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Fachada de los santos Juanes con la 'O' ya recuperada. Irene Marsilla

Los Santos Juanes saca a la luz el óculo más grande de Valencia

La restauración de la puerta oeste del templo está terminada y ya se puede contemplar el inmenso reloj de sol que llena la popular 'O' de San Juan

Laura Garcés

Valencia

Lunes, 12 de febrero 2024, 14:02

Valencia ya tiene una nueva vista para disfrutar. La fachada de la Iglesia de los Santos Juanes luce su mejor aspecto. El inmenso óculo, el ... más grande de la ciudad, el que la construcción muestra en su fachada oeste, ya se ha descubierto. Los andamios se están retirando y el templo ofrece su mejor cara, un rostro impecable tras someterse a un complejo y completo trabajo de limpieza que también ha alcanzado al campanario, una torre que se eleva 46 metros sobre el suelo y que presentaba bastantes heridas estructurales, tal como ha explicado esta mañana el arquitecto responsable de la rehabilitación, Carlos Campos. Los andamios de la parte inferior de la fachada se mantendrán hasta después de las Fallas como medida de protección del edificio.

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La piedra se ha limpiado hasta el punto de que aparecen elementos como el águila de San Juan que sobresale del pórtico y se sobrepone en los pies del rosetón y que hasta ahora era difícil ver como consecuencia de la suciedad que concentraba la pieza. Carlos Campos ha destacado que «para rehabilitar las juntas de la sillería con la que está construido el muro se ha mantenido el mismo material original -mortero de cal-, y en otras se ha repuesto».

Lo más llamativo es el grandioso óculo que preside la fachada. Ahora se ve el inmenso y peculiar reloj de sol que rellena el vano que dejaba la popular 'O' de San Juan, un elemento arquitectónico en el que nunca se construyó la tracería que pudo haber dado un inmenso rosetón al templo, de una dimensión de 10 X 20 metros. Hasta el momento no se ha encontrado documentación que permita conocer por qué nunca llegó a construirse un rosetón, como tampoco se conoce la razón por la que el reloj de sol se colocó en ese hueco orientado al oeste.

En torno a la 'O' «nada hay que diga si en algún momento estuvo abierta», ha apuntado el técnico. En el centro sí hay una ventana octogonal, que ahora se puede ver desde la calle, cubierta por alabastro, que es el material que se supone que la cerraba, puesto que deja pasar la luz. El hecho de que se trate de una ventana octogonal también le concede personalidad propia. No es algo frecuente, si bien es posible ver una en la Basílica de la Virgen de los Desamparados, que es de la misma época.

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Lo propio de los relojes de sol, como ha detallado el arquitecto, es que se instalen en la orientación sur. El hecho de que este se encuentre al oeste convierte al cronómetro en una «peculiaridad». De hecho, tras las catas correspondientes para recuperar el reloj del que en principio únicamente era visible el gnomon y la inscripción 'Ave María' de la parte superior, se descubrió que sólo puede marcar ocho horas, que en cualquier caso serían las que el sol, ya en posición de poniente, podría llegar a señalar. Campos ha apuntado que esta circunstancia les llevó a visitar otros relojes y se encontraron con ejemplos similares, colocados al oeste, incluso en Roma. Pero, aun así, ha insistido en que esto es una peculiaridad.

En medio del apasionante misterio que acompaña a ese gran círculo, los responsables del proyecto no descartan que futuras indagaciones pueden arrojar más luz sobre una pieza en la que se colocó el reloj de sol «que hizo el padre Tosca», algo que se supone a partir de un escrito de 1908 que apunta el encargo «por parte de un concejal de que se restaurara» tan gran cronómetro. La intervención ha podido llegar hasta ahí, puesto que como ha explicado Campos, los muros barrocos que se levantaron con posterioridad imposibilitan que pudiera actuarse de otra manera sobre ese círculo pudiendo pensar en la posibilidad de instalar tracería. De hecho ha asegurado que no se han encontrado restos de tracería, ni documentos que hablaran de ella. Hay que tener en cuenta que el templo sufrió un incendio devastador en 1936 que acabó con el archivo, además de causar graves daño en la ornamentación pictórica del interior.

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Mientras no aparezca un escrito que pruebe una u otra verdad, no caben afirmaciones categóricas. Es lo que se desprende de los datos que facilita Carlos Campos, quien apunta entre las tesis posibles que «dada la dimensión del óculo, 10,20 metros» de lado a lado, pudo llevar a encontrarse con una estructura «demasiado liviana» que pudiera hacer temer por la estabilidad de la fachada

La historia del óculo, el rosetón que no fue o la conocida como la 'O' está llena de apasionantes misterios que han empezado, hasta donde se conoce a desvelarse. Esta mañana el arquitecto que dirige la obra de recuperación del templo dentro del proyecto impulsado por la Fundación Hortensia Herrero ha dado a conocer detalles de los trabajos, que apuntan a que esta fachada -la recayente a la calle Beluga- ya está terminada y pronto se emprenderán los trabajos en la fachada frente a la Lonja.

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La visión del óculo cubierto por el inmenso reloj de sol descubre el que sin duda es un gran paso en el proyecto de rehabilitación de uno de los grandes referentes del patrimonio histórico artístico. Desde la plaza de Brujas y en particular desde la calle Beluga al levantar la mirada Valencia regala una nueva visión de uno de sus grandes referentes del patrimonio histórico artístico de la ciudad.

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