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La Real Senyera, ayer en el salón de Cristal del Ayuntamiento. Jesús Signes

La Senyera, el icono cultural que mejor luce

Cuatro meses de restauración devuelven el brillo a la enseña de 1928, que procesionará el 9 d'Octubre

Laura Garcés

Valencia

Lunes, 27 de septiembre 2021

La Real Senyera ya reluce de nuevo. Ayer se levantó el velo que la cubría para mostrar el resultado de cuatro meses de trabajo invertidos en la restauración llevada a cabo por la experta mano del Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación, conocido ... como Ivacor. La enseña de los valencianos, su más destacado identificativo cultural, salió de los talleres y se trasladó al Ayuntamiento del cap i casal en un vehículo escoltado por agentes de la Policía Local.

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El resultado de la intervención lo presentaron Gemma Contreras, directora del Ivacor, y Glòria Tello, concejal de Recursos Culturales del Ayuntamiento de Valencia. La principal seña de la identidad cultural valenciana ha recuperado su brillo y el próximo 9 d'Octubre volverá a la procesión cívica.

La pieza, de 9 kilos de peso, recuperada es la copia facsímil realizada en 1928 de la Real Senyera tejida y bordada en el siglo XVI. Ayer, nada más descubrirse la bandera para su posterior introducción en la caja en cuyo interior se trasladó hasta el Consistorio, Gemma Contreras ofreció detalles de la intervención destacando que cuando llegó al taller, ofrecía un estado de conservación «muy deficiente». Las salidas periódicas, los traslados o el paso del tiempo habían hecho mella en ella. De ahí la necesidad de actuar sobre una bandera que ha procesionado a lo largo de sus 93 años de vida.

Contreras destacó que los principales daños se observaban en la vaina, sobre todo en la parte inferior, que es la zona de agarre y por tanto la que mayores tensiones soporta. «Junto con los técnicos del Museo Histórico Municipal hemos estudiado cómo diseñar un nuevo arnés para que la sujeción de la bandera cuando procesione haga el menor daño posible».

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La enseña de los valencianos en el taller de restauración. IRENE MARSILLA

Cuando las especialistas del taller levantaron el velo blanco que envolvía el resultado del delicado trabajo en parte realizado «con agujas de oftalmología» se comprobó de la mano de la directora del Ivacor que sobre la que se han aplicado piezas de seda para forrar el reverso de las barras rojas y amarillas y de esta manera reforzar el tejido que, entre los daños que ya son «irreversibles» citó la deformación de la bandera «como consecuencia de estar tantos años en vertical».

Gemma Contreras llamó la atención sobre el tono grisáceo que ofrece el azul que corona la Real Senyera. La directora del Ivacor hizo hincapié en que en contra de que se pudiera pensar que el azul haya perdido color por el tiempo y de ahí que muestre este tono, lo cierto es que se corresponde con el «original», cuya confección y bordado se en el siglo XVI se encargó a unas religiosas. «En el Archivo Municipal se encuentra el documento que las monjas llevaron al Ayuntamiento de 1927 para que eligieran el tono. Imaginamos que se elegirían los más similares a los de la antigua. Lo que no sabemos es si ese tono era el original de la del siglo XVI o si cuando se hizo la copia, aquella mostraba un tono decolorado».

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La investigación de esta cuestión y de otras sigue adelante en el marco del estudio abierto con el objetivo de llegar a realizar una nueva réplica. Ayer Glòria Tello se refirió a este aspecto en respuesta a preguntas en torno a la conveniencia de que la bandera siga procesionando. «Se pretende que pueda aguantar más procesiones cívicas, explicó Tello. No obstante destacó que hay que pensar en la conveniencia de una nueva réplica», destacó la concejal.

Una de las actuaciones más delicadas se ha llevado a cabo sobre los flecos que rodean la bandera, según Contreras ha sido la consolidación de «los desgarros, lagunas y faltantes de todo el perímetro de la pasamanería», que en alguno puntos estaba muy dañado, dado que es el que cuando la enseña sale a la calle puede rozar el suelo. Tras la presentación de la intervención en el Ivacor, la pieza restaurada se trasladó al Ayuntamiento, donde se extrajo de la caja en la que se trasladó, se desplegó la tela y se colocó en el mástil. Así volvió a la posición vertical la bandera que no se inclina ante nadie.

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