'El Boniato', la otra víctima atribuida a Albert López que aparece en 'El cuerpo en llamas'

La serie de Netflix 'El cuerpo en llamas' está siendo todo un éxito. Cuenta la historia del famoso Crimen de la Guardia Urbana en el que dos amantes, Albert López y Rosa Peral (interpretados en la ficción por Quim Gutiérrez y Úrsula Corberó), asesinaron a Pedro Rodríguez, pareja de Rosa. Si bien el caso ya ganó mucha popularidad en su momento, la llegada de la ficción está destripando una serie de detalles que quizá muchos desconocían, pero que han ayudado a concretar más el perfil de estos criminales.

A parte del asesinato de Pedro, a Albert López se le atribuye la muerte de José Antonio González (1962), conocido como 'El Boniato'. Este hombre era natural de Utrillas (Teruel), pero frecuentaba mucho Barcelona. El 9 de agosto de 2014 este hombre se topó con Albert López y Rosa Peral y terminó falleciendo en extrañas circunstancias.

Los dos agentes (vestidos de paisano) y otro compañero comenzaron a perseguir a 'El Boniato' a quien habían pillado vendiendo CD's de manera ilegal en la zona de Montjuïc. En un momento, el supuesto mantero atacó a Rosa Peral con un arma blanca, haciéndole dos cortes en la rodilla. A partir de ese momento, lo que sucedió en realidad es todo un misterio.

Según la versión oficial dada en su momento, Albert López se echó encima de 'El Boniato' que trató de seccionarle el cuello y lanzó otro golpe a la altura del estómago, según los agentes. López se zafó desplazándose hacia atrás y trató de disuadir a González. Se colocó en posición de seguridad y amagó sacar el arma.

El atestado dice que esto fue lo que pasó después: «Que en ese instante y en presencia de los tres agentes intervinientes, dicho individuo (José Antonio González) dio un grito y saltó de espaldas hacia unos matorrales por encima de la barrera que limita el camino de tierra». Además, añade: «Que esos matorrales dan hacia un cortante perpendicular de unos 20 metros de altura por el cual cayó el individuo rodando hasta un muro de contención que da a la parte baja de la montaña».

Cuando se investigó este hecho debido a la gran cantidad de contradicciones que existían Rosa Peral aseguró que le vio «caer solo». Fue después de su entrada en prisión, en 2018, cuando contó a otra reclusa que en realidad Albert Mató a José González.

El caso se reabrió y el Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona llamó a declarar a López y Peral como imputados por la muerte de González. El compañero que les acompañaba falleció en 2015 en un accidente de moto, así que ellos eran los únicos testigos.

Ella misma lo contó con las siguientes palabras: «Tuvimos también una actuación en Montjuïc. Un hombre me vino con una navaja y me dio en la pierna. Él salió corriendo detrás de ese hombre y cuando yo llegué abajo, con sangre en la pierna, el hombre estaba muerto. Pregunté qué había pasado. Él me dijo que lo había matado. Que no quería que nadie me tocara. Que no quería que nadie se acercara a mí. Son cosas que a lo mejor me dijo para vacilarme. A lo mejor el hombre simplemente se murió. No sé».

Esta segunda versión contradecía a la del atestado en dos aspectos: Rosa no mencionó una pérdida de conocimiento, sino que no vio lo ocurrido. Contradice también al atestado policial: «Que en ese instante y en presencia de los tres agentes intervinientes, dicho individuo (José Antonio González) dio un grito y saltó de espaldas hacia unos matorrales por encima de la barrera que limita el camino de tierra».

Albert mantuvo la misma versión de los hechos y admitió que le dijo aquella frase de «lo he matado porque no soporto que nadie te toque», pero fue en todo de broma, según afirmó.

En junio de 2018, la causa quedó archivada. La catalogada como «muerte del mantero de Montjuïc» se quedó con la misma verdad judicial: 'El Boniato' murió en el hospital debido a una muerte accidental. Los resultados de la investigación habían sido infructuosos como para contradecir la versión policial.

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