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A la Conselleria de Cultura se le han comenzado a acumular los procesos para hallar distintos gestores para sus espacios culturales. Comienza a ser un rompecabezas establecer los nuevos cargos y mantener otros tantos en sus respectivos puestos. Porque desde el departamento que tutela el vicepresidente primero del Consell, Vicente Barrera, de Vox, ya se avisó que los relevos en las caras públicas eran «legítimos». Y así ha ocurrido, por ejemplo, en las tres direcciones adjuntas (Artes escénicas, Música y Cultura Popular y Cinematografía)del Institut Valencià de Cultura (IVC) o en el Consorcio de Museos. Sin embargo, ¿habrá más cambios? ¿Cómo será el futuro para los gestores de museos o auditorios dependientes de Cultura? ¿Cómo encajan las piezas de un puzzle cultural en el que cada espacio tiene su propio modelo?
El futuro del Centro del Carmen, dependiente del Consorcio de Museos, comienza poco a poco a despejarse tras el cese de su anterior director, José Luis Pérez Pont. De momento, de forma provisional, los historiadores del arte Vicente Samper y Lucía González serán los encargados de la dirección artística y la gestión, respectivamente, hasta que se resuelva la gerencia definitiva del espacio. Cultura, como anunció la secretaria autonómica de Cultura, Paula Añó, ya prepara el concurso público para la dirección artística del Consorcio, y por tanto del Centro del Carmen. Para esta institución, la conselleria ha eliminado el modelo imperante hasta ahora: un gerente que también era director artístico y diseñaba la programación.
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El cese de Pérez Pont ha servido para diferenciar entre la gerencia y la dirección artística. Ahora, la conselleria, debe hallar dos titulares para un espacio que, tras el despido de Pérez Pont por «irregularidades y mala praxis», ha quedado descabezado y a la espera de responsables que tomen las riendas. Cultura apenas ha desvelado el proyecto que quiere para la institución aunque, eso sí, ha defendido que se seguirá dedicando al arte contemporáneo. Es más, el vicepresidente Barrera ha vuelto a explicar este jueves que el cese de Pérez Pont por ideología«, sino por »informes gravísimos« de su gestión. Pero lo cierto es que Cultura no anuncia plazos concretos para la puesta en marcha del concurso.
El Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) ya se regía bajo la fórmula que ahora la Conselleria de Cultura va a llevar a cabo en el Centro del Carmen: un gerente y una dirección artística. En el caso de la segunda, está ocupada por Nuria Enguita, que llegó al cargo mediante un concurso público. De momento, se mantiene en su puesto. Al menos así se desprende de las afirmaciones de la secretaria autonómica, Paula Añó, el pasado miércoles, donde aseguró que ni en el IVAM ni en otros espacios se habían detectado las irregularidades que en el Centro del Carmen. Lo que no encuentra Cultura es gerente para el centro de arte moderno. Este mismo jueves se ha conocido que el proceso que buscaba al responsable en materia económica y administrativa del museo ha quedado desierto, según el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana.
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Ninguno de los candidatos ha resultado idóneo para el puesto, según la comisión de valoración, formada en este caso por el secretario autonómico de Cultura y Deporte, la directora del IVAM y el director general de Cultura y Patrimonio, o las personas en quien haya delegado. Por ello, desde la conselleria se afanan en decir que el proceso será de nuevo puesto en marcha con la mayor de la rapidez para hallar gerente ya que «se trata de un puesto de gran relevancia en una institución muy importante». El anterior responsable, Sergi Pérez, no vio prorrogado su contrato el pasado mes de junio, por lo que se abrió el proceso que ahora ha quedado desierto. Cultura busca con urgencia un gestor tras más casi medio año sin gerente en el IVAM. Mientras, Enguita, que llegó en 2020 tras alzarse como vencedora de un concurso público, sigue al frente de la institución.
El Institut Valencià de Cultura (IVC) es otra de las patatas calientes de la conselleria. Se sabe que este departamento ha prescindido de los tres directores adjuntos de Artes Escénicas, Música y Cultura Popular y Audiovisual y Cinematografía, Roberto García, Marga Landete y Francesc Felipe, respectivamente. Es más, este jueves se ha iniciado el proceso para encontrar a los sustitutos ya que el pasado miércoles se ha dado luz verde a las bases que regirán el procedimiento abierto, han confirmado a Europa Press fuentes de la Conselleria de Cultura, que han agregado que próximamente se publicarán en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV).
Pero a quien Cultura aún mantiene es a Abel Guarinos, el director general del IVC. El titular del Institut Valencià de Cultura no quiso valorar que se haya quedado sin equipo (él mismo participó en la comisión que los eligió). Se da la circunstancia de que Guarinos fue escogido a la vez que Pérez Pont para el Consorcio de Museos. Era 2016 y con Cultura en manos del Consell del Botánico, se abrieron sendos concursos públicos para hallar responsables. Pérez Pont ya no está pero Guarinos continúa. Él afirma que es «fiel a la institución», pero su posición es difícil de explicar al ver cómo sus directores adjuntos han sido relevados. Hasta la fecha, y sobre su cargo, Cultura guarda silencio.
«No está sobre la mesa». Así respondió la directora general de Patrimonio Cultural, Pilar Tébar, a la pregunta de si había intención de cesar al director del Museo de Bellas Artes de Valencia. Tébar no quiso decir nada más de si Cultura preveía más cambios en otros espacios culturales como sí ha llevado a cabo en el Centro del Carmen. De momento, el actual director, Pablo González Tornel, sigue en su puesto, al que llegó en el verano de 2022. Accedió a él mediante un concurso público. Concretamente, por quedar segundo en este procedimiento. Un año antes, fue Carlos Reyero quien había sido vencedor de este proceso abierto. No obstante, tan solo un año después, renunció al cargo por motivos personales. Así que González Tornel ocupó el cargo. Ahí sigue, desde entonces, dando estabilidad a un museo que sabe lo que es vivir en la incertidumbre por las decisiones de la conselleria. En julio de 2015, el entonces conseller Vicent Marzà, de Compromís, cesó en su cargo a la que por entonces era responsable del Museo de Bellas Artes de Valencia, Paz Olmos (lo mismo ha hecho Barrera ahora con Pérez Pont).
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Noelia Camacho
El conseller fulminó a Olmos tras los daños en algunas de las obras de la pinacoteca por la mala climatización del espacio. Como en el caso de Pérez Pont ahora, en aquel momento Cultura alegó mala praxis e irregularidades en la dirección de la titular. Es más, Marzà asumió de forma interna las «responsabilidades de la gestión» del museo, hasta que se convocara el procedimiento «más justo» mediante un concurso abierto. Pero pasados unos meses, y de forma directa, colocó después a José Ignacio Casar Pinazo como director del Bellas Artes. El concurso no llegó hasta 2019. Sólo estaba abierto a funcionarios. En el medio, Cultura también cesó a Casar Pinazo y, de nuevo, colocó a una directora interina, en este caso a Margarita Vila, quien era jefa de Promoción Cultural y Asistencia Técnica de la Conselleria. Luego Reyero y ahora gonzález Tornel. Cabe destacar que el Museo de Bellas Artes de Valencia pertenece al Ministerio de Cultura pero su gestión está cedida a la Generalitat.
En el Palau de les Arts todo está tranquilo, al menos hasta la fecha. En el coliseo operístico también impera la doble dirección: por una parte la de la gestión y, por otra, la artística. En el primer caso, el cargo está en manos de Jorge Culla. Llegó al auditorio en 2021, siendo el cuarto responsable en esta área en tres años. Sustituyó a José Monforte, quien a su vez cubrió el puesto de Inmaculada Pla, que renunció al puesto apenas 18 días después de llegar a él. Pla había sustituido a Francisco Potenciano. En lo que se refiere a la dirección artística, Jesús Iglesias Noriega ocupa el cargo desde 2019. Lo hizo en sustitución del exintendente Davide Livermore y tras haberse alzado vencedor de un concurso público. En 2022 renovó su contrato por otros cuatro años más, como marcaban las bases del concurso. Así, tiene contrato hasta 2026 (como lo tenía Pérez Pont en el Centro del Carmen o Guarinos en el IVC). De momento, Cultura no hablado de posibles cambios en Les Arts. Insisten desde este departamento que lo sucedido en el Centro del Carmen se debe a las irregularidades en la gestión de Pérez Pont. Pero que en otras instituciones no se han detectado problemas.
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