El conseller de Cultura, Vicent Marzà, mediará en el conflicto que mantienen las artes escénicas valencianas y el Institut Valencià de Cultura (IVC), como se ha solicitado desde el sector. Tras las reclamaciones de hasta diez asociaciones de artes escénicas, que criticaron la resolución de la orden de ayudas de este año; la configuración de una asamblea en la que medio centenar de profesionales de la industria demandaron la dimisión del director del IVC, Abel Guarinos; y después de que la tensión no haya descendido en los últimos días –ni las declaraciones de la secretaria autonómica, Raquel Tamarit, ni del propio director del IVC han contribuido a apaciguar los ánimos–, el conseller ha aceptado reunirse con los representantes de la decena de entidades que hace apenas dos semanas recriminaron a su conselleria que gestionaba «de espaldas al sector».
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Tal y como ha podido saber LAS PROVINCIAS, el encuentro está previsto para el próximo 29 de julio, una cita en la que los representantes de las asociaciones pondrán sobre la mesa sus reclamaciones, que van más allá de la orden de ayudas. En el comunicado conjunto de las diez instituciones se pedía de manera urgente una reunión con Marzà. Se denunciaba que, durante estos años, no se había sucedido tal encuentro.
Pero además, los profesionales que forman parte de la ya llamada Asamblea Viriato volvieron a reiterar ayer en un comunicado que «la política cultural está alejada del sector y de la realidad». «En cinco años Abel Guarinos no ha sido capaz de articular políticas públicas acordes a la evolución artística», según la Asamblea Viriato, que insistió en la dimisión del responsable del Institut Valencià de Cultura y en que «las ayudas son terriblemente injustas e insuficientes», lamentaron.
El director del Institut Valencià de Cultura, que delegó la defensa de su gestión al comunicado emitido por el Circuito Cultural Valenciano, cuenta con el apoyo de la secretaria autonómica, Raquel Tamarit, quien mostró el respaldo de la conselleria a Guarinos «incluso cuando (Guarinos) se equivoca». Tamarit afirmó que «Marzà se caracteriza por su accesibilidad» pero que «las personas tenemos un límite», dijo en referencia a que el conseller no puede mantener encuentros con todos los sectores (como los del audiovisual o los del libro) y que para eso están los responsables del IVC y ella misma.
Después de estas palabras, medio centenar de profesionales exigió la dimisión del responsable del IVC.
Además, el pasado lunes, Avetid, la entidad que aglutina a las empresas de teatro y circo de la Comunitat, dio otro golpe sobre la mesa que pareció ser el definitivo para que se produzca el encuentro: «Es de absoluta urgencia que comience un cambio real, consciente, con voluntad política para mirar más allá del presente porque sino las quejas serán continuadas y el malestar permanente». Guarinos negó la falta de diálogo y lamentó una «polémica iniciada de forma tergiversada».
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