los reclusos encuentran un momento de libertad frente al encerramiento.
Publicidad
¿Cómo logró que estas personas se pusieran tras el objetivo? «A ellos les interesa cualquier información que llegue del exterior. Les conté el proyecto y, tras firmar el consentimiento de la cesión de derechos, se dejaron fotografiar. Después, les regalé a cada uno su fotografía. Algunos las han colgado en la celda, otros se la han dado a sus familiares», relata el fotógrafo valenciano.
La exposición se divide en cuatro bloques: desde los retratos en primerísimo primer plano de algunos de los reclusos, tanto hombres como mujeres, en los que rememoran ese recuerdo de la infancia a una serie de instantáneas de esos objetos requisados a los reclusos con el correspondiente expediente del funcionario que se los ha incautado. También, esas fotografías de los rincones más desconocidos de la cárcel, en los que se reivindica que este espacio nada tiene que ver con la concepción que se tiene de la cárcel: es un enclave luminoso «como si fuera un centro educativo», según Belinchón.
Publicidad
Después, llegan las instantáneas de las celdas, de la piscina del centro penitenciario o del gimnasio. «Este trabajo tiene la vocación de derribar estereotipos carcelarios históricos atrapando, en espacios, momentos y emociones, esos breves momentos de libertad en un entorno claustrofóbico», según Belinchón, quien ha intentado transmitir libertad «sin que el espectador olvide dónde se encuentra», es decir, en la cárcel de Picassent.
Raúl Belinchón (Valencia, 1975) ha mantenido a lo largo de su amplia trayectoria, nacional e internacional, la condición de la fotografía como medio para representar distintas visiones de la realidad. Su obra ha sido reconocida, entre otros galardones, con el World Press Photo y el Fuji EuroPress Photo Award.
Publicidad
En anteriores proyectos se ha centrado en lugares de tránsito como túneles, escaleras o cintas transportadoras, el espacio vacío de espectadores de auditorios y teatros de todo el mundo, la confrontación del pasado histórico y el presente, el cruce entre lo público y lo privado en el espacio urbano o la inmersión en espacios naturales tan singulares y alejados entre sí como las Hurdes de Extremadura, un pequeño cañón bajo tierra en el noreste de Arizona, la Patagonia chilena o la Antártida.
Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.