![Sorolla deja el mar para mirar a Valencia](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/10/20/Soro%201-ROdOMdb0Qb0C5ydCmkRhOOM-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Sorolla lo pintó todo. Lo grande y lo pequeño. Lo lejano y lo cercano. Y todo lo pintó como correspondía a su condición, la de maestro indiscutible. Ahora, una vez más, otra exposición llega para demostrarlo. En la Casa Museo Benlliure de la capital del ... Turia se ha inaugurado esta mañana la muestra 'La Valencia de Sorolla'. De las paredes del museo cuelgan 57 obras -en su mayor parte cedidas por la Casa Museo Sorolla- que descubren otra mirada del artista, la que contempló la Valencia más urbana de su tiempo. El universal valenciano se sale del agua, se aleja del mar para servir al arte también en el universo de las calles.
Óleos, tablas y dibujos recogen edificios, monumentos, huertas, el puerto, los carruajes, patios, un 'Terrat' e incluso una escena de ropa tendida, y a los habitantes que siembran de humanidad los paisajes. Se trata de un trazado pictórico que no sólo alimenta el deleite estético de la contemplación del arte, también es documento histórico que retrata la ciudad inaugural del siglo XX que habitó el artista y a la que siempre regresaba cuando ya había establecido su residencia en Madrid, ciudad a la que se trasladó para desarrollar su carrera.
Más allá de la imagen que Sorolla arrancó a su pincel, el recorrido por la sala regala un encuentro emocional que para los valencianos es, sin duda, un encuentro con su cultura. Las pinturas desprenden «la nostalgia», como ha apuntado María Isabel Justo, comisaria de la propuesta, que debía sentir el artista de su tierra. Como la de cualquier emigrante que necesita un lugar al que volver, el suyo.
María Isabel Justo ha presentado una propuesta que despieza la ciudad en cuatro partes. El conjunto destila las emociones que retratan «el núcleo urbano y casco histórico, el parque natural de la Albufera, la huerta, el puerto y los jardines de los Poblados Marítimos».
Una mirada detenida a los cuadros permite descubrir que hasta en lo más pequeño Sorolla fue grande. La mayor parte de las obras son de pequeño formato, condición que como se sabe no resta un ápice de interés a cada pieza. Además, como ha destacado la comisaria hay obras que permiten contemplar paisajes urbanos ya desaparecidos o que al menos ya no se conservan como fueron.
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Cuelgan de las paredes la cúpula del antiguo Seminario Conciliar, en Trinitarios, que se observa desde una vista a través del arco de acceso al convento de la Trinidad. El Miguelete, el casilicio de San Vicente en el Puente del Real, El Pouet de Sant Vicent con 'Exvoto' como muestra del costumbrismo. También un cuadro abocetado del que fue convento de San Pablo, hoy Instituto Luis Vives. Se ven huertos y alquerías que ya no se encuentran y un jardín que tal vez sea el de Monforte. Y el puerto con sus astilleros, porque el mar de Valencia no sólo era el de la playa. También estaba y está el del Puerto.
La Casa Museo Benlliure recoge la mirada a paisajes monumentales de la capital del Turia. Pero también al detalle, a la grandeza de lo pequeño que tal vez sea donde residen las emociones más grandes, las que nos hablan de lo cotidiano, de lo que somos. Llama la atención la obra 'Terrat', una pequeña tablilla que recoge un espacio de gran fuerza evocadora; casi poética. Otra reproduce ropa tendida al sol en un paisaje de huerta. También se narran los parrales de las alquerías. Es imposible mirar estos cuadros sin ver la humanidad que los poblaba aunque Sorolla no la pintó. Es la fuerza de su obra, el espíritu que la impregna.
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Laura Garcés
Aun así no faltan en la muestra piezas que nos sitúan ante los habitantes de los espacios. Los ciudadanos que ¿miran el río? desde el puente del Real, los que se han acercado a la playa, unos pescadores y la hija del artista tomando el sol. Todos son Valencia, las clases populares y la burguesía. Y se puede ver el dibujo de un carruaje para contar que allá por el final del siglo XIX y principios del XX era así como se transitaba por las calles. Crónica de un tiempo desde un espacio, Valencia.
La muestra forma parte de las actividades conmemorativas del centenario de la muerte del artista la han presentado esta mañana el concejal de Cultura, Jose Luis Moreno; el director del Museo Sorolla, Enrique Varela, y la comisaria del proyecto, Mª Isabel Justo Fernández. Revela la relación de Sorolla con su Valencia natal y muestra «más allá de la temática más conocida del artista, la playa», ha recalcado Justo.
El lugar escogido para presentar 'La Valencia de Sorolla' completa el concepto de la propuesta que presenta al artista en su ciudad, en la misma donde vivió su amigo, el también artista, José Benlliure. Una casa que Sorolla conocía bien y que supone un marco que «enriquecerá» la experiencia de quienes se acerquen a visitar sus obras durante los próximos meses.
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