Deslumbrante Carmelo Gómez

Eduardo Galán, experto en trasladar una novela al teatro (veremos sus próximas 'Celestina' y 'La Regenta'), ha recreado el texto manteniendo la estructura de las siete entrevistas pero resaltando el carácter resignado y sumiso de Pacífico, dándole más libertad de movimientos, desde su lejanía inicial a la aproximación posterior, y marcando intensamente la dicción rural castellana. La dirección del porteño Claudio Tolcachir maneja de maravilla los toques de violencia y odio de las historias contadas, y el humor entre lo dramático. Mantiene el ritmo y el interés con momentos de esplendor narrativo como el recuerdo de la relación con la Candi o el absurdo fusilamiento del perro.

Culminan la brillantez absoluta las excelentes interpretaciones de Carmelo Gómez (Pacífico) y Miguel Hermoso (el psiquiatra). No sorprende que Gómez ganara el premio Talía por su actuación dado su esplendoroso dominio verbal y sus desplazamientos por el escenario minimalista de Mónica Boromello dando veracidad a Pacífico, educado en la violencia por sus ancestros que vivieron las guerras carlista, del Rif y civil. Hermoso no es un complemento: posee momentos grandiosos de exquisita sobriedad, sobre todo en su desesperado intento de salvar a Pacífico.

Denso teatro de texto para recordar que la guerra no debe ser una forma de vida ni una pedagogía. Y para los amantes de Delibes, un regalo.