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El Palau de la Música, que ya lleva tres años cerrado, vive de sobresalto en sobresalto. El último acontecimiento vuelve a cuestionar la gestión del espacio donde se ha visto retrasada la aprobación del programa para la próxima temporada. El Consejo de Administración del Palau de la Música tenía que reunirse ayer jueves. La sesión tenía que aprobar el programa del próximo curso y a continuación ofrecer la presentación pública ante los medios de comunicación. Al final las cosas no sucedieron como estaban previstas y el auditorio valenciano canceló la convocatoria a la prensa.
¿Qué sucedió? Según las fuentes consultadas por LAS PROVINCIAS, el hecho que había dado pie al cambio de planes, descubría un error «por parte del director y el gerente». Es, aseguran, un «fallo total de gestión». No habían solicitado el informe de intervención que, como aseguran las fuentes es «preceptivo» en este asunto dado el montante económico que comporta el programa. «De haberse celebrado el consejo de administración sin ese documento la votación habría sido nula de pleno derecho», recalcan. Esta versión fue rechazada por el propio auditorio que niega el olvido por parte del gerente y el director.
El consejo de administración ha tenido que anotar nueva fecha en su agenda. Será la semana que viene cuando se celebre el consejo de administración que aprobará el programa que a continuación se hará público.
Mientras, el auditorio municipal sigue inmerso en las obras que le permitan regresar a la normalidad poniendo fin a la itinerancia de espacios para ofrecer los conciertos de su programación. En la actualidad, y tras varios retrasos, la intervención en el edificio está en marcha. Sobre este asunto, el último plazo que la concejal de Recursos Culturales y presidenta del Palau ofreció como fecha para la reapertura es junio de 2023.
El cierre del espacio, a causa de la caída de los techos de las salas Rodrigo e Iturbi, y la consecuente itinerancia de espacios ha llevado a un descenso del número de abonados y a una caída de los ingresos, dos factores que han marcado la última etapa del auditorio municipal. Esta situación ha obligado incluso a realizar obras en el Teatro Principal, donde fue necesaria la instalación de unas placas acústicas para ofrecer «una correcta audición» a los abonados. Con esta explicación los propios responsables de la entidad reconocían las carencias que estaban sufriendo los abonados y la desafección de los mismos al programa.
La aprobación del programa para la próxima temporada, que tendrá lugar la semana que viene, llega cuando Vicent Ros, director del auditorio, acaba de renovar el contrato para seguir al frente del espacio cuando el auditorio vive horas bajas.
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