Bruno, el anticapitalista que pide llevarse las sobras en 'First Dates'

Desde que se estrenara hace más de seis años, por el programa de Carlos Sobera han pasado solteros y solteras con gustos y aficiones muy variadas. A pesar del paso del tiempo, los comensales del restaurante del amor no dejan de sorprender al público y al equipo del programa de Cuatro. Sin embargo, en 'First Dates' siempre hay situaciones que destacan sobre el resto.

Este lunes 11 de septiembre, en el programa de Sobera se presentó a Bruno, un individuo que a través de su estética comunica sus creencias y valores de manera única y llamativa. El soltero se define a sí mismo como un chico trans no binario, y su identidad de género es una parte importante de su vida que ha abrazado con alegría y confianza. Su estilo y actitud anarquista y anticapitalista son rasgos que le definen y que atraen a personas afines a su ideología.

Carlos Sobera, el siempre amable anfitrión del programa, se mostró sorprendido con el look de Bruno, y propuso una idea divertida: hacerle un arcoíris en la cabeza como el suyo a Matías, uno de los camareros emblemáticos del restaurante de First Dates.

La cita de Bruno fue con Zaida, una joven que ha experimentado varios cambios en su estética a lo largo del tiempo y que se considera a sí misma como «una persona diferente». Cuando se vieron por primera vez, ambos se abrazaron con una sonrisa, rompiendo el hielo con sus comentarios sobre sus estilos y nombres. Bruno, en un gesto de singularidad, le pidió a su cita que le llamara 'Uno'. A pesar de que su aspecto no conquistó de inmediato el corazón de Zaida, ella estaba dispuesta a conocerlo mejor.

La conversación comenzó con la elección de pronombres, una muestra de respeto mutuo y apertura hacia la diversidad. Ambos compartieron sus intereses y pasatiempos, y surgieron algunas diferencias. Bruno confesó que no se sentía cómodo en los locales cerrados y prefería pasar tiempo al aire libre o asistir a raves. Zaida, por su parte, era más aficionada a salir a pubs en el centro de Madrid, lo que planteó la cuestión de si sus intereses podrían coincidir.

En el ámbito del amor Bruno expresó su dificultad para establecer relaciones exclusivas y mencionó su naturaleza abierta a conocer a diversas personas. Esto sorprendió gratamente a la soltera, ya que ambos compartieron la idea de que es poco común querer estar solo con una persona y cerrarse a otras conexiones.

A medida que avanzaba la cita, Zaida notó que le gustaba el cabello de Bruno, lo que demostró que la apariencia inicial no siempre refleja la esencia de una persona. Ambos concluyeron que la conexión ideológica era fundamental para enamorarse. La conversación tomó un giro ligero cuando Zaida preguntó si Bruno prefería el verano o el invierno, y él sorprendió con su respuesta: era un amante de las estaciones intermedias, el otoño y la primavera, disfrutando de los colores que traen consigo. No compartían el gusto por el calor ni el frío extremo.

La cita culminó con un gesto cuanto menos novedoso en el programa, ya que Bruno pidió llevarse toda la comida que no había consumido en su táper porque considera que tenemos una «sobreproducción de alimentos y aun así hay mucha gente que se queda con hambre».

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