El público del Teatre El Musical creció en 2022 un 30% con respecto al año anterior. LP

Cara y cruz en los teatros municipales: el TEM crece en público y La Mutant busca consolidarse

El espacio del Cabanyal aumenta en 2022 un 30% el número de público con respecto al año anterior | El enclave de las Naves encara 2023 con nueva coordinadora y el reto de fidelizar a los espectadores

Noelia Camacho

Valencia

Lunes, 9 de enero 2023, 17:12

Los teatros de gestión municipal de Valencia son la cara y la cruz de una misma moneda. El Teatre El Musical (TEM) y La Mutant encaran 2023 en dos polos opuestos. Por una parte, el escenario del Cabanyal-Canyamelar ha logrado consolidarse en ... la escena cultural de la ciudad. Los datos avalan que el TEM ha encontrado su identidad y, sobre todo, el respaldo del publico. Según anunciaron ayer sus responsables, el espacio concentró el año pasado un total de 25.592 personas. El enclave ofreció 95 representaciones y 104 acciones complementarias de mediación y formación. Esta cifra confirma, afirmaron desde el TEM, «la recuperación tras la pandemia» y se traduce en un aumento del 30 por ciento de visitantes y espectadores con respecto al año anterior. «Tras dos años desde el inicio del proyecto, hemos conseguido aumentar la asistencia de público, revitalizar el espacio a pesar de la incidencia de la pandemia y consolidar el proyecto tanto en su oferta artística como en la de formación y la de acción y mediación social», aseguró el director artístico del Teatre El Musical, Juanma Artigot.

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Artigot llegó al cargo hace dos ejercicios y, además, en los últimos tiempos se ha hecho cargo de la programación del otro escenario municipal, La Mutant, que hasta el pasado diciembre no tenía coordinador artístico. Llevaba un año sin titular tras la marcha de Marta Banyuls. Después de un proceso abierto por el Ayuntamiento para hallar responsable, hace unas semanas se conoció que es Tatiana Clavel la nueva titular artística del escenario de las Naves de Juan Verdeguer. Y es que este enclave es la cruz de los centros escénicos que gestiona directamente el Consistorio.

Clavel, nombrada a menos de siete meses para unas nuevas elecciones autonómicas, tiene el reto de dotar a La Mutant del reconocimiento perdido en los últimos años por los vaivenes en su gestión, las obras del espacio –que han obligado a su clausura en diferentes ocasiones– o atraer al público y consolidarse en la escena cultural. Una nueva era se abre para un escenario que llegó a ser una de las instituciones culturales mejor valoradas de la Comunitat Valenciana (cuando se llamaba Espai Mutant) según el estudio del Observatorio de la Cultura de la Fundación Contemporánea.

Durante el mandato del alcalde Joan Ribó, La Mutant ha tenido hasta tres programadores diferentes (cuatro si contamos ahora con Clavel). En 2015, cuando abrió el teatro, Guillermo Arazo, que ahora es responsable de Espai La Granja, ejercía como coordinador de programación y Víctor García y Carlos Núñez como programadores con Ángel Pallás en la dirección de las Naves. El tripartito, que nombró a Rafa Monterde en sustitución de Pallás, heredó el equipo artístico pero lo despidió en 2017. Ese ejercicio fue un 'annus horríbilis' para el enclave. Unos meses antes, las lluvias inundaron el auditorio y estuvo cerrado hasta abril de 2018. Cuando reabrió la programación recayó en la concejalía de Acción Cultural (entonces capitaneada por María Oliver, de Podem) y la coordinadora artística del TEM, que ocupaba en aquella época Olga Álvarez (el Consistorio decidió en 2015 hacerse de nuevo con la gestión de este escenario y municipalizarlo).

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En octubre 2018, el Ayuntamiento anunció un procedimiento abierto para nombrar al programador de La Mutant, un proceso que se alargó en el tiempo dado que se celebraron elecciones municipales en mayo de 2019. En octubre de ese año se nombró a Marta Banyuls coordinadora artística del auditorio municipal. En septiembre de 2021 Banyuls dejó el cargo sin agotar la opción de prórroga de su contrato.

Con Tatiana Clavel, el escenario del complejo de Juan Verdeguer tiene ante sí el reto de fidelizar al público, mantener una programación estable y volver a erigirse como un espacio con una identidad propia.

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