Las ayudas a las artes escénicas de la Comunitat Valenciana no suelen agradar. Las subvenciones, como la lluvia, no caen a gusto de todos. Las últimas aprobadas por Abel Guarinos, el anterior director del Institut Valencià de Cultura (IVC), generó una cascada de críticas ... e incluso como reacción se formó una plataforma, Asamblea de Viriato. Varias asociaciones del sector reclamaron la dimisión de Guarinos y criticaron duramente el funcionamiento del IVC.
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Ya no está Guarinos, cuyo relevo ha recaído en Álvaro López Jamar, pero la resolución de ayudas continúa generando malestar. La resolución provisional de las subvenciones de carácter bienal a compañías profesionales de teatro, danza y circo para los ejercicios 2024 y 2025 no ha sido la excepción. Otra vez se levantado suspicacias y cierto desazón.
Se trata de la primeras ayudas a compañías firmada por López Jamar, pero el cambio de titular del IVC no ha evitado el malestar en el sector. Del listado de beneficiarios se han caído veteranas compañías de la Comunitat, productoras que tienen un nombre conocido más allá de los límites geográficos de la autonomía y firmas con recorrido popular.
En la resolución provisional se han quedado sin ayuda:Albena Producciones, Maduixa Teatre, Saga, Imprebís, Carme Teatre, Espectáculos Pinkierton, Arden Producciones, Olympia Metropolitana, La Dependent y Teatro La Estrella, entre otras empresas. Son firmas veteranas y con una larga trayectoria en los escenarios, incluso con Premios Max en sus currículum.
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Las grandes beneficiarias de la tanda económica han sido Produccions Scura, la Fam Teatre, Bambalina Titelles, Visitants y Xarxa Teatre. Cada una de ellas tiene adjudicado 260.000 euros en las dos anuales.
Este resultado no ha contado con la unanimidad de la comisión encargada de hacer las valoraciones dado que el apartado de «criterios subjetivos» es muy amplio.
El malestar por las ayudas teatrales viene a coronar unos meses en que la gestión de las artes escénicas ha sido muy cuestionada por el sector, incluso el pasado jueves motivó una protesta en las puertas de les Corts. El Circuito Cultural Valenciano se manifestó para mostrar su desacuerdo con los cambios que introdujo el equipo de Vicente Barrera, que fue cesado como vicepresidente primero y conseller de Cultura.
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El nuevo convenio del Circuito Cultural se firmó con la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, algo que deja poco margen de actuación al nuevo responsable de Cultura. El conseller de Educación gana la cartera de Barrera y será José Antonio Rovira quien apacigue los ánimos del sector teatral.
Rovira puede delegar esta cuestión en Pilar Tébar, que tras la remodelación del Consell ha ascendido a secretaria autonómica de Cultural. El organigrama cultural se completa con Miquel Nadal, licenciado en Derecho, técnico superior de la Admistración de la Generalitat y columnista de LAS PROVINCIAS, es el nuevo director de Cultura; y con Marta Alonso, historiadora del arte y exdirectora general de Patrimonio (2011-2015) regresa como directora general de Patrimonio Cultural.
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El legado de Barrera no es el más óptimo para Rovira. Deja la cultura empastrada con dos instituciones culturales, como el IVAM y el Centro del Carmen, sin directores artísticos; y con un IVC en el que acaban de aterrizar cuatro responsables que aún tienen todo por hacer.
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