Desde un Quijote en francés hasta Ken Follett, todo está en la Feria del Libro Antiguo de Valencia

La lista de joyas que el papel impreso ha dado a lo largo de los siglos es incontable. Ya se sabe, todo está en los libros. Y hacer esta afirmación hoy es lo mismo que decir que todo está en la Gran Vía del Marqués del Turia de Valencia, donde esta mañana ha abierto sus puertas una de las grandes citas culturales de la ciudad: la 46 edición de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión con 24 librerías. Para todos los bolsillos, desde los tres euros hasta los miles, y para todos los públicos: mayores, jóvenes y niños.

La lectura que hace el público del cartel anunciador, como ha comprobado esta mañana LAS PROVINCIAS, ya antes de recorrer las casetas, avanza cómo la cita invita a todos. El de este año, obra de Vicent Ramón, reproduce a un conejo que sujetando un reloj de bolsillo en su pata escapa de las páginas de un libro. Ante la imagen alguien ha visto que «el tiempo se detiene en los libros», algo muy deseable, pues a quién no le gustaría atrapar el paso de los días. Una segunda interpretación, entre romántica y soñadora, acercado a la conversación a la Alicia de Lewis Carroll. Y una tercera opinión ha mantenido que al verlo «le ha sugerido el Play-Boy». Pues eso, cualquier punto de vista.

Los libros antiguos y los de segunda mano resisten. Lo demuestra esta isla de papel donde esta mañana la librera segoviana Ana Llera, de la librería Llera-Pacio, explicaba que estas ferias «actúan como un filtro del tiempo, que es el filtro de los lectores» en un proceso de «decantación» del que resultan las generaciones que se van sumando a la afición por el negro sobre blanco.

El sector desafía al futuro, por eso las librerías siguen abiertas y, como ha podido confirmar este periódico, en buena medida se debe a la búsqueda del libro de segunda mano. Como prueba de esa tendencia, a la Gran Vía se han acercado esta mañana dos estudiantes de Medicina en la que era su primera visita a la feria. Claudia Rodríguez, de 21 años, y Pablo García, de 20. Los dos son buenos lectores y esto de comprar de segunda mano les viene bien porque «los libros son caros y aquí los podemos encontrar más baratos». Ella se ha llevado un título de Allan Poe y la paradójicamente inmortal 'Madame Bovary'. Pablo se ha inclinado por «un 'Mortadelo y Filemón' para mi madre, que le gusta mucho el cómic y por 'El extranjero' de Camus». Era su estreno, y les ha gustado, probablemente repetirán.

Libreros de Valencia, Bilbao, Madrid, Zaragoza, Huesca, Álava, Castellón. Segovia y Barcelona se reúnen en este encuentro organizado por el Gremio de Libreros de Lance de la Comunidad Valenciana, que preside Julián Lorenzo, propietario de La guarida de las maravillas, quien al tiempo que mostraba una antigua edición de 'Pinocho' ha destacado que el evento cuenta «con un público fiel» que en medio de una sociedad donde la competencia tecnológica es grande «siempre existen los lectores, y buscadores de libros, que prefieren el formato de papel». Los sigue habiendo, y como han apuntado otros de sus correligionarios, Julián Lorenzo también cree que «la segunda mano y el cómic» son vías de entrada al fascinante universo del libro de lance y antiguo.

Lo de los bibliófilos y grandes coleccionistas es otra cosa. Los sigue habiendo. Lo prueban joyas como las citadas y otras entre las que se puede ver 'Un viaje frustrado', obra de Josep Pla ilustrada por Ripollés o el estudio de matemáticas que sirvió para los cálculos de los proyectiles de la Segunda Guerra Mundial. La de Valencia es una feria que interesa a los libreros y si es así es porque también despierta curiosidad entre los bibliófilos. «Hay que tener en cuenta que es la primera de la temporada de estas ferias», apunta Héctor Torres, uno de los libreros valencianos que forma parte del gremio. Esa circunstancia lleva a que muchas piezas que se han adquirido a lo largo del invierno salgan por primera vez aquí. Sin dida, un reclamo imbatible para «una buena plaza. Valencia es la tercera ciudad de España y se la ha visto crecer en todo. Además, siempre ha habido tradición bibliófila», ha señalado Albert Obradors, de la librería Casals de Barcelona.

Mucho que ver y, sobre todo, mucho que leer en la Feria del Libro Antiguo que ya se ofrece a Valencia hasta el próximo 19 de marzo. Cita para quien busque lectura, pero también para quien disfrute del placer del libro como objeto -los hay preciosos- e incluso para quien sólo aspire a deleitarse con un paseo de papel; si es de éstos, tal vez el año que viene repita. De eso se trata de acercarse para desear volver.